"Situaci¨®n de dificultad objetiva"
Estaba cantado que toda la c¨²pula socialista iba a cerrar filas ante lo que ha considerado una agresi¨®n exterior. Suele ser un reflejo natural de las direcciones de los partidos ante situaciones de riesgo. Pero el caso de los miembros del Comit¨¦ Federal del PSOE que ayer se reunieron en Ferraz tiene una singularidad. Todos vivieron o conocieron de primera mano la etapa en que su partido se dividi¨® en dos, entre guerristas y felipistas, c¨®mo esa fractura tuvo un precedente en el enfrentamiento entre el sindicato y el partido y c¨®mo contribuy¨® a su derrota en 1996.
La comparaci¨®n entre ese ayer que no es tan lejano -de fines de los a?os ochenta hasta avanzados los noventa- y el hoy no se sostiene. En el origen de aquella divisi¨®n, la que enfrent¨® al PSOE y UGT, hab¨ªa una visi¨®n diferente del proyecto socialista. Tambi¨¦n la hab¨ªa entre los guerristas y la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno que lideraba Carlos Solchaga con el respaldo de Felipe Gonz¨¢lez, que los primeros tildaban de "liberal".
Hoy no sucede nada de esto. Existe preocupaci¨®n en el PSOE por la gravedad de la crisis y confusi¨®n por la sucesi¨®n de mensajes del Gobierno, especialmente relacionados con la subida de impuestos, como ha apuntado estos d¨ªas el vicepresidente tercero y presidente del PSOE, Manuel Chaves, al declarar que el Ejecutivo tiene que "esforzarse por explicar la hoja de ruta". Pero no hay nada que asemeje la situaci¨®n actual del socialismo espa?ol a lo que sucedi¨® en sus filas a finales de los a?os ochenta. Ayer, Zapatero reconoci¨® ante el Comit¨¦ Federal que existe una "situaci¨®n de dificultad objetiva". Pero enseguida aclar¨® que se refer¨ªa al paro.
Esta conciencia interior en el PSOE contribuye a explicar el contundente cierre de filas de ayer de sus cuadros m¨¢s importantes sin necesidad de acudir a su historia lejana como la divisi¨®n entre caballeristas, prietistas y besteiristas que tuvo consecuencias nefastas en la evoluci¨®n de la Rep¨²blica y la Guerra Civil. Una conciencia hist¨®rica que est¨¢ en el legado del socialismo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Zapatero suele decir con frecuencia, en esta etapa de crisis econ¨®mica, que uno de los principales activos que legar¨¢ a quien le suceda al frente del PSOE es la unidad del partido y la UGT, la consistencia de un bloque de izquierda, un suelo muy s¨®lido del que partir. Algo que ¨¦l no hered¨® cuando relev¨® a Joaqu¨ªn Almunia en la secretar¨ªa general del PSOE en julio de 2000.
Ayer, Zapatero lo volvi¨® a apuntar y enfatiz¨® su esfuerzo por mantener unido el bloque partido-sindicato frente a la crisis econ¨®mica y su apuesta por los valores socialdem¨®cratas, la financiaci¨®n de las pol¨ªticas sociales con la subida de impuestos, frente a opciones neoliberales. "La cohesi¨®n social, salir juntos de la crisis es tan importante como salir cuanto antes", es su criterio b¨¢sico en esta etapa de recesi¨®n. En esa apuesta por la izquierda su fortaleza est¨¢ garantizada en el PSOE. Esta es una diferencia b¨¢sica con la etapa de Felipe Gonz¨¢lez, que tuvo enfrente a los sindicatos, que lo consideraban escorado a la derecha, y al partido dividido.
El error principal de Zapatero frente a la crisis econ¨®mica fue su retraso en reconocerla. Aunque lo ha justificado, se?alando que tampoco los expertos internacionales calcularon su gravedad, ha quedado extendida la idea de que su reconocimiento tard¨ªo de la crisis fue por razones electorales. Y esa sensaci¨®n ha puesto en sospecha su pol¨ªtica ante la crisis, sobre todo en los sectores econ¨®micos.
La sustituci¨®n, que Zapatero protagoniz¨® en abril, de Solbes, que daba sobradas muestras de cansancio, por Salgado fue otra apuesta arriesgada, acogida con recelo en los sectores econ¨®micos, incluidos los pr¨®ximos al PSOE. Esos recelos han aumentado con los mensajes sucesivos de portavoces del Gobierno en las ¨²ltimas semanas sobre el alza de los impuestos.
Estaba claro que ni Zapatero ni los miembros del Comit¨¦ Federal del PSOE iban a afrontar estos asuntos. Primaron la defensa de su principal activo frente a la crisis, su unidad, que aparec¨ªa cuestionada, y la reafirmaci¨®n de su pol¨ªtica socialdem¨®crata. Pero tambi¨¦n esperan correcciones en el funcionamiento. Por ejemplo, algunos de los intervinientes, como el lehendakari Patxi L¨®pez, pidieron m¨¢s presencia para explicar la hoja de ruta del Gobierno. Zapatero acaba de dar un paso al pedir m¨¢s voz a sus vicepresidentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.