La subida de la temperatura del mar pone en peligro el marisqueo
En 2008 se alcanzaron picos de 26 grados, seis m¨¢s de los m¨¢ximos habituales
El cambio clim¨¢tico avanza y lo hace pisando el acelerador. Desde el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO) de Vigo, el investigador Benito Peleteiro (experto en reproducci¨®n de peces y acuicultura) alerta de los nuevos par¨¢metros registrados, que abocan un escenario en el que sectores estrat¨¦gicos para Galicia como el marisqueo est¨¢n en el filo de la navaja.
Aumenta la temperatura superficial del mar (0,2 grados por d¨¦cada), desciende el pH y se recorta la producci¨®n de las r¨ªas, seg¨²n recoge un informe de 2009 del Sistema Informaci¨®n Ambiental de Galicia. El cambio clim¨¢tico "es evidente porque se ve", dice Peleteiro. "El agua que cogemos aqu¨ª es pr¨¢cticamente oce¨¢nica, en el a?o 2008 hubo registros de hasta 26 grados y el anterior de 24, cuando lo normal hasta ahora era moverse entre 12 y 20 grados, en t¨¦rminos de m¨¢ximos. Aunque sean puntuales es una cosa que empieza a ser muy seria", sentencia.
En 2008 se midieron 26 grados, cuando las m¨¢ximas sol¨ªan oscilar entre 12 y 20
Y es que hay una serie de par¨¢metros que influyen de forma determinante en el curso biol¨®gico, como la temperatura del agua. "Nosotros la manipulamos para acelerar o ralentizar un proceso, para inducir la reproducci¨®n de una especie, acelerar el desarrollo embrionario o el crecimiento". El cambio de sexo es, adem¨¢s, una de las consecuencias que puede traer el calentamiento global. El IEO trabaja sobre esa teor¨ªa en especies de gran inter¨¦s comercial para Galicia, como el rodaballo, para conseguir producciones s¨®lo de hembras porque "crecen m¨¢s r¨¢pido". "La temperatura ejerce una influencia absolutamente determinante en la definici¨®n del sexo e intentamos comprobar en qu¨¦ momento de la vida del pescado podemos determinar que sean hembras o machos", apunta Peleteiro. "Estamos hablando de m¨¢rgenes de, a lo mejor, dos grados", que podr¨ªan alcanzarse antes de 100 a?os. El hecho de que la balanza se incline hacia un g¨¦nero u otro producir¨¢ "un desequilibrio ecol¨®gico muy importante".
Consecuencia inmediata de esa variaci¨®n de temperatura son los desplazamientos. Ejemplo de ello es la costera del bonito, que ya ha empezado a buscar aguas m¨¢s fr¨ªas, un comportamiento tambi¨¦n previsible para la sardina. Si hace unos a?os el bonito se pescaba a 50 millas de la costa, ahora la flota debe trasladarse casi hasta aguas irlandesas. Un caso que pone de manifiesto dos factores determinantes para la supervivencia de las especies: la capacidad de adaptaci¨®n y la movilidad. Y ah¨ª entra en jaque el marisco ya que el mejill¨®n, la almeja o la navaja no tienen m¨¢s salida que adaptarse o desaparecer en funci¨®n de su tolerancia a los cambios de salinidad. La almeja fina, por ejemplo, tiene m¨¢s capacidad que la babosa, y la navaja tambi¨¦n filtra bien. Despu¨¦s hay especies como el mejill¨®n, del que se producen cerca de 300.000 toneladas anuales en Galicia, sobre el que pesa gran incertidumbre. "Si yo estuviera en ese sector empezar¨ªa a tratar de ver qu¨¦ puede pasar. Hoy por hoy cualquier situaci¨®n puede ser reproducible, sobre todo desde el punto de vista de la acuicultura". Por eso Peleteiro aboga por "empezar a someter al mejill¨®n a los cambios que puede haber de aqu¨ª a 100 a?os", algo que seg¨²n cuenta, "no se est¨¢ investigando". El pulpo es, sin embargo, una de las especies que tiene mayor capacidad de adaptaci¨®n: "No creo que fuera de las m¨¢s afectadas, puede incluso que una subida de temperatura no le viniera mal".
