'Municipalitis' aguda
Parec¨ªa que en cuanto esta Xunta vendiese los famosos Audis de la corrupci¨®n y el despilfarro bipartito, exorcizado as¨ª ese maleficio que otrora se cerni¨® sobre la indefensa Galicia, se acabar¨ªan los problemas y sobrevendr¨ªa el orden y eso llamado normalidad. Pero no, cada uno sobrelleva la crisis econ¨®mica como puede pero, mientras, la pol¨ªtica est¨¢ m¨¢s enredada que nunca.
Y es natural que se escenifiquen las diferencias cuando se refieren a como afrontar un problema, pero parece que este alboroto de la pol¨ªtica que estamos viendo se debe m¨¢s bien a una inflamaci¨®n del municipalismo, municipalitosis que es consecuencia de nuestra enfermedad cr¨®nica, la conocida enfermedad de los ni?os localitis castre?a. Los s¨ªntomas afloran de forma aguda en las dos mayores ciudades.
El movimiento de cajas es 'municipalitosis' aguda
Cuando ya no sabe qu¨¦ creer, se acaba por no creer a nadie
Aunque hasta al gobierno central parece alcanzar. Puede ser un s¨ªntoma que en pleno A?o Santo Compostelano, fecha que ser¨ªa de aprovechar para colocar la ciudad y el pa¨ªs definitivamente en el conocimiento de los europeos, los dos actos de la presidencia espa?ola de Europa en Galicia sean en Vigo y A Coru?a. No digo que Vigo y A Coru?a no sean europeas, que da gusto ver lo arreglada que va la gente y la de coches, industrias, tiendas y cajas de ahorro que hay, pero lo de ciudad simb¨®lica europea siempre pareci¨® que a Santiago se le daba mejor, precisamente tenemos esa ciudad desde la Edad Media para esas cosas. Parece que pesa la preocupaci¨®n por dos alcald¨ªas que yo me s¨¦. Cheira un poco como a municipalitosis.
Pero es en la pol¨ªtica gallega donde cheira que apesta a esos flujos intestinales. Porque que la propia Xunta cuestione a la lengua gallega, que se escape del deber de apoyar y promover la lengua de Galicia, como es su obligaci¨®n y la de cualquier gobierno, no es algo que se les haya ocurrido de la noche a la ma?ana porque s¨ª. Escuchen las reclamaciones que le hacen al presidente de la Xunta, que tambi¨¦n lo es del Partido Popular, conspicuos dirigentes populares de Vigo y A Coru?a. No son de Lugo, Pontevedra, Ourense, Santiago, Ferrol, Vilagarc¨ªa, Lal¨ªn, Chantada, Ribeira, Monforte... son los de las dos ciudades donde calculan que pueden utilizar nuestra lengua como una cu?a que cree divisi¨®n y as¨ª puedan ganar la alcald¨ªa para ellos. Hay esp¨ªritus patri¨®ticos idealistas que creen que Feij¨®o recorta el gallego lo que puede porque desea una Espa?a una y castellana como es debido, pues no. No es que no deseen eso tampoco pero lo hacen, siento decirlo, por pura conveniencia electoral. Es para ganar votos en esas dos ciudades, se?ores. Escuchen si no a do?a Corina Porro y a don Carlos Negreira: "?Alberto, no te cortes y mete tijera!" Pero N¨²?ez Feij¨®o mientras tanto sobrevuela tanto puchero que ha puesto a cocer y rumia sus dilemas entre Madrid y aqu¨ª.
Pero lo que est¨¢ probado cl¨ªnicamente que es municipalitosis aguda es el movimiento de cajas, que ha desencadenado en el alcalde vigu¨¦s y coru?¨¦s una competici¨®n para ver quien es el cajero mayor. Es todo tan folcl¨®rico y trapalleiro que acaba teniendo gracia. En medio de un tirarse las cajas a la cabeza el se?or Moreda, que es alto cargo de una caja y tambi¨¦n de un partido pol¨ªtico, alerta contra la "instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica de las cajas". Los chistes cuando los cuenta una persona seria tienen m¨¢s gracia. El alcalde Losada, instalado a la puerta de la muralla, permite que entren cajas a la ciudad pero no piensa dejar salir ni una, s¨®lo bultos, maletas y ba¨²les. Mientras, el alcalde Caballero en la fortaleza conquistada en su d¨ªa por Cachamu¨ª?a enciende hogueras, prepara la intendencia y la munici¨®n y arenga a sus tropas. "?Resistir¨¦!", clama.
Y es que los socialistas gallegos forman algo parecido a una organizaci¨®n de gran viveza y siempre nos dar¨¢n estampas a recordar. No s¨¦ porque celebran tanto a Baltar, si s¨®lo sabe un cuento; los del PSdeG s¨ª que nos divierten siempre con cosas nuevas, suelen ser las mismas pero al menos las repiten con distintos actores. Todo con tal de divertirnos. Aunque el que m¨¢s se debe de divertir es N¨²?ez Feij¨®o. Todo es tan c¨®mico que el pol¨ªtico que ha importado a Galicia el programa pol¨ªtico de la derecha nacionalista madrile?a les puede re?ir a los socialistas por defender los intereses centralistas en ese asunto. Cuando ya no sabe qu¨¦ creer, se acaba por no creer a nadie. Y es que a los cr¨ªos no hay que creerles todo (a los mayores tampoco).
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