EE UU crece, pero no convence
Acabada la recesi¨®n, la mejor¨ªa de la primera econom¨ªa mundial se presenta larga y penosa
EE UU toc¨® fondo y rebot¨®. Incluso en la castigada Michigan tienen esperanza: el paro en la cuna de la industria automovil¨ªstica baj¨® dos d¨¦cimas en septiembre. Empresas como la resucitada General Motors empiezan a contratar, y aunque por lo general se trata de empleos temporales baratos, para la asesora laboral Adecco es la antesala de la firma de nuevos contratos fijos, quiz¨¢ antes de seis meses.
Y es que con la econom¨ªa dando las primeras se?ales de recuperaci¨®n, las empresas empiezan a animarse a llamar a los mismos empleados que despidieron hace un a?o. Es el caso del fabricante de camiones Oshkosh, en el Estado de Wisconsin, que acaba de contratar a 600 antiguos asalariados gracias a un suculento contrato militar. Y como Robert Bohn, presidente de la empresa, el 26% de los empresarios se plantean recuperar los puestos de trabajo eliminados durante la crisis, seg¨²n la web de b¨²squeda de empleo CareerBuilder.
A pesar de la reactivaci¨®n, el paro seguir¨¢ subiendo en 2010
La recuperaci¨®n se apoya en una intervenci¨®n p¨²blica sin precedentes
El mercado inmobiliario tendr¨¢ una vuelta dif¨ªcil a la normalidad
Las compras navide?as pueden ser la excusa para volver a consumir
No parece haber prisa por desactivar las medidas de est¨ªmulo
Preocupan los da?os colaterales de un periodo tan largo de bajos tipos de inter¨¦s
Las compa?¨ªas estadounidenses, opinan los expertos del Bank of America, reaccionaron en exceso a la Gran Recesi¨®n eliminando m¨¢s empleos de los necesarios. "El miedo a la depresi¨®n les llev¨® no s¨®lo a recortar agresivamente puestos de trabajo, sino tambi¨¦n inventarios e inversiones", explican. Por eso creen que, conforme la recuperaci¨®n tome cuerpo, volver¨¢ la confianza.
La National Association of Business Economics (NABE) maneja datos que no se ve¨ªan desde hace casi dos a?os. El 44% de los integrantes de ese lobby empresarial se benefici¨® de un alza en la demanda en el tercer trimestre. Aumento que contribuy¨® a una expansi¨®n del beneficio en el 36% de las compa?¨ªas. Y con m¨¢s demanda y mejores resultados, una cuarta parte considera ampliar plantilla.
Los datos oficiales revelan que la mayor econom¨ªa del mundo cobr¨® fuerza en el tercer trimestre, rompiendo as¨ª con el ciclo de contracci¨®n m¨¢s prolongado en siete d¨¦cadas. Tras cuatro trimestres consecutivos en negativo, el Producto Interior Bruto se expandi¨® un 0,9% frente al trimestre anterior, lo que equivale a una tasa anualizada del 3,5%. La producci¨®n industrial crece, los precios de la vivienda repuntan ligeramente y los resultados empresariales mejoran.
"EE UU est¨¢ emergiendo de la m¨¢s larga y severa recesi¨®n desde la Segunda Guerra Mundial", se?alan los expertos de UniCredit. Como otros analistas, esperan que el repunte se mantenga en el cuarto trimestre. Pero en Wall Street hay dudas sobre la salud del repunte y esperan que todo esto no sea una ilusi¨®n. Y es que aunque el paciente ha salido de la unidad de cuidados intensivos y ha pasado a planta, sigue sometido a medicaci¨®n.
De hecho, la euforia por la fortaleza del repunte ha durado un solo d¨ªa. Tras el dato de crecimiento del PIB del jueves, el viernes se supo que el consumo de los hogares se hab¨ªa enfriado ya en septiembre debido al cese de alguno de los programas de apoyo p¨²blico a la econom¨ªa, en concreto el programa dinero por chatarra (cash for clunkers) para la renovaci¨®n del parque de autom¨®viles.
En cualquier caso, la herida abierta es profunda: 15,1 millones de parados y 7,6 millones de empleos perdidos desde diciembre de 2007. Y duele sobre todo en zonas industrializadas como Michigan, donde el 15,2% de la poblaci¨®n activa est¨¢ sin trabajo. EE UU lidiar¨¢ con las consecuencias de la recesi¨®n durante un tiempo.
