Desmadre a la gallega

La democracia feijoniana se est¨¢ desmadrando. Eso s¨ª, a la gallega, sin que se note, con discreci¨®n, sin armar bulla, parece que s¨ª, parece que no pasa nada y cuando te quieres dar cuenta, ya est¨¢ liada. El biling¨¹ismo cordial parec¨ªa dejar paso al triling¨¹ismo enrollao propugnado por el castellanazo, mas se atisba en lontananza el abismo de la bipolaridad social. Aquella Galicia cordial que nos prometiera Feij¨®o, anunciando que impregnar¨ªa su pol¨ªtica del "sentidi?o social" que guiaba la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica, se convierte hoy en la Galicia a quien su presidente le deja de nuevo el "coraz¨®n part¨ªo". Ha adquirido un vicio muy feo en una instituci¨®n: se?alar con el dedo. O conmigo o contra m¨ª, o se es mayor¨ªa silenciosa y se est¨¢ de su parte, o se es extremista y radical y se est¨¢ en su contra; o callado o demonizado, que elijan los padres. Tras devolverle las cajas al pueblo, ¨ªbamos tan contentos camino de la galleguidad cuando el consenso se empez¨® a desmadrar. Con su reci¨¦n adquirido h¨¢bito de apuntar con el dedo, el presidente se?ala a Vigo y al Banco de Espa?a como malos muy malos, guiados tan s¨®lo por sus inconfesables intereses, mientras a los fusionitas y a ¨¦l mismo s¨®lo les mueve la honra de servir a "Galicia, nai e se?ora". Los audis de la discordia no se acaban de colocar en el competitivo mundo de los veh¨ªculos de ocasi¨®n, pero se van desmadrando los conselleiros, que ya no pueden contener m¨¢s ese reflejo pauloviano por el cual todo conselleiro no se cree que lo sea hasta estrenar berlina como Dios manda, con bluetooth y GPS. Incluso en algo tan sencillo como el Xacobeo, donde todo son buenas noticias y repartir dinero, el desmadre ya se arm¨® desde la campa?a publicitaria. Pese a tantos millones de peregrinos como vienen por el Camino, al Xacobeo 2010 se le va poniendo la cara del timo de la estampita. Nada es lo que parece: ni Google, ni las grandes estrellas, ni que vengan por millones a chuchar al ap¨®stol en vez de tirarle condones a U2.

El tercero de Feij¨®o nos ha desvelado que en el PP de Ourense ha habido reparto de favores

Aunque entre tanto desmadre, ninguno tan agudo como ese que asola a la madre de todas las Bavieras: Ourense. Tanto por su virulencia, como por afectar hasta los cimientos mismos de los principios que armaron el poder de la derecha. El candidato oficialista, Baltar jr, arranc¨® en plan intelectual con una fundaci¨®n de nombre evocador, luego se erigi¨® en voz de la contestaci¨®n interna al castellanazo y ahora se pasea por la provincia avisando que no quiere se?alar a nadie porque vamos a acabar por tener un problema. El candidato alternativo, el alcalde Mor¨¢n, empez¨® declar¨¢ndose pr¨®fugo del baltarismo, luego pas¨® a clamar contra su persecuci¨®n y ahora se autorreivindica como el nombre que envenena los sue?os de socialistas y nacionalistas. Por el camino, Rodr¨ªguez Miranda, el tercero de Feij¨®o nos ha desvelado que en el PP de Ourense ha habido reparto de prebendas y favores. Un descubrimiento que ha causado hondo malestar en la direcci¨®n popular. Ignorante de red clientelar alguna, estaban convencidos de que los votos segu¨ªan al tromb¨®n de Baltar como los ratones al flautista de Hamelin. Tambi¨¦n nos han revelado que Baltar jr carece de curr¨ªculo y est¨¢ ah¨ª por ser hijo de quien es. No como en la vicepresidencia del Parlamento, adonde lleg¨® a propuesta de Feij¨®o por su enorme val¨ªa para impulsar la vida parlamentaria. Finalmente se ha destapado que el padre hace campa?a a favor del hijo. Faltar¨ªa m¨¢s. Ya se lo explic¨® Burt Lancaster a Audrey Hepbrun, su hermana adoptiva india, en Los que no perdonan: "Lo ¨²nico que cuenta es la familia, todos los dem¨¢s son extra?os". Pero ?qu¨¦ clase de cine ha visto en sus hogares esta gente tan moderna y tan urbana?

La derecha siempre ha cuidado de sus mayores d¨¢ndoles un retiro apa?ado. Este despedazarse unos a otros y convertir la pol¨ªtica en una demolici¨®n personal era m¨¢s propio de la tradici¨®n nacionalista. Pero ahora todo vale. Los ¨¦xitos del pasado son los delitos del presente. De proseguir semejante desmadre, no descarten que la ONU intervenga, el flamante Nobel de la Paz, Obama, env¨ªe a los marines o a la Guardia Civil, que es nuestra ¨²ltima esperanza cuando todo lo dem¨¢s ha fallado.

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