25 a?os despu¨¦s, aborto con plazos

Las mujeres espa?olas podr¨¢n decidir por s¨ª mismas durante las 14 primeras semanas de su embarazo si desean ser madres. O si no. Sin tutela. Un Senado de mayor¨ªa conservadora aprob¨® ayer de forma definitiva la reforma legal del aborto que introduce en Espa?a un sistema de plazos que ya funciona en pr¨¢cticamente toda Europa. Despu¨¦s de un a?o y medio de duras negociaciones y un enconado debate medi¨¢tico, el Gobierno logr¨® que su texto se aprobara tal cual hab¨ªa salido del Congreso de los Diputados. No prosper¨® ninguna de las 88 enmiendas presentadas. El resto del texto fue aprobado con 132 votos a favor, 126 en contra y una abstenci¨®n. S¨®lo lo rechazaron el PP, UPN y el Partido Aragon¨¦s. Los representantes de Coalici¨®n Canaria y CiU, con libertad de voto, se dividieron.

La C¨¢mara alta rechaz¨® tres vetos al proyecto y 88 enmiendas

La nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo se publicar¨¢ en el BOE en los pr¨®ximos d¨ªas. Entrar¨¢ en vigor dentro de cuatro meses, durante los cuales se har¨¢n los desarrollos reglamentarios necesarios. Llega 25 a?os despu¨¦s de la primera despenalizaci¨®n del aborto en la Espa?a democr¨¢tica. La norma de 1985, a?o en la que el Tribunal Constitucional le dio el visto bueno, lo permit¨ªa s¨®lo en tres estrictos supuestos -violaci¨®n, malformaci¨®n fetal y grave riesgo para la vida o la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la mujer- que acabaron interpret¨¢ndose de forma muy amplia y con escasas garant¨ªas para las mujeres y para los m¨¦dicos. Se trataba de una ley que, seg¨²n el Consejo de Estado, hab¨ªa que "ajustar" a la realidad, "porque nada es m¨¢s contrario a un Estado de derecho que el divorcio radical entre las normas y su aplicaci¨®n".

La aprobaci¨®n definitiva de la norma en el Senado sirvi¨® tambi¨¦n a los socialistas como acto de desagravio de la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo, impulsora del proyecto y "convertida en la persona m¨¢s insultada de un Gobierno democr¨¢tico", en palabras de la senadora Leire Paj¨ªn, que se estren¨® ayer en el Senado con la defensa de este proyecto de ley (oportunamente ataviada con una chaqueta morada). La ministra de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez, y el titular de Justicia, Francisco Caama?o, tambi¨¦n agradecieron a A¨ªdo su valent¨ªa ante los "embates" que ha aguantado.

Ha sido una ley de dif¨ªcil parto. El PSOE, que llevaba la reforma del aborto en su programa electoral de 2004, lo olvid¨® en 2008, salvo una menci¨®n a la necesidad de abrir un debate social sobre el tema. Sin embargo, en cuanto volvi¨® a formar Gobierno se puso manos a la obra. Era un momento dif¨ªcil: una cl¨ªnica de abortos hab¨ªa, aparentemente, vulnerado la ley; se estaba produciendo un acoso judicial a otras que nada hab¨ªan hecho; y se llamaba a declarar a las mujeres con m¨¦todos m¨¢s que cuestionables.

El ministerio elegido para liderar el proyecto fue el reci¨¦n creado de Igualdad, con la joven Bibiana A¨ªdo a la cabeza, que trabajar¨ªa conjuntamente con Justicia y Sanidad. Conscientes de que necesitaban consensuar con el mayor n¨²mero posible de partidos, se cre¨® en el Congreso una subcomisi¨®n parlamentaria mientras un comit¨¦ de expertos nombrado por el Gobierno se pon¨ªa a trabajar tambi¨¦n en el proyecto. El Ejecutivo no ten¨ªa dudas de la necesidad de una ley de plazos para homologar a Espa?a con el resto de Europa. Eran evidentes los problemas de inseguridad jur¨ªdica que causaba una ley muy estricta sobre el papel que nadie -salvo la sanidad p¨²blica, donde s¨®lo se llevan a cabo el 3% de las interrupciones de embarazos- cumpl¨ªa con rigor. Y que, de llevarse a rajatabla, podr¨ªa provocar viajes abortivos de espa?olas al extranjero.

El Gobierno present¨® su anteproyecto de ley en mayo de 2009. La novedad radical, sin duda, era el sistema de plazos, una aut¨¦ntica revoluci¨®n con respecto a la ley vigente. Sin embargo, la pol¨¦mica se traslad¨® a otro punto: las j¨®venes de 16 y 17 a?os. La Ley de Autonom¨ªa del Paciente, de 2002, establece la mayor¨ªa de edad sanitaria en los 16 a?os salvo en tres supuestos: ensayos cl¨ªnicos, reproducci¨®n asistida y aborto. El Gobierno propon¨ªa sacar las interrupciones de embarazo de esta excepci¨®n, lo que provoc¨® una oleada de cr¨ªticas y centr¨® el debate -casi en exclusiva durante un tiempo- en este art¨ªculo. Las cr¨ªticas procedieron incluso de algunos miembros del PSOE, que tampoco vieron clara la idea de la ministra. Tras el vendaval medi¨¢tico se pact¨® una enmienda en el Congreso: las menores deciden pero se informa a los padres salvo cuando la chica alegue "grave conflicto" (concepto que no queda del todo definido).

Antes hab¨ªan hablado el Consejo Fiscal, muy dividido, que acab¨® informando en contra del proyecto; el Consejo General del Poder Judicial, que, por primera vez en su historia, no logr¨® emitir un dictamen ante la falta de acuerdo; y el Consejo de Estado, que aunque sugiri¨® algunas modificaciones, fue un bal¨®n de ox¨ªgeno para el texto del Gobierno, acosado en ese momento por la Iglesia, el Partido Popular, los grupos antiaborto y algunos medios. Una multitudinaria manifestaci¨®n en octubre que cuestionaba la propia existencia del aborto dio alas a los detractores de la ley.

El paso por el Senado ha sido sigiloso. Las negociaciones se han llevado discretamente y fuera de los focos. El Senado rechaz¨® ayer por la ma?ana los tres vetos que se hab¨ªan presentado (del PP, UPN y un senador de Uni¨®). Por la tarde se votaron -y tumbaron- las 88 enmiendas. Roberto Lertxundi, senador socialista, asegur¨® que el contenido de algunas de ellas se incorporar¨ªa en el desarrollo reglamentario. Su compa?era Patricia Hern¨¢ndez habl¨® de la necesidad de superar de una vez los "debates del pasado". La ley estar¨¢ en vigor dentro de cuatro meses. Habr¨¢ que ver entonces si esta vez hay boda entre "la norma y su aplicaci¨®n".