Cristiano Ronaldo, por qu¨¦ fascina el h¨¦roe canalla
Todo lo bueno y malo del futbolista se magnifica - Frente a otras figuras del f¨²tbol, su actitud desafiante y su f¨ªsico le hacen m¨¢s visible
-?You are a man!
-I'm not a man. I'm Cantona.
En la pel¨ªcula de Ken Loach Buscando a Eric, el cartero Eric Bishops, admirador enfermizo de Cantona, reflexiona con ¨¦l sobre errores, pases y fallos ante la porter¨ªa, sobre lo duro que tuvo que haber sido aguantar la sanci¨®n de nueve meses que le cay¨® en 1995 por darle una patada a un aficionado. "Es que a veces nos olvidamos de que eres un hombre", le dice Bishops aliviado. "No soy un hombre. Soy Cantona", le responde el ex futbolista. Era un mito m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol, por su aspecto canalla, su carisma, sus frases c¨¦lebres, su fama de antip¨¢tico... Incluso los no aficionados al f¨²tbol saben qui¨¦n es. Como en su d¨ªa sab¨ªan qui¨¦n era George Best o Paul Gaiscogne.
Cumple el arquetipo del h¨¦roe: origen humilde, talento, atractivo, orgullo
Tiene un rasgo narcisista y se acomoda a lo que la sociedad espera
Cost¨® 94 millones, pero el a?o pasado factur¨® menos que Messi en publicidad
"Es la esencia de la juventud: es aut¨¦ntico, y muy 'sexy", dice Armani
Como fen¨®meno medi¨¢tico, Cristiano Ronaldo se los ha llevado por delante. Incluso a David Beckham, icono de la ¨²ltima d¨¦cada. Es m¨¢s gal¨¢ctico que el ingl¨¦s (ha costado 94 millones de euros), igual de impertinente que Gaiscogne e igual de odiado por las aficiones rivales que Cantona. Sus aspavientos, su actitud desafiante y muchas veces chulesca dentro y fuera del campo le hacen m¨¢s que un hombre-espect¨¢culo. Es el espect¨¢culo. Y le gusta el papel. Es como si estuviera por encima de todo. Falla un penalti, uno de sus compa?eros lo convierte en gol y no lo celebra. Es m¨¢s, se queda maldiciendo su error mientras los dem¨¢s hacen pi?a. Si un compa?ero falla un pase, se lo reprocha levantando los brazos. Una, dos, tres, cuatro, cinco veces por partido. Le da igual dejar en evidencia a alguien. Siempre tiene la misma justificaci¨®n: "Soy as¨ª de competitivo, no me gusta perder ni a la Play". Suelta un codazo a Mtiliga, le rompe la nariz, le sancionan, y resulta que es una "verg¨¹enza", que hay una conjura contra ¨¦l. Se arrodilla como si ¨¦l fuera la v¨ªctima. "Toco a un rival y es roja", se quej¨® el domingo. La afici¨®n se lo perdona todo. Los cr¨ªticos no.
CR9 parece haberse construido un personaje. Genera dinero dentro y fuera del f¨²tbol. Tiene firmados contratos con nueve marcas (Nike, Banco Esp¨ªritu Santo, Coca-Cola, FIFA Street 2, Extra Joss, Fuji, Castrol, Pepe Jeans y Armani) que el a?o pasado le supusieron ingresos por 13 millones de euros, y que este a?o, seg¨²n calculan los expertos, rondar¨¢n los 22 millones. Es admirado y odiado por igual. Cualquier gesto o palabra suya produce una reacci¨®n y un debate.
?Por qu¨¦ tiene tanto impacto? Messi tambi¨¦n es un talento y la temporada pasada, seg¨²n la revista France football gan¨® m¨¢s dinero que Cristiano en contratos publicitarios (20 millones). Pero no tiene el mismo impacto que el portugu¨¦s. Tampoco se quedar¨ªa lamentando un error suyo en lugar de ir a celebrarlo con sus compa?eros. "El Bal¨®n de Oro lo he ganado gracias a ellos", dijo cuando en diciembre le entregaron el galard¨®n m¨¢s preciado del f¨²tbol.
Escribe Vicente Verd¨² en su libro El f¨²tbol: mitos, ritos y s¨ªmbolos que "el nacimiento de un h¨¦roe ha de ser invariablemente humilde y milagroso; sus primeras actuaciones p¨²blicas dar¨¢n muestra de una fuerza o inteligencia extraordinarias y le procurar¨¢n un r¨¢pido encumbramiento; sus luchas triunfales contra las fuerzas del mal ocupar¨¢n, entre menguados intervalos amorosos, la mayor parte de su historia; su flanco m¨¢s vulnerable es su pecado de orgullo; y su muerte sobrevendr¨¢ bien como efecto de una traici¨®n, bien por entrega voluntaria en un sacrificio desmesurado, o por ambos elementos conjugados".