CareerBuilder revela, de hecho, que la mayor¨ªa de los empresarios esperar¨¢ a 2010 para decidirse a contratar. Un 36% de ellos lo har¨¢ probablemente en el primer semestre. NABE anticipa que dos de cada diez empresas seguir¨¢n haciendo ajustes, y son mayor¨ªa los que esperar¨¢n a ver que el motor no gripa. Esto va en l¨ªnea con "un repunte sin empleo" del que habla la Reserva Federal.
La explicaci¨®n es simple, y la dio el presidente Barack Obama. La actividad econ¨®mica ser¨¢ tan modesta a lo largo del pr¨®ximo a?o que el mercado laboral se degradar¨¢ hasta bien entrado 2010, porque el incremento de la poblaci¨®n activa ser¨¢ mayor que los empleos que se crean. El paro, que roza el 10%, se mantendr¨¢ "severamente elevado", augura su asesora econ¨®mica Christina Romer.
La tasa de desempleo es la m¨¢s alta en 26 a?os y el doble que al final del anterior ciclo expansivo, en diciembre de 2007. Y los afortunados que vuelven a tener trabajo cobran menos. Recuperar a la gente que conoce y que encaja en su cultura es la opci¨®n menos arriesgada y m¨¢s barata para las empresas.
Como resultado de la alta tasa de desempleo, la productividad se dispar¨® un 6,6% en el segundo trimestre y se espera que se mantenga a un nivel similar en el tercero. Esto, coinciden los analistas, es bueno para el balance de las empresas, pero malo para los ingresos de los hogares. Y como sucedi¨® con el periodo de recuperaci¨®n tras la crisis de 2001, la productividad ser¨¢ un sustento clave del repunte.
Es la cruda realidad a la que hace frente el estadounidense de a pie y que se refleja en la ¨²ltima encuesta de la cadena de televisi¨®n NBC: el 52% de los ciudadanos piensa que las cosas van en la mala direcci¨®n. "Claro que estamos mejor que antes, pero queda mucho para salir del agujero", reitera la consultora Global Insight.
El ¨²ltimo indicador de confianza del Conference Board, un organismo dedicado al estudio de las tendencias econ¨®micas, es un claro recordatorio del aire que se respira en la calle. Cay¨® por segundo mes consecutivo en octubre y se coloc¨® por debajo de los 50 puntos, lo que significa que sigue reinando el pesimismo. La ecuaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s si se tiene en cuenta que parte de la recuperaci¨®n en EE UU se apoya sobre una intervenci¨®n p¨²blica sin precedentes.
El Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (Fed) llevan un a?o utilizando todas las armas en sus arsenales para reactivar el crecimiento y estabilizar los mercados. As¨ª gastaron, prestaron o pusieron como aval 11,6 billones de d¨®lares. De hecho, como se?ala el banco Wells Fargo, el crecimiento en el tercer trimestre estuvo impulsado por "inyecciones de est¨ªmulo puntuales" a la compra de coches y primera vivienda.
El Libro Beige de la Fed tambi¨¦n lo muestra. Habla de una estabilizaci¨®n o cierta mejor¨ªa en la mayor¨ªa de las regiones del pa¨ªs. El consumo, subraya, sigue plano, y los recientes incrementos en ese cap¨ªtulo se deben ¨²nicamente a los programas de est¨ªmulo econ¨®mico y al efecto de la vuelta al colegio. Y es que los estadounidenses evitan adquirir cosas que consideran demasiado caras.
En el sector manufacturero se aprecian mejoras modestas, como en la construcci¨®n. Pero mientras en el precio de las viviendas residenciales se observan se?ales de recuperaci¨®n, en el caso de los inmuebles comerciales la correcci¨®n contin¨²a en buena parte del pa¨ªs. Eso afecta a las peque?as firmas financieras, que miran con lupa los pr¨¦stamos, lo que restringe la disponibilidad de cr¨¦dito.
En una recuperaci¨®n t¨ªpica, la econom¨ªa se apoya en el incremento de la demanda real. Y, tarde o temprano, el sector privado tomar¨¢ el lugar del Estado como motor. Pero es dif¨ªcil encontrar evidencias de que hogares y empresas est¨¦n listas para asumir el liderazgo. El fardo del endeudamiento es muy pesado. Con un repunte modesto y los bancos siendo muy duros a la hora de prestar dinero, el gasto continuar¨¢ restringido y la demanda, d¨¦bil.
