El PP se rinde y deja que sea Camps quien madure cu¨¢ndo tomar medidas

La direcci¨®n nacional del PP se rinde. Constatado que, tras 48 horas de presiones p¨²blicas y privadas, Francisco Camps no est¨¢ dispuesto, al menos de momento, a cortar cabezas para atajar el esc¨¢ndalo de la posible financiaci¨®n ilegal de su partido, los estrategas de la calle G¨¦nova (sede central del PP) han decidido dejar de empujar al presidente valenciano. La direcci¨®n nacional, seg¨²n varias fuentes de G¨¦nova, est¨¢ absolutamente convencida de que tarde o temprano esas cabezas tendr¨¢n que rodar, y prefer¨ªa que fuera cuanto antes, pero ante la imposibilidad de convencer a Camps ha dejado que sea ¨¦l quien madure esa compleja decisi¨®n.

En el pulso mantenido durante 48 horas entre Madrid y Valencia, los papeles han quedado perfectamente definidos. Dolores de Cospedal, la secretaria general, ha ejercido el de mala de la pel¨ªcula, con un choque dial¨¦ctico virulento con Camps el lunes, cuando le exigi¨® por tel¨¦fono que tomara medidas "contundentes". Mariano Rajoy, por el contrario, ha ejercido de pacificador, hablando con el presidente valenciano constantemente para intentar aplacar su enfado por la actuaci¨®n de Cospedal.

El encuentro, a medio camino entre Madrid y Valencia, dur¨® cinco horas

Cospedal ha hecho de mala y el l¨ªder del partido, de conciliador

Pero como las m¨²ltiples llamadas no eran suficientes, Rajoy y Camps quedaron ayer sin avisar a nadie en el parador de Alarc¨®n (Cuenca), seg¨²n confirmaron fuentes del PP despu¨¦s de que la cadena SER desvelara la noticia. La comida y sobremesa, de hasta cinco horas seg¨²n varias fuentes, sirvi¨® para pacificar definitivamente los ¨¢nimos entre Madrid y Valencia, aunque nadie sab¨ªa a ¨²ltima hora de la noche si se hab¨ªa tomado alguna decisi¨®n.

Mientras, en el grupo parlamentario y en algunas direcciones regionales se instalaba ayer una cierta preocupaci¨®n ante la evidencia de que Camps, y tambi¨¦n Ricardo Costa y Vicente Rambla, los dos principales candidatos a la destituci¨®n, seg¨²n todas las fuentes, han ganado la primera ronda del pulso con Madrid.

"Rajoy ha demostrado una vez m¨¢s que nunca mata a la primera; lo hace lentamente, como sucedi¨® con B¨¢rcenas, y eso tiene el problema de que transmite la sensaci¨®n de falta de autoridad interna, pero es su estilo y nadie lo va a cambiar", sentencia un diputado.

Algunos de los m¨¢s fieles a Rajoy admiten esa lentitud a la hora de tomar decisiones en momentos dif¨ªciles, pero creen que eso le fortalece. "El camino de Rajoy a La Moncloa es una carrera de obst¨¢culos, esperemos que ¨¦ste sea el ¨²ltimo. Pero a estas alturas todo el mundo sabe que Mariano consigue superarlos todos", sentencia otro. "Cada vez estamos mejor en las encuestas; G¨¹rtel no tiene efectos electorales", repiten como un mantra varios marianistas.

Con su estrategia de meter presi¨®n a Camps a trav¨¦s de Cospedal, Rajoy ha logrado, adem¨¢s, seg¨²n otros miembros de la direcci¨®n, un objetivo importante: instalar en la opini¨®n p¨²blica la idea de que ¨¦ste es un problema de Valencia, que a ¨¦l no le afecta.

Varios marianistas analizan que Rajoy y Camps mantienen su estrecha relaci¨®n personal, pero el apoyo cerrado en p¨²blico que le brind¨® en el caso de los trajes ya no es posible. El l¨ªder del PP, que antes de la comida con Camps se reuni¨® con Cospedal en el Congreso, no quiso hacer ning¨²n tipo de declaraci¨®n, tampoco de apoyo a su bar¨®n en apuros. S¨®lo acept¨® hablar a la prensa de la candidatura de Madrid 2016, y cuando se le pregunt¨® por posibles dimisiones en Valencia, hizo un quiebro: "En Valencia, como todos los espa?oles, apoyan la candidatura de Madrid 2016".

Algunos miembros de la direcci¨®n est¨¢n molestos por la actitud de Camps, que en lugar de ofrecer explicaciones claras sobre la posible financiaci¨®n ilegal, se burl¨® en el Parlamento de la oposici¨®n y de lo que ¨¦l define como "el l¨ªo" en referencia al caso G¨¹rtel. Muchos achacan su ausencia de reacci¨®n al hecho de que ¨¦l no puede obligar a dimitir a Costa ni a Rambla tan f¨¢cilmente, puesto que el presidente est¨¢ personalmente implicado en el esc¨¢ndalo, ya que ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, habla de ¨¦l en varias de las conversaciones e incluso afirma que si tiene problemas para cobrar las deudas hablar¨¢ con la esposa del l¨ªder, muy amiga suya.

Sin embargo, otros dirigentes son mucho m¨¢s comprensivos y conf¨ªan en que el bar¨®n de la Comunidad Valenciana tardar¨¢ un tiempo, pero sabr¨¢ resolver el asunto de la ¨²nica forma que desde Madrid se entiende como posible: cortando cabezas. "Camps tiene que digerir el golpazo que se ha llevado. Eso no se hace en dos d¨ªas. Cuando estall¨® el caso G¨¹rtel en Madrid tambi¨¦n hubo este desconcierto, y luego se tomaron decisiones. Camps ha sido leal con Rajoy, hay que dejarle margen de maniobra".

Algunos dirigentes temen, sin embargo, que Camps est¨¦ dejando pasar los d¨ªas a la espera de que el asunto, con el tiempo, abandone las portadas de los peri¨®dicos, y as¨ª poder hacer lo que m¨¢s c¨®modo le resulta, esto es, insistir en que todo es un montaje y no tomar ninguna decisi¨®n. Camps conf¨ªa, se?alan varios diputados, en que el informe policial pueda acabar en el limbo jur¨ªdico.

En cualquier caso, la crisis ha ahondado la fractura de Camps con Cospedal, que se fragu¨® con la pol¨¦mica por el Estatuto de Castilla-La Mancha, que marca el fin del trasvase Tajo-Segura en 2015. Algunos diputados insisten en que a ella a¨²n se la ve mucho m¨¢s como dirigente territorial de Castilla-La Mancha que como secretaria general, y en ese campo Cospedal no puede vencer a Camps. "En Valencia gobernamos y ella est¨¢ en la oposici¨®n. Camps aporta un mill¨®n y medio de votos en las generales, ella est¨¢ por ver. No est¨¢ en condiciones de exigirle nada", sentencia otro.