Lavapi¨¦s: 18 personas en 50 metros
Un videoartista logra entrar en un 'piso patera' de senegaleses y documenta su vida
En un piso de Lavapi¨¦s de 50 metros cuadrados vive Mouhamadou Bamba Diop, senegal¨¦s de 31 a?os, con 16 compatriotas y un espa?ol. Es uno de los muchos pisos patera que Madrid esconde con celo. Pero Bamba Diop se ha atrevido a mostrar su intimidad. "Nos daba verg¨¹enza ense?ar c¨®mo vivimos, pero necesit¨¢bamos que se supiese", dijo ayer Bamba. El artista Josep Maria Mart¨ªn (Ceuta, 1961) le propuso en mayo de 2009 narrar su llegada en cayuco a Canarias y su vida ilegal en Espa?a, su trabajo en el top manta y en la construcci¨®n, los controles policiales en la calle, la convivencia milagrosa en un hogar comprimido... y la memoria que duele: la tierra, la esposa, los hijos que dej¨® en ?frica por un sue?o irreal. Hoy se estrena en la Casa Encendida el documental que narra su historia, dentro del ciclo de arte p¨²blico Madrid Abierto.
Mart¨ªn viaj¨® con Bamba a su pueblo para desmontar el mito de El Dorado
"?ste es el viaje de Bar?a o Barzaq. Si alguien no est¨¢ dispuesto a morir por este sue?o, que se despida ahora. No habr¨¢ marcha atr¨¢s". El capit¨¢n del cayuco dijo estas palabras en wolof, lengua de Senegal. Bar?a o Barzaq significa literalmente Barcelona o el m¨¢s all¨¢. Fue la noche del 27 de agosto de 2006, antes de echar la barcaza rumbo a las islas Canarias. Uno de los polizones a los que habl¨® el capit¨¢n se llamaba Mouhamadou Bamba Diop.
Bamba Diop, de 31 a?os, vive en un piso patera de Lavapi¨¦s. Son 18 personas en 50 metros cuadrados. El viaje de Bamba a Espa?a y la intimidad de su hogar clandestino estuvieron ocultos hasta que se cruz¨® en sus vidas Josep Maria Mart¨ªn, un artista que trabaja ligando la est¨¦tica con la ¨¦tica, la etnograf¨ªa y la arquitectura. Mart¨ªn quer¨ªa investigar un piso patera e intervenir en ¨¦l para mejorarlo. Se lo propuso al inmigrante y sucedi¨® algo que no esperaba: no s¨®lo aceptaba el plan, sino que llevaba tiempo rumiando la idea de contar su historia.
El resultado es un v¨ªdeo de 40 minutos que se proyecta desde hoy en La Casa Encendida, dentro del ciclo Madrid Abierto. Una casa digestiva para Lavapi¨¦s desvela una realidad de la capital conocida pero invisible, los apartamentos donde se amontonan inmigrantes sin recursos, un hecho que el Gobierno prohibir¨¢ en la pr¨®xima Ley de Gobierno Local. "Es impresionante ver una casa en la que cada metro cuadrado est¨¢ ocupado por un colch¨®n", explica Josep Maria Mart¨ªn. "Al verlo supe que la idea de mejorar las condiciones de un piso patera era inviable y opt¨¦ por pararme a escuchar lo que Bamba ten¨ªa que contar". Ayer, uno de los compa?eros de Bamba, Mortala, de 31 a?os, detallaba esas condiciones: "No hay espacio para nada. Usamos las maletas como armarios. Por el d¨ªa tenemos los colchones apoyados en las paredes para poder movernos".
La historia de Bamba Diop desbord¨® los planes del artista. El viaje en cayuco, la vida en una baldosa, el top manta, el deseo de rebobinar su vida y volver a la playa donde empez¨® su pesadilla para quedarse. La voluntad del senegal¨¦s de que el proyecto repercutiese en la vida de sus paisanos arrastr¨® el mes pasado al artista a Kayar, el pueblo originario del senegal¨¦s, para desmontar el mito de El Dorado, que ha alimentado el oc¨¦ano Atl¨¢ntico con cientos de ilusos que naufragaron al intentar llegar a Europa, la tierra prometida.
En el relato que escribi¨® para el artista sobre su odisea hacia Espa?a hay pasajes que cuesta leer, narrados con un castellano preciso que empez¨® a estudiar en Senegal. "No avanz¨¢bamos hacia ninguna parte, s¨®lo hab¨ªa mar. Pens¨¦ que hab¨ªamos ca¨ªdo en una trampa. Todo esto volvi¨® locos a algunos de mis compa?eros y empezaron a ver alucinaciones. Era de noche. Algunos se tiraron al mar. No era para suicidarse, pensaron que estaban a¨²n en tierra. Dec¨ªan sentir la llamada de sus hijos o sus madres, esper¨¢ndoles en el fondo del mar".
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