"Madrid se desenvuelve entre lo sublime y lo cutre"
El historiador considera que la capital es una ciudad con vocaci¨®n de cambio
Antonio Bonet Correa, coru?¨¦s de 83 a?os, dirige desde el pasado enero la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Con 52 acad¨¦micos y 190 empleados, es una de las instituciones culturales de mayor solera entre las de Madrid, depositaria de los c¨¢nones est¨¦ticos. Perteneciente a una familia acomodada, con ra¨ªces en Lugo, Bonet pas¨® su mocedad en Santiago de Compostela, donde curs¨® Filosof¨ªa y Letras. "Viv¨ª feliz entre el mar y la monta?a de Galicia", evoca.
Inclinado inicialmente a la literatura por antecedentes familiares -su madre publicaba libros con seud¨®nimo -, el c¨¦lebre periodista Borob¨®, director de La Noche, donde Bonet comenz¨® a colaborar casi adolescente, le indujo a seguir la carrera de las artes. A tal directriz se aplicar¨ªa con un entusiasmo por el saber art¨ªstico que no parece haberle abandonado desde entonces. Prosigui¨® estudios en Par¨ªs, donde vivi¨® los que, a su juicio, fueron los a?os m¨¢s prometedores de la Europa de posguerra, entre 1951 y 1957. "Estuve en el coraz¨®n intelectual del mundo", recuerda con satisfacci¨®n. Antonio Bonet Correa fue primero lector de espa?ol en varios liceos parisienses y luego ejerci¨® como profesor ayudante de historia del arte en la Sorbona.
"La Villa, ese fondo popular que no se ha perdido, gana a la Corte"
"Los 'grafiteros' expresan una inquietud que no acierto a entender"
A su regreso a Espa?a, fue catedr¨¢tico de esta misma asignatura en Murcia donde, seg¨²n confiesa con orgullo, cuatro de sus alumnos de primer curso, entre ellos el recientemente fallecido Juan Antonio Ram¨ªrez, llegar¨ªan a ser catedr¨¢ticos de arte o de historia del arte. Es considerado un divulgador incansable del arte.
Bonet Correa ha sido pionero del estudio del urbanismo desde una perspectiva hist¨®rico-art¨ªstica. Tras su paso por diferentes c¨¢tedras, tambi¨¦n en Sevilla, cuyo Museo de Arte Moderno dirigi¨®, recal¨® en 1986 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde dirigi¨® su museo, con pinturas de maestros universales, se?aladamente representados por el mayor n¨²mero de obras (13) de Francisco de Goya, a excepci¨®n de las que atesora el Museo del Prado -del que Bonet es patrono-. Bajo su mandato, el de la Academia ampli¨® en 22 sus salas, con un panel de pintores contempor¨¢neos desde V¨¢zquez D¨ªaz a Eduardo Chicharro o Pablo Picasso. Ahora, esas salas, que por razones de personal no pod¨ªan visitarse durante los ¨²ltimos dos a?os, son accesibles al p¨²blico varios d¨ªas a la semana. A su juicio, "la Academia no acredita a los artistas noveles, sino que incluye a los ya consagrados". ?Es sensible a los nuevos movimientos art¨ªsticos? "Claro que s¨ª. Hay acad¨¦micos que proceden de las nuevas artes de la imagen, como la fotograf¨ªa o el dise?o, y antes, adem¨¢s de las pl¨¢sticas, la Academia ya acog¨ªa las llamadas artes temporales, el cine y la m¨²sica". ?Considera art¨ªstico un movimiento como el de los grafiteros? "Expresa una inquietud que no acierto a entender". Pero ellos, los grafiteros, dicen que el espacio urbano est¨¢ ocupado por la publicidad y nadie pide permiso a los ciudadanos para apropi¨¢rselo. ?Qu¨¦ piensa? "Creo que el grafiterismo sobre canter¨ªa no tiene valor ninguno, me duele profundamente la falta de respeto a la alta cultura que algunos de ellos muestran". Y pone un ejemplo. "Cuando Hern¨¢n Cort¨¦s tuvo problemas con su gente tras la Noche Triste [en la que fue derrotado por los aztecas], surgieron pintadas cr¨ªticas contra ¨¦l. Mand¨® encalarlas, pero reaparecieron. Entonces, en pasquines ¨¦l escribi¨®: 'Muros blancos, papel de imb¨¦ciles".
El director de la Academia de San Fernando es un conocedor privilegiado de Madrid. ?Cu¨¢l es el rasgo m¨¢s destacado de esta ciudad? "Toda ciudad vive en una disyuntiva perpetua entre la permanencia y el cambio, pero Madrid es una ciudad con vocaci¨®n de cambio", explica. ?Qu¨¦ es lo que permanece? "Su trazado, la huella de un enclave hist¨®rico. Es una ciudad que se desenvuelve entre lo sublime y lo cutre. Ha ido creciendo de una manera muy an¨¢rquica, se ha ido articulando por adiciones. Antonio Ponz dec¨ªa que esta ciudad ten¨ªa una herencia musulmana, pero tambi¨¦n eso le da encanto". ?Cree que aqu¨ª se respeta el paisaje urbano? "Madrid est¨¢ mucho mejor que antes, ya es una metr¨®polis moderna". ?Cu¨¢l es el elemento crucial? "El agua. Recuerde: Madrid, aguas mil. En eso se parece a Marrakech o a Teher¨¢n, porque su subsuelo est¨¢ lleno de agua. Sin embargo, por fuera, llegando desde Somosierra y de lejos, Madrid es una ciudad te?ida de rojo que parece oriental, se asemeja a Bagdad. Aunque, tras vivir algunos a?os en Sevilla, Toledo me pareci¨® una ciudad n¨®rdica".
?En qu¨¦ medida se articula el arte con la ciudad? "El urbanismo es la vida", asegura el historiador. ?En la pol¨¦mica re?ida siempre en Madrid entre la Villa y la Corte, qui¨¦n gana la lid? "Creo que la Villa, ese fondo popular que, pese a todo, Madrid nunca ha perdido".
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