Divisi¨®n entre los cient¨ªficos sobre los riesgos de los hijos concebidos 'in vitro'

El riesgo de dar a luz a un beb¨¦ muerto es cuatro veces mayor entre las mujeres sometidas a tratamientos de fertilizaci¨®n in vitro o similares que entre las embarazadas por m¨¦todos naturales, concluye un estudio realizado en Dinamarca que hoy se publica en la revista Human Reproduction. Sin embargo, un an¨¢lisis mucho m¨¢s amplio, hecho en Suecia y que public¨® la misma revista hace apenas tres semanas, no ha encontrado que exista un mayor riesgo en este sentido. Los directores de ambos equipos han intercambiado impresiones y ninguno quiere dar su brazo a torcer respecto a la fiabilidad de su trabajo. En lo que s¨ª se ponen de acuerdo es en que el mayor riesgo para la salud del beb¨¦ son los embarazos m¨²ltiples, derivados de la implantaci¨®n en el ¨²tero de la mujer de varios embriones con el fin de lograr la gestaci¨®n. La tasa de embarazos m¨²ltiples ha bajado desde el 30% en 1990 al 5% actual. Tambi¨¦n recuerdan que el riesgo de que el feto muera en el ¨²tero es siempre muy peque?o, alrededor de un 4 por 1.000 en general.

"En los primeros a?os estudiados s¨ª vimos un riesgo ligeramente mayor de beb¨¦s muertos en embarazos de un solo embri¨®n, pero no era estad¨ªsticamente significativo", ha dicho Karl Nygren, director del estudio sueco. "Despu¨¦s, no hemos hallado aumento alguno".

Kirsten Wisbord, directora del estudio dan¨¦s, cree que hay diferencias entre las poblaciones estudiadas, como puede ser el h¨¢bito de fumar durante el embarazo, y posiblemente tambi¨¦n en las t¨¦cnicas de fertilizaci¨®n. "Nuestros resultados indican que el aumento del riesgo se debe al tratamiento en s¨ª o a factores desconocidos relacionados con las parejas inf¨¦rtiles que se someten a ¨¦ste", dice, "pero de todas formas los resultados de los dos estudios deben ser considerados con cautela".

En los m¨¢s de 30 a?os transcurridos desde el nacimiento de la primera ni?a probeta, casi cuatro millones de ni?os han venido al mundo por fertilizaci¨®n in vitro y t¨¦cnicas similares. Esto equivale al 4% de los nacimientos en algunos pa¨ªses desarrollados. Con esta cantidad de casos se pueden empezar ya a sacar conclusiones fiables sobre la seguridad de estos m¨¦todos, pero parece que no est¨¢ resultando f¨¢cil.

Otro ejemplo son los estudios sobre la salud de los ni?os nacidos en estos 30 a?os, que en general no han encontrado diferencias significativas respecto a la poblaci¨®n general. Sin embargo, el primer estudio estadounidense de expresi¨®n gen¨¦tica en ni?os nacidos por t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida s¨ª ha encontrado algunas diferencias. Su autor, Carmen Sapienza, las interpreta como indicativas de un mayor riesgo de que cuando envejezcan, estas personas tengan mayor tendencia a enfermedades como la diabetes y la hipertensi¨®n.

Se trata de un trabajo preliminar, que ha estudiado la expresi¨®n de s¨®lo 700 genes y que ha encontrado diferencias en ¨²nicamente un 5% de ellos. Muy pocos datos para pronosticar enfermedades si se tiene en cuenta la influencia del ambiente. En lo que tambi¨¦n est¨¢n de acuerdo Sapienza y Andre Van Steirteghem, que dirige el mayor proyecto del mundo para seguir la salud de los ni?os probeta, es que los embarazos m¨²ltiples son lo m¨¢s peligroso.