Un microscopio sobre el barrio
El documentalista Pedro Sara retrata la vida cotidiana de vecinos de San Fernando
El escenario es apenas una calle, una huerta y una playa. Pero parece todo un universo. La c¨¢mara del fot¨®grafo y documentalista Pedro Sara funciona como un microscopio sobre el barrio de la Caser¨ªa, en San Fernando (C¨¢diz), donde perviven unos cuantos vecinos aferrados a sus casitas bajas, la arena, el fango y el intenso olor a mar. Sobreviven a la urbanizaci¨®n masiva. El documental La isla de los vientos les retrata a golpe de extensos planos animados con ritmos creados por el pianista Sergio Monroy. "Lo insignificante guarda cosas enormes", explica el director.
Aunque ahora tres enormes torres de viviendas desdibujan el paisaje de la Caser¨ªa, el barrio mantiene la esencia ancestral, la de la tradici¨®n flamenca y pesquera de San Fernando, donde se criaron Camar¨®n y los suyos. Pedro Sara es extreme?o pero se ha adentrado en estas calles como uno m¨¢s. "Han sido tres a?os de conversaciones, de visitas, de ganarse la amistad y la confianza con los vecinos", detalla. "Muchas veces he lamentado no tener una c¨¢mara para grabar determinados momentos que han pasado ante mis ojos". El documental se inmiscuye en la rutina de esas casas pero sin tratar de alterarla. "La c¨¢mara est¨¢ ah¨ª y eso no se puede evitar pero he pretendido ser un mero observador", describe el director.
Vecinos de la Caser¨ªa perviven aferrados a sus casitas bajas
El enclave mantiene la tradici¨®n flamenca y pesquera de la localidad
El protagonista de la pel¨ªcula es Moncho (Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢nchez), un basti¨®n de la Caser¨ªa. Tambi¨¦n lo son su esposa, Piedad, s¨ªmbolo de la callada pero imprescindible presencia femenina en estas redes familiares; su hijo Kiko, oyente de las historias de su padres; y el peque?o de la casa Antonio, y el primo Pepillo, referentes de la inocencia que pervive en el barrio. Dos ni?os que consuman su simbiosis con la naturaleza que permanece en este enclave contra viento y marea. Sus paseos, sus aventuras con los animales, sus juegos con el fango de la orilla dejan algunas de las im¨¢genes m¨¢s bellas de La isla de los vientos.
La cinta, que se estrenar¨¢ el 17 de septiembre dentro del festival Alcances, ha propiciado un encuentro entre creadores. Pedro Sara conoci¨® a Sergio Monroy y Sergio Monroy conoci¨® a Pedro Sara. "Ha sido una contribuci¨®n fundamental. Ambos tenemos una edad parecida y hemos conectado muy bien". Sara, para el que ¨¦sta es su segunda pel¨ªcula tras No te olvides de mi locura (Premio especial ASFAAN de 2008) ejerce de hombre orquesta. Ha entrevistado a los protagonistas, ha manejado la c¨¢mara, ha cuidado la fotograf¨ªa e incluso ha cantado. Pone su voz a la ¨²ltima melod¨ªa que suena en la pel¨ªcula, una letra de Jorge Ares sobre los absurdos del infierno.
El futuro del barrio de la Caser¨ªa est¨¢ entre interrogantes. Parad¨®jicamente, la crisis econ¨®mica parece haberle beneficiado porque la debacle inmobiliaria ha paralizado el desarrollo de las enormes tres torres ya construidas frente a la orilla en la que se alzan las casitas de Moncho y sus vecinos. Pedro Sara pod¨ªa haber optado por hacer un documental de denuncia para protestar contra el fin de una era en San Fernando. Pero ha preferido centrarse en las historias, los colores, las atm¨®sferas y los olores de esa calle, esa huerta y esa playa que su microscopio ha convertido en universo.
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