El peso de la subida de impuestos recaer¨¢ en las rentas medias y del trabajo

El esfuerzo fiscal que el Gobierno ha pedido a los contribuyentes para cuadrar las cuentas de 2010 recaer¨¢ principalmente en las rentas medias. La vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado, despej¨® ayer la inc¨®gnita fiscal para el a?o pr¨®ximo con unas directrices que confirman que, aunque el mensaje pol¨ªtico apuntaba a los m¨¢s acaudalados para sufragar la subida de impuestos, los mileuristas y dosmileuristas aportar¨¢n buena parte de los casi 11.000 millones de ingresos extra que el Ejecutivo pretende ara?ar con esta reforma fiscal.

Salgado compareci¨®, casi reci¨¦n aterrizada de la cumbre del G-20 celebrada en Pittsburgh (Estados Unidos), tras la reuni¨®n del Consejo de Ministros que aprob¨® los Presupuestos del Estado para 2010. Con muchas m¨¢s dificultades que otros a?os, el Gobierno ha cuadrado unas cuentas que presentan lagunas y pecan de optimismo en la previsi¨®n de ingresos, a pesar de reconocer que s¨®lo una parte de la subida de impuestos (6.500 millones) estar¨¢ disponible en las arcas del Estado, con criterio de caja, en 2010. El resto se ingresar¨¢ en 2011. "Se trata de solicitar un esfuerzo de solidaridad para atender a un gasto social creciente", resumi¨®.

La ministra pide "un esfuerzo de solidaridad" para pagar el gasto social

La ¨²nica rebaja fiscal del proyecto tiene fecha de caducidad en 2011

Quitar la deducci¨®n de 400 euros del IRPF -una promesa electoral de la campa?a de 2008 que se aplic¨® cuando la crisis ya era perceptible- reportar¨¢ 5.700 millones de euros al erario p¨²blico. ?sos son los c¨¢lculos del Gobierno, que espera una cantidad similar a la que supuso esta partida en 2008, a pesar de la ca¨ªda de empleo que se ha producido. Los principales beneficiarios de entonces, las rentas medias, ser¨¢n ahora los m¨¢s afectados por la retirada de una prebenda fiscal que ha durado dos a?os. Parte de esa cantidad se recuperar¨¢ en 2011, una vez presentadas las declaraciones de la renta de 2010.

Adem¨¢s de pagar m¨¢s en el impuesto sobre la renta, los ciudadanos soportar¨¢n una subida del IVA del 16% al 18% en el tipo general y del 7% al 8% en el reducido que grava, por ejemplo, la vivienda y la hosteler¨ªa. El tipo del 4% que se aplica a productos b¨¢sicos se mantiene intacto. Para apaciguar una de las principales objeciones de los detractores de subir el IVA en tiempos de crisis -incluidas las de los t¨¦cnicos del Ministerio de Econom¨ªa-, el Gobierno ha decidido retrasar esta medida hasta el 1 de julio "cuando la recuperaci¨®n econ¨®mica ya haya comenzado", en palabras de Salgado. El principal riesgo de elevar este impuesto ligado al consumo en plena recesi¨®n es que ¨¦ste se deprima aun m¨¢s. El Ejecutivo conf¨ªa en que la econom¨ªa comience a crecer a partir del segundo trimestre de 2010, a pesar de que en el conjunto del a?o caer¨¢ un 0,3%. Aunque no existen datos sobre la recaudaci¨®n de IVA por tramos de renta, al ser un impuesto indirecto, que se aplica independientemente de los ingresos, el impacto crece cuanto menores son los ingresos del contribuyente. No obstante, este efecto puede compensarse por la congelaci¨®n que se producir¨¢ en el tipo de los productos m¨¢s b¨¢sicos, que pesan m¨¢s en los gastos de las rentas bajas.

