Garz¨®n reprocha al juez Velasco que no viera el riesgo de fuga de la etarra

La etarra Maite Aranalde se escap¨® en cuanto pudo. La terrorista, entregada hace s¨®lo siete d¨ªas por Francia, ya estaba en paradero desconocido cuando la polic¨ªa fue a detenerla el lunes por orden del juez Baltasar Garz¨®n. Aranalde fue liberada por el juez Eloy Velasco al d¨ªa siguiente de la entrega, al haberse traspapelado en el Tribunal de Apelaci¨®n de Par¨ªs un documento que la vinculaba con la colocaci¨®n de varias bombas en de Madrid durante el puente de la Constituci¨®n de 2004. Cuando qued¨® libre, ella ya sab¨ªa que la fiscal¨ªa estaba haciendo lo imposible para encarcelarla. Y se larg¨®.

Ayer, Garz¨®n orden¨® su busca y captura y reproch¨® a su compa?ero de la Audiencia Nacional que no la encarcelara ante el riesgo de fuga. Un riesgo que se materializ¨® pr¨¢cticamente en el primer fin de semana en que Aranalde se vio libre y aclamada en su pueblo, Ibarra (Guip¨²zcoa).

Garz¨®n lo intent¨® todo ayer. Revoc¨® el auto de libertad bajo fianza de 12.000 euros dictado por su colega Velasco, acept¨® el recurso de la fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional y orden¨® la detenci¨®n e ingreso en prisi¨®n incondicional de Aranalde. Tarde. La ¨²ltima vez que se la vio, entraba en casa de sus padres. En su auto de prisi¨®n, Garz¨®n reprocha a su compa?ero Velasco que no tuviera en cuenta el elevado riesgo de fuga de la terrorista y la dejara en libertad bajo fianza.

El magistrado razona que era suficiente la causa que ¨¦l tramita sobre la ayuda de la etarra al comando Donosti -y por la que se la acusa de tenencia de armas y de explosivos- para decretar su prisi¨®n incondicional. Es decir, que la falta del documento traspapelado se pod¨ªa haber obviado y haberla mandado entre rejas. Garz¨®n considera que la condena de Aranalde en Francia por participar en una asociaci¨®n de malhechores para preparar actos terroristas se refiere a hechos cometidos en Francia, y no a los acontecidos en Espa?a que se describen en el auto de procesamiento. Para Garz¨®n, la conducta de la etarra comporta mayor gravedad que la apreciada por Velasco y, por tanto, el riesgo de fuga es m¨¢s elevado, ya que la entrega no fue voluntaria.

Adem¨¢s, considera que el hecho de que el novio de la etarra, Iker Olabarrieta, miembro del mismo comando, fuera absuelto en 2007 por el mismo delito que se le imputa a Aranalde "no puede determinar la certeza o presunci¨®n de que la procesada vaya a correr la misma suerte". ?se fue el argumento en el que Velasco bas¨® su auto de libertad. Garz¨®n destaca: "No debe olvidarse que Maite Aranalde huy¨® de Espa?a; que ha sido detenida y entregada por las autoridades francesas; que pertenece a ETA y por ende con posibilidad m¨¢s que probable de que, en cualquier momento, de estar en libertad, pueda volver a la actividad en el seno de la misma, a la que no ha renunciado, ni expresa ni t¨¢citamente".