Cajas bajo presi¨®n

Mientras la pelea por el control de Caja Madrid monopolizaba la conversaci¨®n, el mi¨¦rcoles el consejo de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA) abordaba el proceso de fusiones. El presidente, Juan Ram¨®n Quint¨¢s, traslad¨® la inquietud del Banco de Espa?a (BE) y suya propia por su evoluci¨®n y meti¨® presi¨®n para que aceleren los contactos y las negociaciones. El banco central quiere tener ya el nuevo mapa de cajas y decidir las ayudas que debe canalizar a trav¨¦s del Fondo de Reestructuraci¨®n de Ordenaci¨®n Bancaria (FROB).

Una de las razones para justificar esas prisas se debe a que el periodo de vigencia de este fondo no es ilimitado y que en un momento dado las autoridades europeas pueden obligar a cerrar el grifo. En todo caso, son las cajas las que deben presentar al BE los planes de integraci¨®n o de saneamiento y solicitar las cantidades para que la instituci¨®n decida su aprobaci¨®n siempre y cuando considere que estar¨¢ en condiciones para devolver el dinero.

No es de extra?ar, por tanto, que el mismo d¨ªa del consejo se difundieran informaciones de los procesos abiertos entre Caja Navarra y Caja Canarias y las castellanoleonesas Espa?a, Duero y Burgos, que se unen a los que ya est¨¢n en marcha entre las cajas catalanas (en dos grupos) y el de CCM, por la que se interesa

BBK e Ibercaja. Faltan muchas por entrar en el baile, incluida Caja Madrid, que es donde est¨¢ el morbo.

La instituci¨®n que gobierna Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, poco puede hacer si le dan el plato servido, ya que las comunidades aut¨®nomas son las que cortan el bacalao en las cajas. Si no se quiere que sea as¨ª deber¨¢n cambiar la ley. El caso es que la sucesi¨®n en Caja Madrid ha cabreado de tal forma a MAFO que en la instituci¨®n han planteado soluciones dr¨¢sticas. Seg¨²n expertos cercanos, podr¨ªa intervenir la caja apelando a la ley de disciplina bancaria, determinando que siga el actual equipo gestor o nombrar nuevos administradores. De momento, est¨¢ a la espera de la decisi¨®n de la juez Vacas, que lleva el recurso presentado por el Ayuntamiento de Madrid por considerar que su representaci¨®n en los ¨®rganos no es justa. Si toma medidas y paraliza el proceso electoral, le facilitar¨ªa las cosas.

Mientras tanto, la pelota est¨¢ en el tejado pol¨ªtico. La filtraci¨®n de un supuesto consenso entre Gobierno y PP con el pl¨¢cet del BE, que negaron todas las partes, para nombrar presidente a Luis de Guindos gener¨® tal marejada que reventaron las compuertas. De Guindos estar¨ªa acompa?ado por Miguel Mu?iz, socialista, ex presidente del ICO y actual director del Teatro Real. De Guindos, ex secretario de Estado de Econom¨ªa con el PP y ahora en PricewaterhouseCoopers (PwC), responde al perfil de persona sensata, ajena a las peleas pol¨ªticas y con conocimientos financieros. En cuanto a Mu?iz nadie repar¨® en que tiene 70 a?os, edad que fuerza la jubilaci¨®n como consejero. Pero nadie les hab¨ªa llamado. A De Guindos se lo anunciaron el lunes por la noche.

Despu¨¦s todo se precipit¨®. La pelea implica directamente a la presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, y al presidente del PP, Mariano Rajoy, principalmente, sin olvidar al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Rajoy, cuya predilecci¨®n es Rodrigo Rato, con lo que le pagar¨ªa varias deudas, se ha visto obligado a dar un golpe de autoridad frente a las pretensiones de Aguirre para demostrar que el que manda en el partido es ¨¦l. Pero la aguerrida presidenta madrile?a, a la que Rajoy ya se lo habr¨ªa comunicado en Copenhague el 2 de octubre (cuando Madrid perdi¨® la sede ol¨ªmpica), ha apostado por su vicepresidente en la Comunidad de Madrid, Ignacio Gonz¨¢lez, y est¨¢ dispuesta a dar la batalla.

Aguirre ha aludido al pacto de estabilidad alcanzado con el l¨ªder del Partido Socialista Madrile?o, Tom¨¢s G¨®mez, para una lista ¨²nica en la que tambi¨¦n participar¨ªan los sindicatos y otras fuerzas representadas. Ahora G¨®mez se encuentra en un mar de dudas para apoyar a Gonz¨¢lez, quien no hace muchas fechas se mostraba muy seguro de su futuro, sobre todo despu¨¦s de las reuniones que hab¨ªa mantenido con el propio Rajoy. Incluso, ha ido confeccionando un equipo en el que estar¨ªa un primer ejecutivo de su confianza con experiencia en el sector. Pero Rajoy, conocedor del rechazo que genera Gonz¨¢lez, ha cambiado de parecer.