Apuestas trucadas en el casino del f¨²tbol
El negocio emergente de las empresas 'online' dedicadas al juego se ha convertido en una tentaci¨®n para bandas sin escr¨²pulos dispuestas a alterar los resultados de los acontecimientos deportivos
El comisario de polic¨ªa hizo una descripci¨®n muy sencilla del asunto: "Los estafadores est¨¢n en Europa, los apostantes en Asia y el dinero se reparte en Berl¨ªn". El polic¨ªa hablaba de f¨²tbol y daba cuenta de los resultados de una profunda investigaci¨®n que concluy¨® a primeros de diciembre con el arresto de 17 personas y pon¨ªa en tela de juicio la limpieza de un total de 200 partidos de f¨²tbol disputados en diversos pa¨ªses de Europa. Seg¨²n los expertos de la polic¨ªa alemana, grupos criminales de diferentes nacionalidades han encontrado en las apuestas deportivas por Internet un medio muy rentable para hacer dinero con riesgos limitados. La metodolog¨ªa era igualmente sencilla: actuaban sobre apuestas seguras a partir de partidos cuyo resultado estaba ama?ado.
El C¨®digo Penal no sanciona la compra de partidos. Aunque la polic¨ªa tuviera indicios, no podr¨ªa hacer nada
Nunca antes se hab¨ªa puesto ante los ojos del f¨²tbol un listado tan amplio de partidos, equipos, jugadores y ¨¢rbitros comprados. No era una novedad que un partido se compre o que exista un acuerdo sobre un determinado resultado, pero los casos conocidos se han tenido por marginales o como resultado de intereses deportivos y no econ¨®micos, salvo algunos ejemplos documentados relacionados con las quinielas en Italia. Ha sido esta investiga¨®n realizada en Alemania la que ha puesto en evidencia pr¨¢cticas diferentes de las cl¨¢sicas. Ya no son dos directivos los que acuerdan un resultado o los que env¨ªan a un tercero a comprar a un jugador. La investigaci¨®n de la fiscal¨ªa de Bochum coloca en el escenario a hombres sin escr¨²pulos capaces de comprar al m¨¦dico de un club para que ponga sedantes en las bebidas de los jugadores, a los camareros de un hotel para que introduzcan drogas en las comidas o, sin ir m¨¢s lejos, capaces tambi¨¦n de secuestrar o asesinar a los intermediarios.
El esc¨¢ndalo ha motivado la reacci¨®n de altos dirigentes de las principales instituciones futbol¨ªsticas, FIFA y UEFA, que han mostrado su disposici¨®n a cooperar con las instancias policiales y judiciales. Tambi¨¦n, algunos otros dirigentes se han aventurado a manifestar que tampoco era necesario dramatizar el asunto porque 200 partidos ama?ados no pueden poner en entredicho un deporte que organiza cientos de miles de partidos cada temporada. Esta versi¨®n "desdramatizadora" parte de la base de que una mayor¨ªa de los partidos objeto de investigaci¨®n corresponden a Ligas menores o a competiciones de pa¨ªses de segundo nivel. Salvo un encuentro de la Champions League -el KF Tirana (Albania)-Stabaek (Noruega) que acab¨® con un rotundo 4-0 a favor de los noruegos-, un grueso de los casos corresponden a encuentros de la tercera y cuarta divisi¨®n alemanas, o de la segunda de B¨¦lgica, Austria y Suiza, adem¨¢s de la liga eslovena, lituana, turca, croata, bosnia y h¨²ngara. La explicaci¨®n es bien sencilla tambi¨¦n: son competiciones donde los jugadores ganan poco dinero y son m¨¢s accesibles a recibir compensaciones en torno a los 20.000 euros, como ha sucedido durante los casos investigados.
Sean partidos de mayor o menor nivel, tr¨¢tese del f¨²tbol o de cualquier otro deporte, el escenario es novedoso: las apuestas deportivas por Internet, tambi¨¦n conocidas como apuestas online, un negocio en expansi¨®n que atrae, seg¨²n algunos estudios, a tres millones de europeos y que carece de regulaci¨®n en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. Es un negocio al que la prohibici¨®n no parece afectarle porque opera a trav¨¦s de Internet. He ah¨ª la cuesti¨®n: los casinos online est¨¢n prohibidos en Estados Unidos y siguen siendo los norteamericanos unos de los principales clientes de empresas, algunas de las cuales est¨¢n domiciliadas en lugares como Gibraltar o Malta.
Internet es el medio y el problema al mismo tiempo, y la pr¨¢ctica demuestra lo complicado que es ponerle puertas a la Red. Como ha sucedido con las descargas ilegales, ahora le toca el turno al f¨²tbol, s¨®lo que aqu¨ª no se trata de un inocente copiado de una pel¨ªcula. Aqu¨ª entra en juego la esencia de un deporte.
De no mediar las apuestas online, nadie habr¨ªa reparado en los dos casos espa?oles objetos de sospecha. Ambos se produjeron en la misma fecha: el 13 de junio de 2009. Se jugaban dos partidos de la Segunda Divisi¨®n espa?ola, en su pen¨²ltima jornada: el Las Palmas-Rayo Vallecano y el Alav¨¦s-Alicante. Dos de los equipos, Las Palmas y Alav¨¦s, se jugaban el descenso a la Segunda B. Al Las Palmas le bastaba con un empate. El Alav¨¦s necesitaba algo m¨¢s: ganar al Alicante y que el Las Palmas perdiera con el Rayo para acudir con posibilidades a la ¨²ltima jornada.
