Listas negras para las patrullas de la polic¨ªa del Rastro

El Ayuntamiento y los polic¨ªas municipales se acusan mutuamente de chantaje, de listas negras, de represalias y de medidas de presi¨®n "ilegales". La guerra surge en medio de la negociaci¨®n de su convenio colectivo, paralizada desde 2007. El pasado 30 de noviembre, el Ayuntamiento de Madrid mand¨® una circular secreta a sus comisar¨ªas. Quiere saber los nombres de los polic¨ªas municipales que ya no se apuntan a patrullar los domingos por el Rastro. Y demanda esa informaci¨®n para que le llegue al departamento de Asuntos Internos, encargado de sancionar. Una carta de corte administrativo que, parece, tiene m¨¢s alcance del que aparenta. No es la ¨²nica misiva, seg¨²n fuentes policiales que advierten de que hay circulares sobre otros servicios extraordinarios.

"Piden informaci¨®n para sancionar y es muy grave", dice el socialista Iglesias

Los guardias madrile?os llevan meses en guerra con el Consistorio a cuenta de la negociaci¨®n de su convenio colectivo, prorrogado desde 2007. Los agentes protestan por la parquedad de su plantilla -unos 6.500 agentes- y lo exiguo de sus retribuciones por las horas extras. Por ello, hoy tienen previsto manifestarse a las once de la ma?ana desde Atocha hasta Cibeles, sede municipal.

En ese contexto, desde hace unos tres meses muchos de los agentes que se apuntaban voluntariamente al servicio de vigilancia del mercadillo callejero -y a otros trabajos especiales- dejaron de hacerlo. Una especie de protesta encubierta para "demostrar la falta de efectivos". Cada domingo, unos 180 polic¨ªas se pasean por las calles del mayor mercado popular de Espa?a. "Asuntos Internos se ha convertido en un ¨®rgano inquisidor que se dedica a abrir expedientes ilegales", zanja con dureza una fuente sindical, que denuncia que la circular "es una medida de presi¨®n para demostrarnos que no tenemos fuerza para negociar el convenio".

El Ayuntamiento achaca la petici¨®n de informaci¨®n a una mera cuesti¨®n administrativa y de organizaci¨®n. Pero reconoce que son conscientes de que "algunos sindicatos" est¨¢n "chantajeando" al Consistorio dej¨¢ndose de apuntar a estos dispositivos. Tambi¨¦n advierten de que algunos agentes se est¨¢n apuntando "en secreto" pues temen "ser represaliados por sus propios compa?eros sindicales".

Una explicaci¨®n que no convence tampoco a ?scar Iglesias, concejal socialista, que apunta a la creaci¨®n "de listas negras para sancionar que demuestran su falta de voluntad negociadora". En opini¨®n de Iglesias no es la primera vez que esto sucede. "El Ayuntamiento ya criminaliz¨® a los sindicatos acus¨¢ndolos de trabajar poco, lo que nos parece un hecho muy grave", insiste Iglesias.

Adem¨¢s, el concejal se?ala que el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, prometi¨® en 2007 en su programa electoral aumentar a 8.500 polic¨ªas la plantilla, "cosa que no s¨®lo no ha sucedido, sino que con las bajas y jubilaciones somos a¨²n menos que antes", seg¨²n denuncia un sindicalista.