Seg¨²n Julieta Paris, psic¨®loga deportiva y antrop¨®loga que trabaja con deportistas de ¨¦lite, eso se llama arquetipo del h¨¦roe. "Cristiano cumple, uno a uno, todos y cada uno de los ingredientes que hacen de uno un h¨¦roe: su humildad de origen, su gran e innegable talento deportivo, su atractivo con las mujeres y el orgullo", dice. "De un modo inconsciente, CR9 activa todos esos mecanismos en nosotros y por eso, tanto para bien como para mal, todos nos sentimos fascinados por lo que hace", a?ade. ?Y por qu¨¦ Messi e Iniesta, que tambi¨¦n tienen talento, orgullo y or¨ªgenes humildes, no despiertan tanto revuelo? "Messi e Iniesta son l¨ªderes carism¨¢ticos, pero la belleza y el aspecto f¨ªsico tambi¨¦n son muy importantes y, respecto a ellos, CR9 tiene ese algo dionisiaco que se convierte en una variable m¨¢s que suma en esa admiraci¨®n/envidia que despierta", contesta Paris. Es eso, el carisma, el ¨¦xito familiar y con las mujeres, el talento y la capacidad de superaci¨®n, lo que le convierten, seg¨²n Paris, en un "arquetipo interesante para lapidarlo p¨²blicamente".
Pero, advierte N¨¦stor Szerman, especialista en patolog¨ªa dual y que ha tratado a muchos deportistas con conductas adictivas, "la afici¨®n siempre necesita a un l¨ªder que cale en la sociedad, y, cuando lo encuentra, est¨¢ dispuesta a perdonarle cualquier cosa". Cristiano, por juventud, por rico y famoso, ha calado. "Es un aut¨¦ntico l¨ªder social. Incluso el que no quiera saber nada de f¨²tbol tiene que aguantar 48 horas de im¨¢genes en la tele sobre su codazo o sobre otra cosa que haga". Seg¨²n Szerman, el portugu¨¦s, por su culto al trabajo, al f¨ªsico, a la obsesi¨®n con ser el mejor, encaja con el perfil del que tiene un rasgo narcisista de la personalidad. A saber, "una necesidad constante de admiraci¨®n y de ser reconocido; la certeza de sentirse especial y ¨²nico; la convicci¨®n de no ser comprendido por los dem¨¢s", explica. "Es un rasgo que se da en personas con mucho poder, y es dif¨ªcil encontrarlo en alguien tan joven como ¨¦l [cumple 25 a?os en una semana]. Cristiano no s¨®lo responde a esa imagen de l¨ªder, sino que se acomoda a la que la sociedad demanda".
CR9 ha irrumpido en la escena p¨²blica como un hurac¨¢n. Tanto que hasta el obispo de Barcelona se pronunci¨® criticando al Madrid por el dinero que se hab¨ªa gastado en comprarle. Tanto que jam¨¢s, en la historia del f¨²tbol, un jugador hab¨ªa reunido a 75.000 personas el d¨ªa de su presentaci¨®n. Tanto que la concentraci¨®n del equipo en Irlanda para preparar la pretemporada se blind¨® (dos guardias s¨®lo para ¨¦l, tres controles de seguridad para acceder al hotel, y vallas alrededor del camino -unos 200 metros- que iba del hotel al campo de entrenamiento). Tanto que desplaz¨® a David Beckham como modelo favorito de Armani. Acaba de protagonizar la nueva campa?a publicitaria de ropa interior de la firma italiana. "Cristiano es guapo, tiene un f¨ªsico de atleta. Para m¨ª, y por eso le he elegido, es la esencia de la juventud: es espont¨¢neo, aut¨¦ntico, excitante y por supuesto muy sexy", ha declarado Armani.
Florentino P¨¦rez, el hombre que desembols¨® 94 millones de euros por Cristiano [los responsables del club dicen que el fichaje sali¨® barato porque los beneficios econ¨®micos que se obtendr¨¢n son mayores que la inversi¨®n] se est¨¢ frotando las manos. Incluso a sabiendas de que el CR9 tiene firmado varios contratos de exclusividad de los cuales el club no ingresar¨¢ ni un solo c¨¦ntimo (Zidane, Beckham y Ronaldo s¨ª ced¨ªan el 50% de sus derechos de imagen).
Incluso cuando su ni?o mimado es expulsado por propinar un codazo a un rival y desafiar a la prensa. El caso es que se hable. Y de ¨¦l se habla mucho. ?se es el modelo que impulsa el presidente del Real Madrid. Como ¨¦l mismo dice, su modelo deportivo se alimenta de jugadores-inversi¨®n. Es decir, los que tienen "la calidad medi¨¢tica suficiente para seducir a los aficionados de todo el mundo". Sin ir m¨¢s lejos, 2.,8 millones de personas han tecleado en YouTube el v¨ªdeo del ¨²ltimo anuncio de Cristiano con Nike
[ayer empez¨® a rodar el nuevo] en el que con unas zapatillas de color naranja chill¨®n reta con chuler¨ªa a un Bugatti en una carrera de velocidad.
Su chuler¨ªa es otro de los aspectos que m¨¢s que divide a la opini¨®n p¨²blica: a la mitad le irrita, la otra lo admira. "Los aspavientos le refuerzan porque le hacen m¨¢s visible. Cristiano lo sabe y juega con eso. Beckham tambi¨¦n lo hac¨ªa pero para m¨ª era bastante m¨¢s esclavo de su personaje...", concluye Paris.
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