El comod¨ªn del sistema

En el ¨¢mbito actual de la Administraci¨®n de Justicia, la figura del juez sustituto resulta imprescindible para poder abordar con garant¨ªas el quehacer jurisdiccional, toda vez que la planta judicial existente en Espa?a se encuentra claramente descompensada, en la ratio poblaci¨®n / juez, en relaci¨®n con otros pa¨ªses de nuestro entorno europeo.

Si bien es cierto que existe un exceso de justicia interina en el ¨¢mbito de la Administraci¨®n de Justicia en todas sus categor¨ªas, no s¨®lo en lo que concierne a los jueces, las escasas inversiones presupuestarias han venido a propiciar la expansi¨®n de esta figura, conform¨¢ndose con el tiempo, por lo general, un cuerpo suficientemente pertrechado y preparado a nivel jur¨ªdico, adquiriendo la experiencia necesaria y veteran¨ªa que la permanencia en el cargo viene a dispensar.

Los sistemas de selecci¨®n, con el transcurso del tiempo han sido mejorados, donde prima la experiencia, si se tiene, en el ejercicio jurisdiccional, am¨¦n de valorarse, de forma subsidiaria, la preparaci¨®n de oposiciones para el ingreso en la carrera judicial, teniendo especial relevancia haber aprobado alguno de dichos ejercicios, as¨ª como la experiencia obtenida en otros ¨¢mbitos jur¨ªdicos. A efectos de dispensar la m¨¢xima calidad en el ejercicio de su funci¨®n, normalmente, se procede a su adscripci¨®n siguiendo pautas de especializaci¨®n por jurisdicciones.

Consecuentemente, la figura del juez sustituto compensa el d¨¦ficit de titulares; evita suspensiones de juicios, bien por enfermedades u otras causas; mitiga las posibles dilaciones en la tramitaci¨®n y resoluci¨®n de procedimientos; y se adscriben a diferentes planes de refuerzo en los juzgados para paliar retrasos y absorber excesos de carga de trabajo.

Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol es Magistrado-Juez Decano de Madrid.