Los fusilaron al alba

Hoy hace 34 a?os que se perpetraron los ¨²ltimos fusilamientos del franquismo: dos miembros de ETA (que entonces era otra cosa muy distinta) y tres del FRAP. Los primeros, en Burgos y Barcelona; los segundos, en Hoyo de Manzanares, donde el cometido fue llevado a cabo por tres pelotones de 10 guardias civiles o polic¨ªas, todos voluntarios. El mundo se opuso, pero el viejo no hizo caso a nadie: ni a su hermano Nicol¨¢s, ni al papa Pablo VI, ni al primer ministro sueco Olof Palme, ni al presidente mexicano Echevarr¨ªa, ni a personalidades de los cinco continentes.

Como las protestas fueron ecum¨¦nicas, Franco organiz¨® una gran concentraci¨®n en la plaza de Oriente y logr¨® repetir con voz agonizante (morir¨ªa un mes m¨¢s tarde) la obsesi¨®n de su dictadura: "Todas las protestas obedecen a una conspiraci¨®n mas¨®nico-izquierdista, en contubernio con la subversi¨®n comunista-terrorista". Por lo que sea, se olvid¨® de los jud¨ªos el peque?o general.

Recuerdo un Madrid consternado aquellos d¨ªas. Hubo rabia y gritos, pero sobre todo mucha tristeza. Unos d¨ªas antes, Luis Eduardo Aute compuso desde su rinc¨®n de Jorge Juan la canci¨®n Al alba, dedicada a los cinco condenados. Para burlar la censura, convirti¨® la protesta en un bello poema de amor que enseguida grab¨® Rosa Le¨®n. En la actualidad, es uno de los temas infaltables en cualquiera de los conciertos de Aute. Los fusilamientos, al fin, no fueron al alba. En Hoyo, el macabro ritual comenz¨® a las 9.10 y se remat¨® a las 10.05. La memoria hist¨®rica est¨¢ a la vuelta de la esquina.