Econom¨ªa prev¨¦ suprimir organismos p¨²blicos para atajar el elevado d¨¦ficit
Los ministerios y las empresas estatales deber¨¢n aprobar planes de austeridad
Al cintur¨®n de la Administraci¨®n del Estado le van a faltar agujeros. El proyecto de Presupuestos de 2010 es s¨®lo "el punto de partida" de "la estrategia de consolidaci¨®n fiscal" que se plasmar¨¢ en "medidas muy severas". As¨ª se refleja en el plan econ¨®mico-financiero de reequilibrio 2010-2012, que el Gobierno acaba de enviar al Congreso de los Diputados, y que es todo un aviso de lo que aguarda a ministerios y empresas p¨²blicas. El mayor d¨¦ficit p¨²blico de la democracia obliga. Y el Ministerio de Econom¨ªa baraja incluso "la posibilidad de suprimir organismos".
El plan, al que ha tenido acceso EL PA?S, es extenso en el cap¨ªtulo de advertencias pero corto en propuestas concretas. Por eso mismo, es revelador que Econom¨ªa considere entre las medidas que "deben mencionarse" la eliminaci¨®n de organismos p¨²blicos, dentro de "reorganizaciones administrativas que supongan una reducci¨®n del gasto real". Aunque no va tan lejos como la proposici¨®n de ley del PNV, respaldada por la mayor¨ªa del Congreso hace poco m¨¢s de una semana, que aboga por la supresi¨®n de dos ministerios y una vicepresidencia.
En 2010 el Gobierno s¨®lo cubrir¨¢ el 15% de los empleos p¨²blicos vacantes
Buena parte del Presupuesto estatal suele estar condicionado por el propio funcionamiento de la Administraci¨®n central y las transferencias a comunidades y ayuntamientos. Adem¨¢s, algunos mecanismos que se han disparado con la recesi¨®n (las prestaciones por desempleo, los intereses de la deuda p¨²blica, las ayudas temporales contra la crisis) hipotecan una porci¨®n creciente del gasto p¨²blico. Y el nivel de recaudaci¨®n de impuestos, que se ha desplomado, tardar¨¢ en recuperarse. As¨ª que no queda otra que "reconsiderar a?o a a?o todas las actuaciones de los departamentos ministeriales, de forma que se puedan obtener m¨¢rgenes fiscales para financiar los incrementos de actuaciones prioritarias".
Cada ministerio deber¨¢ aprobar un plan de austeridad, "en el cual deber¨¢n cuantificarse los ahorros que se produzcan en los gastos de funcionamiento". Econom¨ªa extiende esa obligaci¨®n "a las entidades del sector p¨²blico empresarial". Cada centro de decisi¨®n administrativo deber¨¢ adem¨¢s revisar "qu¨¦ l¨ªneas de actuaci¨®n pueden suspenderse o aplazarse a ejercicios futuros".
El departamento que dirige la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, prev¨¦ tambi¨¦n mantener una "oferta de empleo p¨²blica restrictiva" hasta 2012. El Gobierno ya ha anticipado que el pr¨®ximo a?o s¨®lo repondr¨¢ el 15% de los puestos que queden vac¨ªos. Y ha pactado con los sindicatos limitar la subida salarial de los funcionarios (2,3 millones de trabajadores, 575.000 en la Administraci¨®n central) al 0,3% en 2010 y al nivel de la inflaci¨®n prevista en 2011, con la garant¨ªa de compensar la p¨¦rdida de poder adquisitivo a partir de 2012.
Econom¨ªa quiere insistir en la negociaci¨®n con los sindicatos para "pactar pol¨ªticas de recursos humanos en la Administraci¨®n General del Estado que conduzcan a una mayor eficiencia". M¨¢s concreto es su empe?o por incorporar "incentivos de productividad" (hacer depender una parte del sueldo del cumplimiento de objetivos) en la retribuci¨®n de los funcionarios; una posibilidad que recoge el Estatuto del Empleado P¨²blico, pero que se ha empleado poco.