Por otro lado, "moluscos como la almeja o la ostra se pueden inducir a la puesta aumentando la temperatura y aqu¨ª se va a aumentar de forma natural". Los cambios del pH van a afectar tambi¨¦n a la calcificaci¨®n de los moluscos bivalvos explotables y eso puede derivar en irregularidades en el crecimiento. "El marisqueo es posiblemente el m¨¢s sensible ante el cambio clim¨¢tico. ?Hasta qu¨¦ punto todas las especies pueden adaptarse? Las que sabemos que tienen un rango muy estrecho de temperatura casi seguro que no, por ejemplo, la almeja babosa".
Otras tienen un margen amplio para soportar cambios de salinidad y de temperatura, como el rodaballo. Sin embargo, la temperatura afecta de forma determinante en la reproducci¨®n a casi todos los peces y aqu¨¦llos que realicen la puesta a 18 grados se desplazar¨ªan hacia el norte. Los cambios migratorios se dejan notar ya en el litoral gallego con la aparici¨®n de nuevas especies procedentes de aguas "mucho m¨¢s c¨¢lidas", en especial la corneta colorada.
Otro asunto es la subida del nivel de mar. "Habr¨¢ zonas que puedan quedar anegadas, otras casi desaparecer" y en este cap¨ªtulo las marismas -Samil, Corrubedo o Muros- y el interior de las r¨ªas lo notar¨¢n especialmente. "A un siglo vista el nivel subir¨¢ un metro, nuestros bisnietos ver¨¢n cosas posiblemente que nos resultan inimaginables, la gente tiene que ser consciente de lo que se nos est¨¢ viniendo encima, no a nosotros, sino a las generaciones venideras".

Incertidumbre en las piscifactor¨ªas
El calentamiento global tendr¨¢ tambi¨¦n repercusiones de peso sobre la actividad acu¨ªcola. El aumento de temperatura parece dif¨ªcilmente controlable para las piscifactor¨ªas. "Aqu¨ª la manipulamos a nivel experimental pero con el rodaballo son unos vol¨²menes de agua tan descomunales que resulta car¨ªsimo hacerlo", sostiene el investigador Benito Peleteiro. Adem¨¢s, "casi todas las instalaciones utilizan ox¨ªgeno para conseguir mayores producciones de forma artificial, si sube la temperatura hay un mayor consumo de ox¨ªgeno e igualmente encarecer¨ªa el proceso". No obstante, apunta, "igual dentro de 100 a?os no estamos cultivando rodaballo sino otra especie que emigre del Golfo de Guinea al norte y con otros requerimientos, y el rodaballo lo cr¨ªan en Noruega".
En todo caso lo oportuno, seg¨²n los expertos, ser¨ªa anticiparse a lo que pueda suceder ya que en materia de acuicultura "todo es pr¨¢cticamente reproducible". Para ajustarse al nuevo panorama hay una serie de evidencias en las que se pueden basar los cient¨ªficos para hacer predicciones. "Hace dos a?os hubo que corregirlas porque va m¨¢s r¨¢pido de lo previsto", dicen. Hay cambios en la salinidad, en el pH, en la temperatura del mar, las precipitaciones y todo esto influye en las prote¨ªnas de origen animal. "A nivel de capturas, la pesca extractiva est¨¢ estabilizada desde la d¨¦cada de los 80, a partir de ah¨ª empez¨® a crecer la acuicultura" y, con ella, la demanda de harinas de pescado. "Estamos trabajando en la utilizaci¨®n de prote¨ªna vegetal para la elaboraci¨®n de piensos porque la harina de pescado est¨¢ pr¨¢cticamente estabilizada, no se puede producir m¨¢s", generando "un desfase brutal" ante las previsiones de consumo de productos de la acuicultura. Por ello, "se est¨¢ empezando a introducir la harina vegetal en la elaboraci¨®n de piensos tanto para ganader¨ªa terrestre como marina".
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