El intento de la oposici¨®n de endurecer el C¨®digo Penal retrasa la reforma
El PP mantiene la cadena perpetua revisable y CiU agravar la reincidencia
La reforma del C¨®digo Penal est¨¢ atascada en el Congreso. Tres meses despu¨¦s de que el proyecto de ley elaborado por el Gobierno llegara a las Cortes, los grupos parlamentarios han mantenido conversaciones discretas, pero con escasos avances. De hecho, hay portavoces que quieren volver a ampliar el martes el plazo de enmiendas parciales, pese a que los grupos hab¨ªan acordado no pasar del l¨ªmite del 2 de marzo.
B¨¢sicamente, no hay acuerdo en la medida de libertad vigilada que se pretende establecer para condenados por delitos graves que hayan cumplido su pena, por la petici¨®n del Partido Popular para debatir la cadena perpetua revisable y por la pretensi¨®n de CiU de endurecer las penas para autores de faltas que sean reincidentes.
PNV y ERC rechazan la libertad vigilada para condenados por delitos graves
El Gobierno, en multitud de reuniones discretas, ha intentado el acuerdo con PP y CiU primero y luego ha querido ampliarlo a PNV y ERC. Mientras, otros partidos como IU rechazan todo el proyecto del Ejecutivo y defienden la presentaci¨®n de una enmienda de totalidad.
El texto enviado por el Ministerio de Justicia, que dirige Francisco Caama?o, modifica casi 150 art¨ªculos, endurece las penas para delitos muy graves, tipifica nuevos delitos, aclara la prescripci¨®n y considera imprescriptibles los delitos de terrorismo. Fuentes del PSOE aseguran que en la negociaci¨®n con los grupos mantienen el principio de endurecer las penas para delitos graves y para delitos de "cuello blanco", pero en ning¨²n caso para faltas o peque?os delincuentes como pretende CiU.
Los nacionalistas catalanes han puesto especial empe?o en agravar el tratamiento penal para las faltas y delitos m¨¢s comunes y que, seg¨²n aseguran, m¨¢s afectan a los ciudadanos. A falta de que lo concrete en sus enmiendas, el portavoz de Justicia de CiU, Jordi Jan¨¦, plante¨® inicialmente una f¨®rmula para que las condenas por faltas constaran en antecedentes y para que cuatro condenas por faltas se computaran como un delito, aunque fueran cometidos en un plazo superior a un a?o. Ahora el que comete en un a?o cuatro faltas se le castiga como autor de un delito.
En la pr¨¢ctica se trata de hacer, seg¨²n CiU, que se pueda perseguir a los autores de peque?os hurtos reiterados. El Gobierno rechaz¨® esta posibilidad y los nacionalistas catalanes plantearon otra f¨®rmula para que la multirreincidencia de las faltas sirva para elevar la pena en un grado. Esta posibilidad ya existe desde 2004 pero s¨®lo como facultad de los jueces y raramente se aplica. El PSOE, el PNV y ERC se oponen de momento a esta posibilidad.
El otro grave escollo es la propuesta del PP para crear la cadena perpetua revisable. No la apoyan los dem¨¢s grupos, el Gobierno asegura que, incluso, es mucho m¨¢s dura la reforma de 2002 que estableci¨® 40 a?os de condena sin posibilidad de revisi¨®n. De hecho, la exposici¨®n de motivos del proyecto del Gobierno asegura que la actual regulaci¨®n "comporta resultados pr¨¢cticos no muy distantes de la cadena perpetua".
Para salvar esas discrepancias, los socialistas y el Gobierno buscaron apoyo del PNV y ERC, pero se han encontrado otros escollos por razones opuestas: est¨¢n en contra del endurecimiento que prev¨¦ el proyecto del Ejecutivo.
Concretamente, Emilio Olabarr¨ªa (PNV) y Joan Ridao (ERC) se oponen a la libertad vigilada, tal y como se establece en el texto del Gobierno. El PNV quiere que se limite s¨®lo a delitos muy graves y ERC que se suprima. El Gobierno intenta convencerles de que s¨®lo se aplicar¨ªa en casos muy extremos de condenados por delitos contra la libertad sexual.
Los nacionalistas vascos, adem¨¢s, hacen objeciones a los que denominan "desorden normativo", es decir, la aplicaci¨®n general de las penas y los detalles de retroactividad que observan.
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