Busca tu camino (de vuelta)

En 1983, cuanto apenas nadie se acordaba del Camino de Santiago, Paolo Caucci organiz¨® un congreso jacobeo en Perugia. Por entonces, cuando se hablaba del Camino la mayor¨ªa de la gente se lo tomaba a la ligera, lo ve¨ªa como cosa de la catedral. Y la Iglesia, con su visi¨®n exclusivista, hac¨ªa lo posible para que as¨ª fuera. Pero otros pens¨¢bamos que el asunto ten¨ªa m¨¢s vertientes, cultural, espiritual, y, por qu¨¦ no, pol¨ªtica, pues el proceso de uni¨®n europea pod¨ªa tener una protohistoria simb¨®lica. El Camino, a pesar de la diversidad de las tierras que atraviesa, es una realidad conceptual y f¨ªsica ¨²nica que se anda por distintos motivos. La Europa que intentamos construir es algo semejante, la uni¨®n de la diversidad.

Conviene plantearse el jubileo de otra forma, con el trinomio universidad, empresa y ciudad

Para la p¨²blica opini¨®n, el momento estelar fue el a?o 93. Al menos desde 1991 Xunta y Concello hab¨ªan trabajado de forma concertada en dos programas: Xacobeo 93 y Compostela 93, en un proceso de negociaci¨®n permanente que tuvo un gran ¨¦xito. Para la ciudad era el primer t¨¦rmino de un proyecto m¨¢s amplio, Compostela 93-99, que supuso su transformaci¨®n y conservaci¨®n. Durante aquellos a?os pas¨® por aqu¨ª todo cuanto ten¨ªa renombre y calidad en el panorama art¨ªstico; por hablar s¨®lo del cap¨ªtulo musical, pisaron el escenario del Auditorio de Galicia la Sinf¨®nica de Chicago, la Staatskapelle Dresden, las Filarm¨®nicas de Berl¨ªn, Israel y Scala de Mil¨¢n, la Nacional rusa, la London Philharmonic, la Philharmonia y tantas otras, con una n¨®mina de directores impresionante: Abbado, Barenboim, Celebidache, Giulini, Jansons, Maazel, Mehta, Rozhdestventski, Sinopoli... Al cumplirse este 29 de octubre el 20? aniversario del Auditorio recordamos, con cierta nostalgia, aquellos a?os irrepetibles, cuando se daban la mano Victoria de los ?ngeles y Brigitte Fassbaender, Alfredo Kraus y Jos¨¦ Van Dam, Alicia de Larrocha y Maria Jo?o Pires. Con todo, parece que esta temporada los amantes de la m¨²sica cl¨¢sica tendremos no pocas satisfacciones, pues los diferentes programas ofrecen propuestas interesantes.

Volviendo los ochenta, ya entonces nos pregunt¨¢bamos de qu¨¦ iba la ruta jacobea y cre¨ªamos que el a?o jubilar, adem¨¢s de A?o Santo, era la exaltaci¨®n del Camino. Pero la actitud ante las efem¨¦rides tiende a ser pasiva, receptora; que vengan, que nos visiten y consuman, cuantos m¨¢s, mejor. De hecho, buena parte de la cuesti¨®n gira en torno a los millones de visitantes. Al final la cr¨®nica suele quedar en una competici¨®n estad¨ªstica de actividades culturales a diestro y siniestro, de audiencias y de peregrinos y turistas high y low cost.

Este verano, andando unos tramos del Camino franc¨¦s con Javier Solana ratificamos que es mucho m¨¢s que una cuesti¨®n medi¨¢tica; que la consigna "buen camino" que repiten invariablemente toda la miscel¨¢nea de peregrinos tiene que ver con una ra¨ªz cultural que estamos creando y que, superfluidades aparte, tiene algo ecum¨¦nico: paisaje, esfuerzo, esp¨ªritu, cultura, empat¨ªa... El problema es que ahora viene una sequ¨ªa de once a?os hasta 2021. Es cierto que el Camino, Galicia y Compostela quedan promocionadas, pero creo que conviene plantearse el jubileo -que ya muchos llaman "xacobeo"- de otra manera. Eso es el camino de vuelta, de Galicia hacia fuera, basado fundamentalmente en el trinomio universidad, empresa y ciudad, intercambiando el capital humano y los recursos. El Grupo Compostela de universidades y el sistema acad¨¦mico en su conjunto debe reavivarse sobre la base de excelencia e innovaci¨®n que ya reivindican muchos departamentos. Los hermanamientos no consisten s¨®lo en una ceremonia protocolaria, sino en establecer v¨ªnculos concretos en una Europa en red. La empresa gallega, que ya est¨¢ presente en el exterior, puede optimizar esas relaciones, no como polos aut¨®nomos sino como sistema gallego de ciudades. En todo esto el papel de la Xunta es primordial.

Una reflexi¨®n final. Una ciudad que hace un aporte significativo al PIB com¨²n, tanto y tan bien conocida en Europa, tan importante en el plano cultural y, por qu¨¦ no decirlo, tan bien hecha ayer y hoy, merece concluir la Ciudad de la Cultura con una visi¨®n de modernidad, para no repetir lo que ya hay en Galicia y no vaciar de contenido la ciudad construida, la indiscutiblemente culta.