Ma?ana, todos chinos
?Qu¨¦ bien refleja Jo Str?mgren el rancio orden y la puntualidad obsesiva de la vieja Europa! Un casillero enorme de oficina racionalista, con una tacita blanca en cada escaque, simboliza nuestro continente en The Society, divertido montaje donde un empleado mantiene la loza reluciente mientras otro prepara caf¨¦ para que un tercero, primus inter pares, lo cate y dictamine su origen. Pero en ese lugar reglamentado, exacto y decadente, cuyos moradores mezclan palabras francesas ciertas y fonemas sueltos, aparece, de s¨²bito, la huella de una traici¨®n: una bolsita ignota de t¨¦ chino. A su vista, el tr¨ªo se estremece como ante el virus de la gripe A, y se aferra a su identidad sorbiendo caf¨¦ a mares.
The Society
Gui¨®n, escenograf¨ªa, coreograf¨ªa y direcci¨®n: Jo Str?mgren. Actores. Trond Fausa Aurb?g, Hallvard Holmen y Stian Isaksen. Sonido: Lars ?rdal. Luz: Stephen Rolfe. Teatro Fern¨¢n-G¨®mez. Hasta el 14 de febrero.
Cuando todo vuelve a parecer bajo control, nuevos hallazgos de una invasi¨®n cultural subrepticia (un cartel de Mao, una canci¨®n de Cai Dan Zhuo Ma...) les llenan de inquietud: tienen al enemigo en casa. The Society es una parodia de la autocomplacencia occidental y de la colonizaci¨®n econ¨®mica emprendida desde Extremo Oriente, interpretada por tres actores multifac¨¦ticos, que clavan el gesto como un estilete. Str?mgren combina buen gusto, intuici¨®n pl¨¢stica y vis cin¨¦tica. No en vano es bailar¨ªn y core¨®grafo, antes que director teatral.
En el trazado de su humor hay ecos, no del todo improbables, porque vivi¨® un a?o en Madrid, de los Joglars silentes de M7 Catalonia y Olympic Man Movement, de Tricicle, y de los Deschiens de J¨¦r?me Deschamps, aunque el dibujo resultante sea muy otro, m¨¢s ligero que el de estos ¨²ltimos, y m¨¢s breve. En poco m¨¢s de una hora, que se pasa volando, el director noruego y sus chicos resuelven un espect¨¢culo ameno, inspirado, preciso, emparentado con el c¨®mic de l¨ªnea clara y la vi?eta pol¨ªtica. Tardan en entrar en materia, pero eso forma parte del juego. Si van, lleven la expectativa rebajada de ver algo curioso y bien hecho, que no es poco.
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