Educaci¨®n planea redistribuir a los profesores e impulsar la investigaci¨®n

La propuesta para cambiar el modelo de financiaci¨®n universitaria que ayer present¨® el ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, a los rectores reclama m¨¢s esfuerzo presupuestario hasta 2015 -tanto del Gobierno central como de las comunidades-, pero asume que la crisis econ¨®mica no permite hacerlo de inmediato. Sin embargo, el texto, que se debatir¨¢ en los pr¨®ximos dos meses, dice que no se puede esperar al arreglo de algunos fallos para que los recursos que ya existen funcionen mejor.

El primer punto que se?ala el texto es el desajuste entre la oferta y la demanda de titulaciones (hay muchas titulaciones y muy repetidas, por lo que algunas se quedan vac¨ªas) y el consiguiente exceso de profesorado "dedicado a tareas docentes". Esto significa que hay muchos profesores para muy pocos alumnos en algunas ¨¢reas y en algunas titulaciones. As¨ª, si uno de los objetivos principales del nuevo modelo es ordenar esa oferta (reduciendo el n¨²mero de universidades que imparten carreras con menos demanda y evitando que se repitan en campus muy cercanos), la idea es distribuir tambi¨¦n mejor a esos profesores, al mismo tiempo que se incentiva la actividad investigadora. Un ejemplo: en el curso 2007-2008, entre las universidades de Zaragoza, Salamanca y Valladolid hubo 30 estudiantes nuevos en la carrera de Estad¨ªstica. A esta situaci¨®n hay que sumar la previsi¨®n de un descenso demogr¨¢fico que har¨¢ perder a la Universidad 220.557 matriculados hasta 2016, a pesar del repunte que est¨¢ provocando la crisis, seg¨²n el libro Universidad, sociedad y territorio, de la Universidad de Cantabria y el Banco Santander.

No hacen falta m¨¢s docentes para implantar Bolonia, dice la propuesta

El texto parte de la base de que en Espa?a hay nueve profesores por cada 100 universitarios, mientras que la media en los pa¨ªses europeos es de seis. As¨ª, si la reducci¨®n del n¨²mero de estudiantes por clase que propugna el nuevo modelo europeo (Plan Bolonia) vendr¨¢ de reducir tambi¨¦n las clases presenciales y de reordenar la oferta, el documento considera que no har¨¢n falta m¨¢s profesores para ese cambio. De hecho, lo que las comunidades deber¨¢n considerar son medidas "transitorias", como flexibilizar las asignaturas y las ramas de conocimiento que puede impartir un profesor, planes de jubilaci¨®n incentivada o mayor movilidad de los docentes dentro de su comunidad aut¨®noma.

Por otro lado, ese "exceso" declarado de profesores dedicados a tareas docentes podr¨ªa compensarse con una mayor dedicaci¨®n a la investigaci¨®n. Muchas son las medidas que salpican todo el texto para incentivar la dedicaci¨®n cient¨ªfica. En lo que se refiere al profesorado, la propuesta se?ala en uno de sus apartados que los incentivos econ¨®micos creados a mediados de los noventa ya no surten el efecto deseado porque son poco elevados (hasta 149 euros al mes por sexenio de investigaci¨®n). Por esto, se propone, por ejemplo, crear nuevos complementos de "excelencia cient¨ªfica" y de "transferencia e innovaci¨®n". Estos ¨²ltimos supondr¨ªan un incremento en gastos de un mill¨®n anual.

Todo esto tendr¨¢ que ajustarse a lo que digan las futuras leyes de Econom¨ªa Sostenible y de Ciencia -y al estatuto docente e investigador, a¨²n pendiente-, record¨® el secretario general de Universidades, M¨¤rius Rubiralta. Sin embargo, el documento lanza ya una serie de recomendaciones, como la incentivaci¨®n de la movilidad ya mencionada, pero tambi¨¦n el intercambio internacional, entre la universidad y organismos p¨²blicos de investigaci¨®n; o las excedencias para explotar los resultados de I+D con la creaci¨®n de empresas de base tecnol¨®gica.