?Unos Juegos rentables?

R¨ªo de Janeiro est¨¢ de enhorabuena desde que, la semana pasada, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) seleccionara su candidatura para acoger los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016. Y no es para menos, no s¨®lo por ser la primera capital de Am¨¦rica Latina que los celebra en la historia, sino porque el impacto econ¨®mico que genera un evento de esta magnitud impulsa el desarrollo de cualquier ciudad, la sit¨²a en el mundo gracias a los millones de telespectadores y visitantes internacionales que se dan cita en torno al acontecimiento. Y, por supuesto, tiene su reflejo en el resto del pa¨ªs.

Las inversiones ya est¨¢n en marcha. Ser¨¢n, seg¨²n el proyecto R¨ªo 2016, 14.400 millones de d¨®lares destinados a la organizaci¨®n de los 15 d¨ªas de competici¨®n y a las inversiones previstas para infraestructuras deportivas, de alojamiento y, sobre todo, de transportes. Un presupuesto que servir¨¢ para cambiar la idiosincrasia de la ciudad carioca. Los principales "peros" que ha puesto el COI a la ciudad anfitriona han sido su inseguridad, la lejan¨ªa entre las instalaciones ol¨ªmpicas y los alojamientos (m¨¢s de 30 kil¨®metros) y el deficiente funcionamiento de los transportes, as¨ª como la insuficiencia de plazas hoteleras. Carencias que intentar¨¢n subsanar las inversiones y que pueden convertirse, de ser as¨ª, en el mejor legado que reciba R¨ªo despu¨¦s de 2016.

Porque unos Juegos Ol¨ªmpicos tienen un impacto econ¨®mico inducido que perdura en el tiempo. "No s¨®lo es el derivado del evento atl¨¦tico y las inversiones que se ponen sobre la mesa para acogerlo, si no de las inversiones extranjeras que puedes atraer antes de la propia celebraci¨®n y hasta a?os despu¨¦s". As¨ª lo pone de manifiesto el estudio realizado por Ferran Brunet, investigador del Centro de Estudios Ol¨ªmpicos y profesor de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, de la que depende. Brunet cuantifica este impacto econ¨®mico adicional entre los 3.050 millones de d¨®lares que registr¨® Sidney en 2000 y los 22.800 millones de Beijing (ver cuadro adjunto).

"Los Juegos Ol¨ªmpicos estaban en la ruina hasta Los ?ngeles 1984, cuando se introdujeron los derechos televisivos y el merchandising", asegura el profesor del IE Business School Gildo Seisdedos. Desde entonces, prosigue, el resto de las ciudades ha obtenido gran rentabilidad al acogerlos; algunas, sobre todo, pol¨ªtica, como Se¨²l y Beijing, y otras, econ¨®mica, especialmente Atlanta, Barcelona y Sidney. "Atenas fue un desastre por problemas de mala gesti¨®n", asegura, ante la ¨²nica excepci¨®n que se ha dado desde entonces.

"R¨ªo tiene como grandes ventajas para la celebraci¨®n de los JJ OO su grado de crecimiento econ¨®mico y la necesidad de infraestructuras, cuyas obras se van a acelerar gracias a esta cita internacional", afirma Seisdedos. A su juicio, la capital carioca seguir¨¢ los ejemplos de renovaci¨®n urbana de que han sido modelo, fundamentalmente, Barcelona y, despu¨¦s, Sidney.

Pero existen riesgos, advierte Brunet. "El primero es que el presupuesto organizativo pueda desviarse significativamente. Se les pueden disparar los costes por la inflaci¨®n, que, sin duda, elevar¨¢ los salarios en el ¨¢rea de R¨ªo. Los juegos son una oportunidad, pero tambi¨¦n un riesgo. Hay que garantizar que el espect¨¢culo deportivo salga a la perfecci¨®n, que es lo m¨¢s relevante y lo que aporta la buena o mala imagen del pa¨ªs", asegura el investigador. Y a?ade: "En R¨ªo, el impacto econ¨®mico se va a diluir porque es una ciudad enorme. Pero el impacto social va a ser muy importante y se va a simbolizar en el parque ol¨ªmpico, como ocurri¨® en Beijing 2008, que se convirti¨® en un icono de arquitectura modernista en la ciudad".

La organizaci¨®n de los m¨¢ximos galardones deportivos genera 60.000 empleos en casi cualquiera de los JJ OO celebrados hasta ahora; en Brasil pueden ser m¨¢s, mantiene Brunet. "Los juegos van a ser rentables para R¨ªo de Janeiro. Pero se necesita estabilidad".

El aumento del turismo y la atracci¨®n de empresas y negocios hacia el pa¨ªs son el mejor legado que puede recibir R¨ªo de Janeiro gracias al mayor de los eventos deportivos. Pues ese crecimiento genera consumo y empleo. "Las olimpiadas proporcionar¨¢n una exposici¨®n y promoci¨®n en el extranjero no s¨®lo de la ciudad de R¨ªo, si no de todo Brasil. Ser¨¢ un beneficio incalculable para nuestro turismo y nuestra econom¨ªa a largo plazo", declar¨® el ministro de Turismo brasile?o, Luiz Barretto, tras la elecci¨®n del COI. El Gobierno prev¨¦ que el n¨²mero de visitantes extranjeros crezca entre un 10% y un 15% en 2016. Y hay que tener en cuenta que Brasil, con 190 millones de habitantes, s¨®lo recibe algo m¨¢s de cinco millones de turistas for¨¢neos. Los dem¨¢s est¨¢n por llegar. -