"?sta ha sido la madre de todas las recesiones", se?al¨® Jimo Owens, consejero delegado del fabricante de maquinaria pesada Caterpillar, en proceso de ajuste global. Morgan Stanley considera que esta amalgama de datos "apoya el argumento de que la recuperaci¨®n tendr¨¢ baches", y descarta un repunte en V como el que suele suceder a recesiones tan profundas.
En t¨¦rminos similares se pronuncia el banco de inversi¨®n Mizuho Securities, que se concentra en los datos de PIB para decir que un repunte en W -con una leve reca¨ªda- es a¨²n una posibilidad porque el pilar central de la econom¨ªa estadounidense, el consumo, sigue sometido a un tremendo estr¨¦s. Por eso insiste en que la atenci¨®n a partir de ahora se dirigir¨¢ hacia el empleo, donde no se ver¨¢n datos positivos hasta abril como pronto.
UBS no lo ve tan dram¨¢tico. Sus analistas proyectan que EE UU crecer¨¢ un 2,6% en 2010 y un 3% en 2011. Una aceleraci¨®n que califican de "modesta", aunque sin reca¨ªdas. El paro, vaticinan, llegar¨¢ al 10,3% en el primer trimestre de 2010 y tardar¨¢ dos a?os en bajar al 9,5%. Como consecuencia, el incremento de los salarios y de los precios ser¨¢ tenue. Es decir, ven una recuperaci¨®n en U.
La marcha del mercado laboral ser¨¢ clave en el ritmo de la fase expansiva. Tambi¨¦n la del sector inmobiliario, ya que las casas pueden ser una fuente de dinero en efectivo con que cubrir gastos extraordinarios. Los precios subieron por cuarto mes consecutivo en agosto. Pero nadie se lleva a enga?o. Gran parte de la mejora est¨¢ vinculada, por un lado, a los incentivos que expiran a final de a?o y, por otro, a que se est¨¢n vendiendo principalmente casas desahuciadas.
Los an¨¢lisis de la Reserva Federal se?alan que el mercado inmobiliario tendr¨¢ una "vuelta dif¨ªcil" a la normalidad despu¨¦s de tres a?os de contracci¨®n. El alza del paro alimenta la ola de desahucios, y los bancos son reacios a dar cr¨¦ditos que puedan manchar sus balances. Y para entender el da?o de la crisis basta con saber que una de cada diez personas sin techo se encuentra en esta situaci¨®n por haber perdido su casa.
Bank of America discrepa. Cree que el repunte de la actividad en la construcci¨®n es "real". Aunque las ayudas fiscales y las ventas de viviendas bajo estr¨¦s influyen, tambi¨¦n cree que el aumento de la demanda est¨¢ relacionado con el hecho de que el ladrillo est¨¢ ahora a un precio m¨¢s asequible que hace dos o tres a?os. Y si el cr¨¦dito y el empleo mejoran, el repunte ser¨¢ sostenible.
Los analistas de NPD Group, empresa especializada en el an¨¢lisis de mercados, tampoco se creen tanto el ¨²ltimo dato de confianza y auguran que los consumidores volver¨¢n a gastar pronto, porque empiezan a estar cansados de mirar hasta el ¨²ltimo centavo y se sienten m¨¢s c¨®modos con la nueva realidad. El ¨ªndice de ahorro de los hogares est¨¢ a su nivel m¨¢s alto en d¨¦cadas. La temporada de compras navide?as que arranca con el D¨ªa de Acci¨®n de Gracias podr¨ªa ser la excusa.
La firma ShopperTrak, que analiza las tendencias del comercio al por menor, ya habla de un incremento en las visitas a los centros comerciales, y esto hace pensar que habr¨¢ un incremento en las ventas del 2,5% respecto a 2008. La National Retail Federation, que agrupa a las empresas del sector, es m¨¢s precavida y habla de una ca¨ªda del 1%, hasta los 437.600 millones, en ventas entre noviembre y enero. Es, en cualquier caso, un escenario mejor que la ca¨ªda del 3,4% hace un a?o.
