El euro gana peso como moneda de reserva de los bancos centrales
La divisa com¨²n roza el cambio de 1,5 d¨®lares y comienza a preocupar al BCE
"El d¨®lar ya no es lo que era", dice uno de los malos en la ¨²ltima entrega de la saga James Bond mientras reclama un pago en euros contantes y sonantes. El cine como met¨¢fora: el reinado de la divisa estadounidense est¨¢ (una vez m¨¢s, y van casi 20 a?os as¨ª) en entredicho. El euro empieza a hacerle sombra. Un d¨¦ficit p¨²blico nunca visto en tiempos de paz, una pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s sin precedentes, al 0%, una Gran Depresi¨®n financiera, el revent¨®n de la burbuja inmobiliaria y la lenta -pero que muy lenta- recuperaci¨®n prevista en EE UU se combinan en un c¨®ctel que ha dejado temblando al billete verde.
La debilidad estadounidense se refleja m¨¢s que nunca en su moneda. La semilla de la desconfianza ha arraigado de tal manera que el euro gana peso como divisa de referencia: los bancos centrales de todo el mundo acumularon m¨¢s de la mitad de sus reservas en euros entre abril y junio, seg¨²n Barclays Capital. Es la primera vez que eso ocurre en un periodo de alta demanda (cuando los bancos centrales acumulan m¨¢s de 80.000 millones de d¨®lares en un trimestre). Y es tambi¨¦n la primera vez que la cuota de d¨®lares comprados baja al 37%.
Es la primera vez que m¨¢s de la mitad de las reservas se hacen en euros
Todo suma: la moneda europea sigue batiendo marcas y cotiza ya rozando los 1,5 d¨®lares por unidad, el m¨¢ximo en m¨¢s de 14 meses y por encima de los niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers, ep¨ªtome del desfallecimiento de Wall Street y del pinchazo de la econom¨ªa norteamericana en los ¨²ltimos tiempos.
El oro est¨¢ tambi¨¦n en m¨¢ximos, y el mercado petrolero se recalienta por momentos. La causa es siempre la misma: ese declive del d¨®lar. El euro est¨¢ lejos a¨²n de los 1,60 d¨®lares que alcanz¨® en abril de 2008, pero los analistas no descartan que siga escalando hasta esa cota. No se trata de que la econom¨ªa europea est¨¦ fuerte: son Estados Unidos y su divisa quienes flaquean.
La cuota de mercado del d¨®lar en las divisas mundiales baja a medida que sube la del euro. Seg¨²n el Banco Internacional de Pagos de Basilea -una suerte de banco central de bancos centrales-, el d¨®lar supon¨ªa a¨²n el 62,8% de las reservas mundiales al cierre del primer semestre. Pero esa cifra no deja de caer: a finales de 2008 estaba en el 64%. "Se trata de una tendencia que se viene arrastrando desde hace 10 a?os", asegura Pablo Guijarro, de AFI. "Pero aun as¨ª, y a pesar de todas las presiones, la p¨¦rdida de protagonismo es y va a seguir siendo muy gradual", a?ade.
"Mezclado, no agitado". El c¨®ctel de martini y vodka del agente 007 describe bien lo que debe pasar tambi¨¦n en el mercado de divisas para que los tipos de cambio contribuyan a reequilibrar el crecimiento mundial y no provoquen graves des¨®rdenes, como ha ocurrido en crisis financieras del pasado. Se trata de introducir progresivamente otras divisas como monedas de referencia que mezclen bien con el d¨®lar para reducir riesgos, como el euro, el yen japon¨¦s y paulatinamente el yu¨¢n chino, en un proceso gradual, sin grandes agitaciones.
"A nadie le interesa un shock en el mercado de divisas", avisa Guijarro. "Que el d¨®lar ceda terreno es positivo, pero ni el mercado del euro ni el de ninguna otra moneda son comparables en profundidad y liquidez al del d¨®lar", advierte Guijarro.
El desplome del billete verde ha cogido velocidad en las ¨²ltimas semanas por la conjunci¨®n de las presiones especulativas de los inversores, ¨¢vidos por endeudarse m¨¢s barato, y por la propia fragilidad de la recuperaci¨®n de la primera potencia mundial. Adem¨¢s, la carrera a la baja del d¨®lar ir¨ªa a m¨¢s de no ser por la intervenci¨®n de algunos bancos centrales asi¨¢ticos para impedir una mayor devaluaci¨®n. El p¨¢nico asociado a la crisis provoc¨® una subida del d¨®lar al inicio de las turbulencias. Pero en estos seis meses la recuperaci¨®n del apetito por el riesgo ha provocado la salida del dinero refugiado en el d¨®lar.
"Jap¨®n y la zona euro est¨¢n empezando a quejarse de la depreciaci¨®n acumulada, porque perjudica su recuperaci¨®n. Pero esas amenazas son a¨²n muy veladas", sostiene Antonio Villarroya, de Merrill Lynch en Londres. "No va a haber un desplome pero s¨ª un movimiento a la baja sostenido", afirma el economista jefe de Intermoney, Jos¨¦ Carlos D¨ªez.
Un d¨®lar d¨¦bil beneficia la recuperaci¨®n estadounidense a trav¨¦s de sus exportaciones. Y encarece las ventas al exterior del resto del mundo. Las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo han ido cambiando. "Las autoridades a ambos lados del Atl¨¢ntico" est¨¢n dispuestas a cooperar "de manera apropiada" asegur¨® Jean-Claude Trichet el jueves en Venecia. Los int¨¦rpretes del siempre oscuro banquero central franc¨¦s dicen que ¨¦se podr¨ªa ser un primer paso hacia una intervenci¨®n en el mercado de divisas.
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