Es la primera vez que el Gobierno se ve obligado a enviar al Congreso un plan de reequilibrio, en cumplimiento de la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, de 2007. Lo hace, adem¨¢s por doble motivo: las cuentas del Estado de 2008 acabaron en d¨¦ficit (equivalente al 2,8% del PIB), cuando se hab¨ªa presupuestado super¨¢vit. Y las de 2009 ya se aprobaron, de partida, con d¨¦ficit (-1,5%) que el propio Gobierno eleva ahora al -8,1%.
La idea, a imagen y semejanza de lo que se hace en la UE cuando un pa¨ªs supera un d¨¦ficit p¨²blico del 3%, es plasmar "las pol¨ªticas de ingresos y gastos que sea preciso aplicar para corregir dicha situaci¨®n en el plazo m¨¢ximo de tres ejercicios presupuestarios". Pero el plan remitido al Congreso, que no incorpora novedades sobre las previsiones de junio (ver gr¨¢fico) es mucho menos detallado que los documentos que se suelen enviar a Bruselas. Sobre todo del lado de los ingresos. Aqu¨ª s¨®lo se constata la subida de impuestos (IVA, tributaci¨®n del ahorro) que se pondr¨¢ en marcha en 2010. Y que "se proceder¨¢ a revisar el esquema de beneficios fiscales", un camino que ya se ha iniciado con la retirada de la deducci¨®n de los 400 euros en el IRPF y el anuncio de que se eliminar¨¢ la desgravaci¨®n por compra de vivienda en 2011.
Grandes diferencias con Bruselas
La Comisi¨®n Europea advirti¨® esta semana que las previsiones de recaudaci¨®n que hace el Gobierno para anticipar un d¨¦ficit del 9,5% del PIB este a?o y un 8,1% en 2010 pueden ser demasiado generosas. Bruselas cree que se elevar¨¢ hasta el 11% este a?o y se quedar¨¢ en el 10% el pr¨®ximo. Pese a las medidas de contenci¨®n del gasto esbozadas, el plan del Gobierno se queda muy corto para explicar c¨®mo pretende rebajar el d¨¦ficit hasta el 3% antes de 2012. Un objetivo, marcado por el Pacto de Estabilidad de la UE, que se f¨ªa en buena parte a una recuperaci¨®n m¨¢s vigorosa de lo que pronostican la Comisi¨®n Europea o el FMI para Espa?a.
Econom¨ªa calcula que del 8,1% del d¨¦ficit que vaticina para 2010, una cuarta parte se debe a los mecanismos compensatorios que activa la recesi¨®n, como el pago de prestaciones por desempleo, que desaparecer¨ªa cuando la econom¨ªa vuelva a crear puestos de trabajo. Hay otro 0,5% que corresponde a medidas temporales anticrisis, como el fondo extraordinario de inversi¨®n municipal (que en 2010 baja de 8.000 a 5.000 millones). Son los est¨ªmulos fiscales, ampliamente usados por el Gobierno en 2009 (pesaron m¨¢s del 2,2% del PIB), para sostener la actividad. Econom¨ªa dice que los est¨¢ quitando "de forma gradual", siguiendo lo que se aprob¨® en la ¨²ltima cumbre del G-20. Pero los n¨²meros cuentan que, m¨¢s bien, se retiran a la carrera.
El resto del saldo negativo es m¨¢s dif¨ªcil de solventar, aun si la recuperaci¨®n es tan vigorosa como el Gobierno pronostica. Casi un tercio corresponde ya a la carga de los intereses de la deuda p¨²blica, una partida que no bajar¨¢ en este periodo. Y el 3% restante corresponde a lo que Econom¨ªa asume como d¨¦ficit estructural: el gasto p¨²blico generado en los ¨²ltimos a?os sobre la base de unos ingresos (derivados en buena parte del boom inmobiliario) que no volver¨¢n. En esa clave, las medidas del plan remitido al Congreso ser¨ªan la avanzadilla de una "pol¨ªtica fiscal activa que permita eliminar el d¨¦ficit estructural en el medio plazo". En otras palabras, decisiones dr¨¢sticas e impopulares.
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