Haidar niega haber cedido ante Marruecos a cambio de su regreso

La polic¨ªa marroqu¨ª sell¨® ayer todos los accesos a la casa de Aminetu Haidar en El Aai¨²n. Los agentes se desplegaron a las dos de la tarde (las tres en la Pen¨ªnsula) por las calles adyacentes y obligaron a dar media vuelta a las personas que pretend¨ªan acercarse a la destartalada placita en la que se halla la vivienda. Periodistas, amigos de la activista e incluso familiares encontraron prohibido el paso. Por las polvorientas arterias del barrio patrullaban furgones azules cargados de antidisturbios que se deten¨ªan para identificar a cualquiera que consideraran sospechoso. Las ¨®rdenes de los polic¨ªas eran tambi¨¦n impedir salir de la casa a sus habitantes. Los hijos de Haidar no pudieron ir a casa de una vecina.

La activista insisti¨® en "seguir luchando hasta el final" por su causa

En el interior, Aminetu celebr¨® su jornada de triunfo postrada en la cama y sometida a una dieta de agua y suero oral. Seg¨²n su m¨¦dico, el doctor De Guzm¨¢n, hasta dentro de unos diez d¨ªas no podr¨¢ ingerir alimentos s¨®lidos. Ella misma se da un plazo de "al menos dos meses" para retomar su vida habitual. Su precario estado f¨ªsico no ha mermado su fortaleza an¨ªmica. A trav¨¦s de terceras personas, neg¨® a EL PA?S haber hecho concesi¨®n alguna a las autoridades marroqu¨ªes a cambio de su regreso a El Aai¨²n. En declaraciones realizadas a varios medios por la ma?ana, antes de que la polic¨ªa bloqueara su casa, se mostr¨® decidida a "seguir luchando hasta el final" por la independencia del S¨¢hara Occidental.

Haidar no se detuvo ah¨ª. Dedic¨® duras palabras a Marruecos, y calific¨® de "est¨²pida" su decisi¨®n de expulsarla. Sus cr¨ªticas alcanzaron al Gobierno espa?ol: lo acus¨® de tomar partido por Rabat en el conflicto del S¨¢hara Occidental y le inst¨® a cambiar de pol¨ªtica, a la vista del apoyo que la sociedad civil ha prestado a la causa saharaui durante su huelga de hambre.

Los agentes que ayer rodeaban la casa de Haidar, en el humilde barrio de Zemla, estaban muy nerviosos. Doce horas antes se hab¨ªan empleado a fondo all¨ª mismo para disolver a los saharauis que hab¨ªan acudido a celebrar el regreso de la activista. Cientos de personas, la mayor¨ªa de ellas mujeres, ni?os y adolescentes, se echaron a la calle el jueves por la noche gritando a favor de la autodeterminaci¨®n del S¨¢hara, dando vivas al movimiento independentista Frente Polisario y haciendo sonar las bocinas de sus coches. Varios cantaban: "?Ya lleg¨® nuestra madre! ?Ya lleg¨® la madre del S¨¢hara!". Expresiones de j¨²bilo similares se vivieron en el c¨¦ntrico barrio de Matal-la y en los suburbios obreros de Bucr¨¢a, Skaikima y Mesuar.

La fiesta frente a la casa de Haidar, celebrada a la luz de las escasas farolas, fue interrumpida por los polic¨ªas antidisturbios, que cargaron contra la multitud. A un adolescente le rompieron el brazo por tres sitios. Otros tres fueron apaleados y abandonados en un vertedero de las afueras de El Aai¨²n. Y dos periodistas resultaron heridos de una pedrada.