La ¨²nica novedad que se atiene claramente al principio de que las rentas altas hacen el mayor esfuerzo corresponde a la tributaci¨®n del capital. Este impuesto recupera cierta progresividad respecto a los cambios introducidos en 2007, pues quienes declaren rendimientos del ahorro inferiores a 6.000 euros (el 94% de los contribuyentes con rentas del capital, seg¨²n los datos de Hacienda) pagar¨¢n desde 2010 un 19%, frente al 18% actual. Para los de mayores ingresos, la subida llegar¨¢ al 21%. La incidencia ser¨¢ escasa; esos cambios elevar¨¢n la recaudaci¨®n s¨®lo 800 millones de euros.

En el otro lado de la balanza, el Ejecutivo ha hecho hueco a una rebaja fiscal que beneficia a las empresas. Se trata de una reducci¨®n de cinco puntos (del 25% al 20%) en el impuesto de sociedades para las peque?as y medianas empresas que mantengan el empleo o lo incrementen. Para acogerse a esta reducci¨®n, deber¨¢n tener menos de 25 trabajadores y facturar un m¨¢ximo de cinco millones de euros. Se articular¨¢ una medida similar en el IRPF para los aut¨®nomos.

Esa ¨²nica rebaja del paquete fiscal es precisamente la que tiene un horizonte temporal limitado, entre 2009 y 2011. Aunque el presidente del Gobierno anunci¨® en su momento que la subida de impuestos ser¨ªa "temporal y limitada", ninguna de las alzas tiene caducidad. Un portavoz de Hacienda asegura que el escenario se mantendr¨¢ al menos hasta 2012 y entonces se har¨¢ una revisi¨®n para ver si se han conseguido los objetivos de recaudaci¨®n. Pero es muy improbable que se reviertan los cambios. La titular de Econom¨ªa avis¨®, adem¨¢s, de otras estrecheces fiscales que se avecinan para 2011: la desaparici¨®n de la deducci¨®n por compra de vivienda y "algo de alquiler".

Pese a la magnitud de los cambios fiscales, el instrumento que realmente permite afrontar el gasto en plena recesi¨®n es la deuda. Tras varios a?os de moderaci¨®n, cerrar¨¢ el a?o en el 53,4% del producto interior bruto (PIB), 14 puntos m¨¢s de lo esperado. Y en 2011 llegar¨¢ al 62,5%.

Con esas premisas, Salgado trat¨® ayer de convencer de la solidez de unas cuentas que incluyen una previsi¨®n de ingresos un 21% superior a la de este a?o, a pesar de que la econom¨ªa seguir¨¢ cayendo y de que el gasto s¨®lo bajar¨¢ una media del 3,9%. La presentaci¨®n omiti¨® algunos datos ofrecidos en otras conferencias de prensa posteriores al Consejo de Ministros que aprueba los Presupuestos. Por ejemplo, la previsi¨®n de liquidaci¨®n de ingresos para 2009, que permite ver con qu¨¦ recursos espera contar el Estado para cerrar el a?o. El dato resultaba especialmente relevante en este contexto de crisis, que ha trastocado todos los c¨¢lculos iniciales.

Las principales lagunas se observan en el cap¨ªtulo del gasto. Casi el ¨²nico dato ofrecido fue el peso del gasto social, que representar¨¢ el 51,6% del Presupuesto (en las cuentas iniciales de 2009 figuraba un 52,8%). No se detallaron, en cambio, los incrementos -o descensos- de las principales partidas (infraestructuras, I+D, educaci¨®n...), como ocurr¨ªa otros a?os. Quiz¨¢ porque en esta ocasi¨®n hay muchas mejoras raqu¨ªticas y varios descensos.

A cambio, Salgado ofreci¨® cifras de reparto para retar a los partidarios de aplicar la tijera. Adem¨¢s del gasto social, un 21% ir¨¢ a otras administraciones, un 6,6% al pago de la deuda, un 6,3% a I+D e infraestructuras y un 6,2%, a justicia, defensa y seguridad ciudadana. "Si no se quieren tocar esas partidas, quien reclama un mayor recorte de gastos que diga d¨®nde", atac¨® Salgado, en referencia al Partido Popular.