?Qu¨¦ suceder¨¢ si se retiran los est¨ªmulos? Superada la fase de rescate, la Fed debate qu¨¦ hacer a partir de ahora. Los miembros del banco central insisten en que su estrategia se concentra en que la recuperaci¨®n mantenga el rumbo. No parecen tener prisa por desactivar las medidas adoptadas tras el colapso de Lehman Brothers.
Entre bastidores, sin embargo, ya preparan al mercado para tal eventualidad, porque, como dijo recientemente su presidente, Ben Bernanke, la estrategia actual no es infinita. "Debemos pensar en la pol¨ªtica de salida y hacerlo de una forma muy cuidadosa", se?al¨® el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, que aventura una "recuperaci¨®n muy insatisfactoria en 2010". Su colega Eric Rosengren, de la Fed de Boston, se expres¨® en los mismos t¨¦rminos: "Necesitamos esperar a que haya m¨¢s progresos antes de retirar algunos de los est¨ªmulos". Es decir, ven en estos incipientes signos de recuperaci¨®n un crecimiento m¨¢s bien d¨¦bil y les preocupa que el alza del paro haga mella en el consumo -del que dependen dos tercios del crecimiento- y la confianza.
La Fed se re¨²ne el martes y el mi¨¦rcoles. No anunciar¨¢ ning¨²n movimiento en los tipos de inter¨¦s, as¨ª que la atenci¨®n se dirigir¨¢ al lenguaje que utilice en su comunicado. B¨¢sicamente, lo que quieren ver sus miembros es un incremento del gasto privado, incluida la vivienda. Hay otros miembros de la Fed, como Richard Fischer, que est¨¢n preocupados por los da?os colaterales de un periodo prolongado de bajos tipos de inter¨¦s, que est¨¢ yendo aparejado con una expansi¨®n masiva de la liquidez disponible para el mercado. "No queremos que se dude de que disponemos de la habilidad y la predisposici¨®n de restringir la pol¨ªtica monetaria en el debido momento", advirti¨®.
Esta combinaci¨®n de est¨ªmulos podr¨ªa alimentar el alza de precios cuando la recuperaci¨®n econ¨®mica tome cuerpo. La inflaci¨®n, en todo caso, permanecer¨¢ en torno al 2% por un largo periodo. Los tipos est¨¢n en el 0% desde diciembre, y permanecer¨¢n ah¨ª hasta mediados de 2010, seg¨²n UBS. Pero hay otro factor que no pierde de vista la Fed: el d¨®lar, que puede alimentar el alza de precios por v¨ªa de las importaciones.
La debilidad del billete verde plantea, sin embargo, un dilema. Una de las teor¨ªas que manejan los economistas es que una moneda barata potencia las exportaciones y estimula el crecimiento. Pero la depreciaci¨®n del d¨®lar no se est¨¢ traduciendo en una mejora notable en la balanza comercial. Las exportaciones suben porque la demanda global repunta, y no porque EE UU sea m¨¢s atractiva.
Agujero en las cuentas p¨²blicas
Hay otro pesado fardo que tiene que aguantar la econom¨ªa estadounidense y que explica la debilidad de su divisa: el colosal agujero en sus cuentas p¨²blicas. El ejercicio 2009 se cerr¨® en septiembre con un d¨¦ficit de 1,4 billones de d¨®lares, cifra equivalente al 9,9% del PIB. Es el triple que el r¨¦cord de 2008. Marc Faber, autor del libro Gloom, Boom & Doom, califica la situaci¨®n fiscal de "desastrosa".
Faber teme que el repunte visto en el d¨®lar durante los ¨²ltimos d¨ªas no va a durar mucho, porque anticipa que Washington se ver¨¢ obligado a seguir imprimiendo dinero para poder pagar sus deudas. Hasta tal punto de que cree que el 50% de los ingresos fiscales deber¨¢ destinarse a cubrir el pago de los intereses de la deuda p¨²blica. "Es insostenible", remach¨®.
Larry Summers, principal consejero econ¨®mico del presidente Barack Obama, duda por ello de que sea conveniente lanzar un segundo paquete de est¨ªmulos. "Los recursos son limitados", dijo recientemente en una entrevista. As¨ª que la carga de la acci¨®n de Washington se concentrar¨¢ en extender las ayudas a parados y pensionistas, mientras invierte lo presupuestado en sectores que permitan crear empleo, como la energ¨ªa, la salud y la educaci¨®n. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.