La caldera de Sud¨¢n
Egipto y Argelia disputan el desempate en Jartum, plagada de polic¨ªa e hinchas fan¨¢ticos
Todo se enmara?¨® la semana pasada, cuando unos 200 j¨®venes egipcios atacaron en El Cairo a pedrada limpia el autob¨²s de la selecci¨®n argelina. Cuatro futbolistas acabaron con la cara marcada. "Son maquinaciones suyas", replic¨® la prensa local. Y se encendieron los ¨¢nimos como el 17 de noviembre de 1989, cuando ambos equipos se batieron para participar en el Mundial de Italia 1990. Entonces, en un partido calificado de guerra en el que el m¨¦dico egipcio perdi¨® un ojo en una acci¨®n atribuida a Belloumi, leyenda argelina, se impuso Egipto por la m¨ªnima. Argelia se cobr¨® la revancha en 2001 al imposibilitar la clasificaci¨®n del enemigo para el de Corea de Sur y Jap¨®n 2002. El ¨²ltimo domingo venci¨® Egipto (2-0) y provoc¨® el desempate de hoy en Sud¨¢n, territorio neutro convertido en ferviente caldera.
El aeropuerto de Jartum fue ayer un hervidero: 48 aviones de Argelia y 18 de Egipto aterrizaron cargados de fan¨¢ticos hinchas. No todos entrar¨¢n en el estadio. La FIFA ha reducido su capacidad de 41.000 a 35.000 espectadores y se dar¨¢n 9.000 entradas para cada bando y otras 9.000 a los sudaneses, hecho que preocupa a la federaci¨®n argelina, conocedora de la abundante colonia egipcia.
Las gradas estar¨¢n repletas de polic¨ªas: 15.000 reparti¨® el Ej¨¦rcito de Sud¨¢n por la ciudad y por Omduram, el barrio en el que se disputar¨¢ el encuentro. Tal despliegue, sin embargo, no impidi¨® que varios argelinos apedrearan el autocar egipcio cuando acab¨® el entrenamiento en el estadio Al Marij y que hubiera altercados, saldados con varios heridos.
Tras el partido en El Cairo, la celebraci¨®n se tradujo en alg¨²n fuego controlado, la destrucci¨®n de unos 50 coches y la hospitalizaci¨®n de siete personas. La frustraci¨®n de la derrota se dio en Lyon, con destrozo de mobiliario urbano, y en Marsella, donde la vasta colonia argelina quem¨® coches, rompi¨® escaparates, saque¨® comercios, incendi¨® seis barcos en el puerto viejo y revent¨® la fachada de una biblioteca. Hubo ocho detenidos, entre ellos tres menores. En Argelia se destrozaron las oficinas de Egypt Air y la sede de la telef¨®nica Djeezy, filial de la egipcia Orasco, adem¨¢s de producirse agresiones a residentes egipcios de M'sil. "Disputar el partido fue una imprudencia de la FIFA. Algunos jugadores estaban p¨¢lidos y otros paralizados", conviene el argelino Lemmouchia.
Argelia viv¨ªa ayer impaciente, Egipto estaba tensa -"en un pa¨ªs declarado en estado de emergencia, donde no permiten las concentraciones, se hace la vista gorda cuando se trata de meter un poco de ca?a a Argelia", reconoce Isabel P¨¦rez, freelance en la capital egipcia- y Sud¨¢n se manten¨ªa en alerta m¨¢xima.
Todo son pu?ales. El diario egipcio Nadeth Masr escrib¨ªa: "La prensa argelina bate los tambores de guerra". Y Watan, argelino, replicaba: "El Estado egipcio, pir¨®mano". Los jugadores no se quedan atr¨¢s. "Todo el equipo est¨¢ preparado para... la guerra", apunt¨® el argelino Bougherra.
Mientras las federaciones se acusan de incendiar el encuentro, la FIFA se limita a rogar juego limpio y cada equipo se prepara para la batalla para clasificarse por tercera vez para un Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.