Las ra¨ªces gallegas de La Boca
Arque¨®logos argentinos reconstruyen la barraca de un emigrante de Bouzas
La Boca del Riachuelo, barrio portuario de Buenos Aires, es una de las im¨¢genes que suelen venir a la mente cuando se piensa en los lugares se?eros de la capital argentina. El club de f¨²tbol que toma el nombre de la barriada, Maradona y las casas de madera pintadas que construyeron los emigrantes genoveses en el siglo XIX se han convertido en las se?as de identidad de La Boca. Lo que muchos no saben es que entre los primeros asentamientos de la zona (a un kil¨®metro del famoso Caminito) se encontraba una barraca que el empresario gallego Francisco de la Pe?a y Fern¨¢ndez, procedente de Bouzas, construy¨® en el a?o 1774. Todav¨ªa se conservan los cimientos de aquel primer emplazamiento que en los siglos posteriores dio lugar a la construcci¨®n del complejo de naves que hoy se llama Barraca Pe?a, en honor a su creador.
Francisco de la Pe?a y su familia construyeron el complejo en 1774
El ayuntamiento de Buenos Aires estudia hacer un centro de interpretaci¨®n
En los ¨²ltimos tiempos, el Ministerio de Cultura de Buenos Aires se ha decidido a recuperar una zona que es historia viva de la ciudad y la barraca est¨¢ en camino de convertirse en un museo, aunque su estado actual todav¨ªa es precario. El arque¨®logo Marcelo Weissel Alv¨¢rez, cuyos apellidos delatan el doble origen alem¨¢n y gallego, est¨¢ al frente del proyecto de rehabilitaci¨®n del complejo y explica el inter¨¦s del ayuntamiento porte?o por convertir la barraca en un centro de interpretaci¨®n de la historia del Riachuelo, una zona que fue decisiva para la construcci¨®n de la Buenos Aires actual.
Weissel ha reconstruido la historia de la barraca y apunta que Pe?a y dos de sus hermanos llegaron al entonces Virreinato del R¨ªo de la Plata con la intenci¨®n de comerciar con cueros y otros enseres. Sirvi¨® inicialmente como almac¨¦n y as¨ª lo indican los restos de cueros encontrados. Curiosamente la barraca de origen gallego acab¨® en manos de la familia alemana Bunge, cuando una de las hijas de Francisco Pe?a, Genara, se cas¨® con el entonces c¨®nsul de Prusia Carlos Bunge. Pese a ello la barraca conserv¨® el apellido gallego que la distingue. La zona en la que se ubicaba la barraca fue creciendo poco a poco y a principios del siglo XIX comenzaron a llegar muchos genoveses que se establecieron en las inmediaciones.
En 1865 el ferrocarril llega al Riachuelo y la Barraca se convierte en un lugar de recepci¨®n de mercader¨ªas de ultramar y de la cuenca del R¨ªo de la Plata. Las construcciones que sobreviven son de esa ¨¦poca y fueron dise?adas por Emilio Vicente Bunge, quien llegar¨ªa a ser intendente de Buenos Aires a finales de ese siglo. El complejo se compone de un antiguo almac¨¦n, un galp¨®n para prensar y almacenar lana y otro con diversos usos. Esa fue la edad de oro del comercio lanar y una etapa b¨¢sica para la construcci¨®n de un pa¨ªs que en las primeras d¨¦cadas del siglo XX lleg¨® a ser uno de los m¨¢s avanzados del mundo.
Durante la primera mitad del siglo pasado la Barraca fue gestionada por el ferrocarril y posteriormente es expropiada por el Gobierno de Per¨®n. La ola de privatizaciones que vivi¨® Argentina durante la etapa del presidente Carlos Menem tambi¨¦n lleg¨® a este complejo que acab¨® en manos de una empresa hormigonera, que todav¨ªa est¨¢ instalada junto a los terrenos que ocupa la Barraca. A finales de 2006 volvi¨® a manos p¨²blicas y ahora pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Si los planes del equipo de Marcelo Weissel salen adelante, en unos a?os el lugar puede llegar a convertirse en un punto importante para explicar la historia de la capital argentina desde el mismo lugar en el que comenz¨® a crecer la ciudad.
El arque¨®logo explica que bajo las baldosas de la Barraca Pe?a se esconde el ADN de Buenos Aires. Se ha encontrado numerosa documentaci¨®n que permite reconstruir la historia de esta zona. El propio Weissel dirige el equipo que encontr¨® hace un a?o los restos de un barco mercante espa?ol del siglo XVIII en la cercana zona de Puerto Madero, uno de los lugares m¨¢s exclusivos de la Buenos Aires actual. Los voluntarios que trabajan en la Barraca han solicitado que el barco pueda ser trasladado hasta el complejo para formar parte del futuro museo que se construir¨¢ en la zona. La decisi¨®n todav¨ªa no est¨¢ tomada pero sin duda que ser¨ªa un importante espaldarazo para la recuperaci¨®n definitiva de la Barraca Pe?a.
De lo que apenas se sabe nada es del origen de aquellos primeros gallegos con esp¨ªritu emprendedor que pusieron los cimientos para la creaci¨®n de una de las capitales m¨¢s importantes de Latinoam¨¦rica. Queda pendiente una investigaci¨®n sobre los Pe?a que dan nombre a la barraca. Buenos Aires fue construida por los gallegos pr¨¢cticamente desde el principio, frente a los que pensaban que la influencia gallega comenzaba con los grandes fen¨®menos migratorios de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
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