El Alav¨¦s gan¨® al Alicante (1-0), equipo este que ya estaba descendido y no se jugaba nada. Y Rayo y Las Palmas empataron a cero, as¨ª que se salv¨® el equipo canario. El empate a cero era un resultado aceptable para ambos equipos: para el Las Palmas porque se salvaba y para el Rayo porque su guardameta, Cobe?a, se convert¨ªa, de no recibir un tanto, en el portero menos goleado de la categor¨ªa: era un premio que buscaba un equipo que no se jugaba nada m¨¢s importante sobre el terreno. Algunas cr¨®nicas mencionan que los dos equipos hicieron poco por marcar, incluso hay algunas referencias a cr¨ªticas de los aficionados por la escasa combatividad de los jugadores. Hubo gritos de ?tongo!, ?tongo! En definitiva, nada que no haya sucedido en otros partidos en circunstancias parecidas, en Espa?a y fuera de Espa?a. Sobre todo en Italia, como cuenta un ex jugador espa?ol que milit¨® durante a?os en un equipo italiano: "Hacia el final de temporada es muy habitual que muchos partidos terminen en empate porque los equipos acuerdan un resultado. La primera vez que me sucedi¨®, yo no me enter¨¦. El capit¨¢n me dijo que hab¨ªa que empatar, pero pens¨¦ que estaba de broma. En la primera parte, me lleg¨® una volea muy bien colocada, de esas que te da gusto pegarle al bal¨®n con toda tu fuerza. Y as¨ª lo hice. Le pegu¨¦ tan bien, que entr¨® en la porter¨ªa. Mis compa?eros no me abrazaron. Alguno me insult¨®. En seguida, el capit¨¢n se dirigi¨® hacia m¨ª y me dijo que si estaba loco, que qu¨¦ hab¨ªa hecho. Me di cuenta entonces de que la cosa iba en serio. Tuvimos que dejarnos marcar un gol antes del descanso".
El empate entre Las Palmas y Rayo Vallecano era un resultado "razonable", bueno para ambos equipos. Pero estaba Internet. Y las apuestas online. Y hubo gente que apost¨® al 0-0. M¨¢s gente de lo habitual en uno de estos partidos. Tanta gente como para que la casa miapuesta.com, con domicilio en Londres, suspendiera las apuestas en un determinado momento y diera el aviso. El aviso lleg¨® a las casas de apuestas que hay en Madrid (la ¨²nica comunidad junto con el Pa¨ªs Vasco donde est¨¢n reguladas las casas de apuestas presenciales). Por la lista de personas implicadas en este caso en concreto, algunas ya divulgadas, puede tratarse de amigos o familiares de algunos jugadores de ambos equipos que, dado el conocimiento de un resultado acordado, quisieran obtener un beneficio supletorio. Los casos de resultados acordados sin dinero de por medio se convierten, gracias a Internet, en una posibilidad de r¨¦dito econ¨®mico.
Poco o nada se ha investigado sobre el Alav¨¦s-Alicante. En este caso, no se trat¨® de un empate (el equipo que no se jugaba nada perdi¨®), pero tambi¨¦n se registraron apuestas fuera de lo normal.
La investigaci¨®n policial de ambos casos es m¨ªnima. Apenas en Madrid se han comprobado las jugadas realizadas en las casas de apuestas. Seg¨²n un portavoz policial, "no hubo ninguna ganancia extraordinaria" aunque los datos obtenidos se han enviado a la Fiscal¨ªa del Estado. Quien m¨¢s, apost¨® 300 euros. "Tenemos, adem¨¢s, un problema a?adido: nuestro C¨®digo Penal no sanciona la compra de partidos, as¨ª que aunque tuvi¨¦ramos alg¨²n indicio m¨¢s, poco podr¨ªamos hacer ahora mismo". A diferencia de los casinos online, en las casas de apuestas el apostante debe identificarse y sabe que si percibe m¨¢s de 3.005 euros de premio, la casa est¨¢ obligada a comunicarlo. Mas complicado es seguirle la pista a un apostante por Internet y saber si se trata de un menor de edad.
Portavoces de las casas de apuestas, tanto online como presenciales, argumentan que las primeras v¨ªctimas de estos casos son las empresas. "No sabemos si un partido est¨¢ ama?ado, pero estamos obligados a pagar". "Por ese motivo", dice Sasha Michaud, portavoz de AEDAPI, una asociaci¨®n de casinos online en Espa?a, "tenemos firmados acuerdos con las principales instituciones deportivas para informar de situaciones sospechosas". Betfair, uno de los principales casinos de apuestas deportivas, dice tener un equipo de 35 personas que "trabajan las 24 horas del d¨ªa tratando de detectar alg¨²n fraude".
El juego online no est¨¢ regulado en Espa?a aunque facture m¨¢s de 200 millones anuales, algunas de sus empresas patrocinen importantes clubes de f¨²tbol (Bwin el Real Madrid y 888.com al Sevilla) y difundan su publicidad abiertamente. El sector del juego acusa a estas empresas de competencia desleal: "?Cu¨¢ntas empresas online pagan impuestos en Espa?a? Yo se lo digo: ninguna", afirma el gerente de una casa de apuestas, "motivo por el que pueden dar mayores porcentajes en premios".
Los casinos online son un mercado en alza y un gran negocio en la Red. Y el f¨²tbol se ha convertido en uno de los motores de esta actividad. El resultado siempre incierto de un partido es el se?uelo que hace cambiar de manos cientos de millones de euros cada d¨ªa. Ese dinero que circula tan f¨¢cilmente es ahora tambi¨¦n un apetitoso bot¨ªn para organizaciones sin escr¨²pulos o para oportunistas. F¨²tbol y crimen organizado acaban de encontrar un punto de contacto en la Red. Una mala noticia para el f¨²tbol.
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