De alcalde descre¨ªdo a ol¨ªmpico convencido
Gallard¨®n ha hecho suyo un proyecto fraguado por su antecesor
Alberto Ruiz-Gallard¨®n nunca pens¨® que el proyecto de convertir Madrid en sede de unos Juegos Ol¨ªmpicos iba a ocupar su mandato al frente de la alcald¨ªa. Al regidor, salvo la f¨®rmula 1 y el motociclismo, no le gusta especialmente el mundo del deporte. Por eso no se le pas¨® ni por la imaginaci¨®n la posibilidad de gestionar una candidatura como proyecto estrella de su mandato.
Septiembre de 2002. Gallard¨®n y algunos de sus m¨¢s cercanos colaboradores almorzaban en uno de los comedores del recinto ferial Juan Carlos I con un grupo de periodistas. Todav¨ªa noqueado por la decisi¨®n del entonces presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, de convertirle en candidato a la alcald¨ªa de Madrid despu¨¦s de ser presidente de la Comunidad, buscaba la manera de afrontar su nuevo reto pol¨ªtico. Lejos de pensar en la pol¨ªtica local, hab¨ªa planeado su futuro en clave nacional.
?lvarez del Manzano y su equipo tuvieron la visi¨®n de buscar terrenos libres
El varapalo por la elecci¨®n de Londres para 2012 fue terrible
Alguien de la mesa le pregunt¨® si manten¨ªa la idea de hacer de Madrid sede de unos Juegos. Gallard¨®n mir¨® incr¨¦dulo a su interlocutor para luego abrir un debate en el que concluy¨® que no compart¨ªa la idea de la importancia de una competici¨®n de este tipo.
Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, todav¨ªa al frente de la Casa de la Villa, era en cambio un ferviente impulsor de la candidatura, como su teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Ignacio del R¨ªo. ?lvarez del Manzano habl¨® de ello en una reuni¨®n del PP en el restaurante Solchaga, en el que algunos pol¨ªticos de peso como Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre, Ricardo Romero de Tejada y P¨ªo Garc¨ªa-Escudero eran sus contertulios. All¨ª tambi¨¦n estaban Gallard¨®n y Manuel Cobo, que ni por asomo pensaron en que les iba a tocar liderar el tramo final.
Manzano y su equipo tuvieron la visi¨®n de buscar terrenos libres en la nueva centralidad del este -una gran superficie entre el distrito de San Blas, Vic¨¢lvaro y el t¨¦rmino de Coslada- para emplazar en ellos el grueso de las instalaciones ol¨ªmpicas. Esta reserva de suelo ha sido primordial para la candidatura, que disfruta de unos terrenos bien comunicados y a pocos minutos del aeropuerto.
Gallard¨®n tard¨® algunos meses en convencerse de que el proyecto ol¨ªmpico iba a ser su gran objetivo. En mayo de 2003 sal¨ªa elegido alcalde y en su programa incluy¨® a ¨²ltima hora su plan de candidatura con un compromiso especial para hacer del proyecto un referente medioambiental.
Ignacio del R¨ªo dio paso a Feliciano Mayoral, que dej¨® el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol para dirigir la oficina ol¨ªmpica. Madrid construy¨® sedes, promocion¨® sus planes en el extranjero, convenci¨® a los ciudadanos de las ventajas del sue?o ol¨ªmpico y Gallard¨®n se convirti¨® en su mayor embajador. El alcalde se dio cuenta de que Madrid podr¨ªa abrirse m¨¢s al mundo, como lo hizo Barcelona en 1992, si organizaba unos Juegos. Un voto le impidi¨® cumplir su sue?o aquel 6 de julio de 2005 en Singapur.
Mercedes Coghen, una persona de confianza del vicealcalde Manuel Cobo y de la familia Samaranch, pero sin experiencia ol¨ªmpica internacional, tomaba el relevo de Mayoral. S¨®lo uno de los miembros del equipo inicial, Antonio Fern¨¢ndez Arimany muy vinculado a los Samaranch, permanec¨ªa. Gallard¨®n optaba por caras nuevas y de su total confianza para la nueva traves¨ªa, pese al consejo de los grupos de la oposici¨®n.
El alcalde y todo su equipo estaban tan convencidos del triunfo que no se lo pod¨ªan creer cuando oyeron el nombre de Londres como ciudad ganadora. La capital brit¨¢nica avalada por Sebasti¨¢n Coen hizo una gran presentaci¨®n, pero sobre planos. Madrid perd¨ªa con una candidatura ejecutada al 70%. El varapalo fue terrible. Gallard¨®n compareci¨® desencajado ante los periodistas en un sal¨®n del hotel Raffles de Singapur. No hab¨ªa preparado el discurso de la derrota, porque no la contempl¨® nunca. Rosa Aguilar e In¨¦s Saban¨¦s, de IU, fueron sus c¨®mplices para armar su comparecencia.
Dos d¨ªas despu¨¦s de llegar a Madrid, el equipo ol¨ªmpico era recibido por los Reyes en el palacio de la Zarzuela. El alcalde se comprometi¨® con don Juan Carlos a seguir intent¨¢ndolo. No hab¨ªa pasado ni una hora cuando todos los integrantes de la candidatura fueron despedidos de manera fulminante. El alcalde abri¨® un periodo de reflexi¨®n durante el verano. Fue tres meses despu¨¦s cuando Juan Antonio Samaranch, ex presidente del COI, le convenci¨® de seguir en la lucha.
Durante estos a?os, Madrid ha retocado algo el proyecto de Madrid 2012, pero, curiosamente, en la evaluaci¨®n preliminar el COI le ha puesto peor nota ahora que entonces; incluso le ha criticado por la presentaci¨®n que se hizo.
Gallard¨®n se ha dejado, si cabe, aun m¨¢s la piel en este trabajo viajando por todo el mundo y vendiendo sus planes, dando prioridad a esta misi¨®n frente a asuntos m¨¢s locales. Ahora ¨¦l es el mayor defensor del proyecto, porque sabe de la importancia del olimpismo; ahora conoce las claves y, como en julio de 2005, est¨¢ convencido de tener una corazonada. Por eso le molesta que alguien le plantee que Madrid tiene muy dif¨ªcil ser sede en 2016, porque en 2012 Londres organizar¨¢ los Juegos -nunca dos ciudades europeas se han dado paso una a otra- o que sus rivales, R¨ªo, Tokio y Chicago, tienen respaldo internacional. Gallard¨®n ir¨¢ a examinarse otra vez ante el COI sin tener preparado el discurso de la derrota: s¨®lo piensa en ganar. Ha dejado de ser el alcalde descre¨ªdo para ser un ol¨ªmpico convencido.
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