"La fascinaci¨®n de las Atarazanas s¨®lo es comparable a la Catedral"
Las Reales Atarazanas de Sevilla, un edificio medieval que durante su larga historia ha tenido muchas vidas, se prepara ahora para el siglo XXI de la mano del arquitecto Guillermo V¨¢zquez Consuegra, quien emplear¨¢ cinco materiales, "madera, acero, vidrio, luz y las magn¨ªficas vistas de la Catedral y la Giralda", para convertirlo en el nuevo CaixaForum.
El centro cultural, que la entidad financiera se ha comprometido a inaugurar en 2015 como fecha l¨ªmite, tendr¨¢ 6.700 metros cuadrados a los que hay que sumar los 5.000 metros cuadrados de la planta baja que el proyecto mantiene intacta para crear un gran espacio p¨²blico abierto a trav¨¦s de los arcos de la calle Dos de Mayo, v¨ªa que se convertir¨¢ en la entrada principal del nuevo centro. Total: 11.700 metros cuadrados a disposici¨®n de la ciudadan¨ªa que har¨¢n del CaixaForum Sevilla la estrella de la red de centros culturales de La Caixa.
Todo est¨¢ listo ya para que eche a andar el engranaje: redacci¨®n definitiva del proyecto, aprobaci¨®n de la Comisi¨®n de Patrimonio de la Junta, licencias municipales y un periodo de construcci¨®n de unos tres a?os. En cuanto al presupuesto, la entidad financiera tiene el compromiso con la Junta -propietaria del monumento que lo ha cedido a la caja catalana por 75 a?os- de invertir un m¨ªnimo de 20 millones de euros. Frente a los 100 millones -cantidad que se ha barajado en la ciudad-, la caja tiene previsto no superar los 40 millones.
"Pocas veces he experimentado una emoci¨®n tan especial y tan intensa como la que siento al encontrarme en el interior de las Atarazanas. Cuando nos planteamos el concurso pens¨¦: 'Este espacio no podemos tocarlo'. Descubrimos entonces el potencial de la planta alta, que forma parte del edificio que se superpone en el siglo XVIII para convertir las Atarazanas en cuartel de artiller¨ªa -la actual entrada principal en la calle Temprado-, en donde hemos desarrollado casi todo el programa del CaixaForum", comenta V¨¢zquez Consuegra, quien a lo largo de sus 35 a?os de carrera ha recibido un buen n¨²mero de galardones, entre ellos el Premio Nacional de Arquitectura en 2005.
Una de las sorpresas que guardaban las viejas Atarazanas, mandadas construir por Alfonso X El Sabio en 1252 con 17 naves de las cuales s¨®lo se conservan siete en estado original, es la impresionante vista de la Giralda y la Catedral que tienen sus cubiertas. "Desde que la descubrimos decid¨ª que esas magn¨ªficas vistas deber¨ªan de formar parte del proyecto. Por eso hemos situado un restaurante con una terraza abierta y una cubierta ajardinada que, a la vez, sirve de vest¨ªbulo al aire libre al auditorio", explicaba ayer el arquitecto mientras paseaba por el bosque de arcos mud¨¦jares que ¨¦l decidi¨® regalar a la ciudad en su proyecto, opci¨®n que La Caixa ha refrendado con la elecci¨®n.
"Las Atarazanas es un edificio clave para entender el proceso de construcci¨®n de la ciudad. Su interior es el espacio m¨¢s fascinante e intenso de toda la arquitectura civil sevillana, tan s¨®lo comparable a la Catedral", asegura el arquitecto quien, adem¨¢s, est¨¢ trabajando en la segunda fase de la rehabilitaci¨®n del Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia del Gobierno, pero que echa de menos construir de nueva planta.
"Las intervenciones sobre el patrimonio hist¨®rico son muy complicadas y, al final, si te descuidas, s¨®lo te lo agradece el edificio. Al principio siempre se crean falsas pol¨¦micas que responden a otros intereses, distintos a los puramente arquitect¨®nicos", afirma. Su propuesta, con la que gan¨® el concurso al que se presentaron 10 estudios por invitaci¨®n, ubica en la planta baja, adem¨¢s de la plaza p¨²blica abierta a trav¨¦s de la arquer¨ªa de la calle Dos de Mayo, una cafeter¨ªa, la tienda del centro y talleres para ni?os. En la planta baja del edificio que da a la calle Temprado, levantado en estilo neocl¨¢sico en ¨¦poca de Carlos III, estar¨¢n las oficinas del centro y el muelle de descarga (para las obras de arte); mientras que en su primera planta, el antiguo sal¨®n de armas ser¨¢ la principal sala de exposiciones con 800 metros cuadrados.
En el siguiente nivel, apenas tres metros por encima del sal¨®n de armas, se encontrar¨¢ el acceso a las tres naves alternas, infraestructura heredada del cuartel de artiller¨ªa que, como el resto del edificio -salvo el cuerpo que da a Temprado-, tendr¨¢ cubiertas met¨¢licas, una aleaci¨®n de zinc y titanio que aportar¨¢ unidad formal al edificio. En las naves que no tienen planta alta, el arquitecto mantendr¨¢ las claraboyas existentes. En el ¨²ltimo nivel se ubicar¨¢ el auditorio, con capacidad para 290 espectadores y que corre transversalmente a lo largo de cinco naves.
El ahorro y la eficacia energ¨¦tica se conseguir¨¢n a trav¨¦s de conductos de agua fr¨ªa y caliente por suelos, techos y muros radiantes. "Para la renovaci¨®n del aire en el edificio, en lugar de tomarlo del exterior se tomar¨¢ de la planta baja, por lo que ser¨¢ ya un aire atemperado que supondr¨¢ un ahorro adicional", explica.
La aportaci¨®n contempor¨¢nea de V¨¢zquez Consuegra ser¨¢ el vest¨ªbulo. "El proyecto aprovecha las discontinuidades existentes, las fracturas del edificio, para instalarse y evolucionar verticalmente. Con el vest¨ªbulo aportamos nuestra forma de entender el espacio. M¨¢s generosa, con grandes huecos que juegan con la luz", concluye V¨¢zquez Consuegra, un profesional austero que siempre ha huido de la arquitectura-espect¨¢culo.
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