Los que m¨¢s pagan son los que mejor juegan
Antes de que en 2004 Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, feligr¨¦s madridista confeso y asiduo a las galas florentinianas de aquellos d¨ªas en los que el palco de Chamart¨ªn parec¨ªa el foro de Davos, promulgara la llamada ley Beckham, en su equipo ya le deleitaban Zidane y Ronaldo, por ejemplo. Ambos hab¨ªan llegado al f¨²tbol espa?ol con el r¨¦gimen impositivo anterior, como en su d¨ªa Cruyff, Maradona, Roberto Carlos, Rivaldo, Bebeto, Romario y tantas otras megaestrellas que siempre, bajo todo tipo de haciendas, han poblado la Liga. Hasta el Betis pudo presumir de haber fichado una vez al m¨¢s caro de la historia (Denilson).
Aznar y sus core¨®grafos intentaron propagar que era un gancho seductor para importar cient¨ªficos. No col¨®. Sirvi¨® de tapadera para el f¨²tbol y por eso el ingenio popular la etiquet¨® como la ley Beckham, no la ley Einstein. En t¨¦rminos deportivos, el se?uelo fiscal no tuvo el cuajo esperado, sino todo lo contrario. Desde Beckham, los fichajes extranjeros del ¨²ltimo Madrid de Florentino P¨¦rez fueron mucho menos cosm¨¦ticos y no parece que llegaran atra¨ªdos por las rentas: Owen, Samuel, Woodgate, Robinho, Baptista, Diogo, Pablo Garc¨ªa, Gravesen, Cicinho y Cassano. Ninguno sali¨® a hombros. Tampoco en la etapa de Ram¨®n Calder¨®n, directivo con Florentino P¨¦rez y luego su sucesor, hubo extranjeros en el pedestal. Pese a la ley, el Madrid no fue competitivo ni en el rastrillo futbolero ni en el campo europeo, frenado siempre en la Liga de Campeones.
El ¨¦xito del Bar?a gravita en torno a jugadores que, como Xavi, cotizan al 43%
El Bar?a era el otro gran trasatl¨¢ntico del f¨²tbol espa?ol al que, como al Madrid, m¨¢s pod¨ªa beneficiar el gui?o aznariano. Pero acudi¨® mucho menos al mercado internacional que su gran adversario y, salvo el fichaje de Ronaldinho, puso el acento en La Mas¨ªa. Hoy, exitoso, el club azulgrana gravita en torno a Messi -que paga como espa?ol- y al caladero de Xavi, Iniesta, Busquets, Puyol, Piqu¨¦, Vald¨¦s todos ellos gravados con el 43%, todos ellos, salvo el ¨²ltimo, internacionales indiscutibles. Adem¨¢s, este Bar?a nacionalizado es la cuna de la selecci¨®n espa?ola m¨¢s triunfal de la historia, la que desde Viena 2008, s¨®lo cuatro a?os despu¨¦s de la ley Beckham, es universalmente reconocida como la m¨¢s est¨¦tica del planeta. En fin, que desde la intervenci¨®n del Gobierno aznarista para atraer gal¨¢cticos, el gran competidor del f¨²tbol espa?ol ha sido el f¨²tbol espa?ol, al que no le bajaron los impuestos: el Bar?a y la selecci¨®n. Otra paradoja: desde su promulgaci¨®n Espa?a ha exportado m¨¢s que nunca (Cesc, Reina, Xabi Alonso, Riera, Fernando Torres...).
S¨®lo con el regreso de Florentino P¨¦rez al mando del Real Madrid, la Liga ha vuelto a reclutar a extranjeros de primer rango que estuvieran anclados en clubes de m¨¢ximo potencial, caso de Cristiano Ronaldo (Manchester United), Kak¨¢ (Milan) e Ibrahimovic (Inter). Pero hoy, quienes aspiran al Bal¨®n de Oro son Messi, Xavi e Iniesta, se?al de que la Liga ya era atractiva, seductora como la que m¨¢s. Curioso: los que m¨¢s pagan son los que mejor juegan, campeones de Champions y Eurocopa. Lo que desmiente el apocal¨ªptico an¨¢lisis de esos rectores de la patronal, curiosos dirigentes, por cierto, que vaticinan la necrol¨®gica de la Liga sin atajos fiscales.
El f¨²tbol es tan proclive a los extrav¨ªos impunes que hoy el presidente de la Liga Profesional es Jos¨¦ Luis Astiazar¨¢n, el mismo que d¨ªas despu¨¦s de dejar en bancarrota a la Real Sociedad fue elegido al frente del patronato, donde se garantiz¨® 1,6 millones de euros de sueldo por un mandato de cuatro a?os. Su pretoriano en la LFP es Javier Tebas, implicado en la defunci¨®n de aquel Badajoz que fue propiedad de un televisivo presentador argentino llamado Marcelo Tinelli, antes de ser consultor de Manuel Ruiz de Lopera y, sobre todo, escolta del irrepetible Dimitri Piterman en un Alav¨¦s que acab¨® hecho cenizas. Ellos, que han contribuido de forma notable a los constantes enredos televisivos del campeonato, en detrimento de una clientela sumida cada a?o en la total confusi¨®n y unos clubes v¨ªctimas de su voracidad, tambi¨¦n son una irracional excepcionalidad del f¨²tbol espa?ol. La otra, la de que los m¨¢s privilegiados pagasen menos por el hecho de ser extranjeros, ya est¨¢ en v¨ªas de soluci¨®n. No ten¨ªa defensa c¨ªvica posible. Como no la tiene que los clubes deban 627 millones de euros a Hacienda. Nada har¨¢ que la Liga se resienta, ni siquiera el caprichoso devenir de sus dirigentes, que lo mismo se declaran abiertos al inter¨¦s general que quieren codificar la ley Cascos. Antes y despu¨¦s del atropello audiovisual de aqu¨¦l, de las concesiones de Aznar a la galaxia y de los impuestos de Beckham, el f¨²tbol espa?ol ha sido, es y ser¨¢ competitivo y atractivo. La solidaridad tambi¨¦n ayuda, por muy selv¨¢tico que sea el negocio. Espa?a se iguala a su entorno. Nada m¨¢s. ?Qui¨¦n teme a la Uni¨®n Europea?
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