Medio siglo de requinto
El instrumentista da su ¨²ltimo concierto tras 51 a?os en la Banda Municipal
El de ayer era su ¨²ltimo ensayo en la Banda Sinf¨®nica Municipal de Madrid. Hoy, el maestro Manuel Lillo Torregrosa, de 69 a?os, deja atr¨¢s 51 y medio como requintista, si as¨ª se puede llamar a quien toca el requinto, un clarinete m¨¢s peque?o de lo normal ("lo m¨¢s agudo de la banda es el flaut¨ªn y el requinto", detalla). Se despide a lo grande y sin nostalgia en un concierto con su formaci¨®n en el teatro Monumental. Tampoco se va a librar de un homenaje (como compositor, que tambi¨¦n lo es) el pr¨®ximo 9 de mayo, d¨ªa que se inaugurar¨¢n los conciertos de verano en el parque del Retiro. "Hagamos la entrevista fuera, que con este d¨ªa da gusto. Mire qu¨¦ vistas", pide amablemente Lillo, un hombre sensible que repasa el que ha sido su paisaje habitual durante muchos a?os. Un skyline con las nuevas torres de la Castellana, la Torre de Madrid, el Edificio de Espa?a en obras, que se divisa desde el pabell¨®n n¨²mero 12 de la Casa de Campo, lugar donde ensaya la Banda Municipal. "Este paisaje no lo conoce casi nadie", dice orgulloso.
"En 1959 los conciertos en el Retiro eran nocturnos"
Como compositor tiene registradas casi 600 obras en la SGAE
Lillo ingres¨® en la banda el 29 de agosto de 1959. "Entonces los conciertos en el Retiro eran nocturnos, a partir de las once de la noche. No hab¨ªa problemas de seguridad. Desde ese d¨ªa he conocido a todos los directores, don Jes¨²s Arambarri, don Victorino Echevarr¨ªa o Mart¨ªn Domingo, autor de los pasodobles m¨¢s famosos de Madrid como La kerm¨¦s de Las Vistillas. Ahora va el doble de p¨²blico, unas 4.000 personas, pero siempre son los mismos. Va de padres a hijos". Cuando Lillo entr¨® ten¨ªa 18 a?os y se tuvo que comprar un sombrero porque los dem¨¢s (mayores que ¨¦l) lo llevaban. "Estaba rid¨ªculo con ¨¦l", sentencia el m¨²sico con desparpajo. En esos a?os Madrid era muy peque?o. "Yo viv¨ªa en Manuel Becerra y no te perd¨ªas; ahora coges el coche y no sabes por d¨®nde vas. La plaza de las Ventas era las afueras, ahora todo es grand¨ªsimo".
A Madrid lleg¨® desde la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig ("p¨®ngalo, que si ven esto all¨ª en el pueblo les va a gustar mucho", recomienda r¨¢pido). Nacido en 1940, estudi¨® piano en Alicante y luego el requinto. ?Y por qu¨¦ le dio por la m¨²sica? "Por tradici¨®n familiar. Estaba muy influido por mi padre, m¨²sico aficionado, y por mi t¨ªo, muy famoso, Vicente Lillo, trompeta en la Orquesta Nacional de Espa?a y en la Banda Sinf¨®nica de Madrid. Dijeron: 'Que el ni?o estudie m¨²sica, que tiene porvenir'. Y adem¨¢s, de requinto porque mi t¨ªo sab¨ªa que en la Banda Municipal uno de los se?ores se jubilaba. Entr¨¦ de interino y a los seis meses se convoc¨® la oposici¨®n y aprob¨¦".
Como la econom¨ªa "no estaba f¨¢cil", Lillo se pluriemple¨®. "Tener la carrera de piano me val¨ªa para tocar en orquestinas, en salas de fiestas. Ganaba m¨¢s que en la banda. Luego en los setenta estuve cinco a?os en la Orquesta Nacional, en papeles espec¨ªficos para requinto, como en Bolero de Ravel, que tiene un solo de requinto. Me llam¨® el Circo Price y me propusieron quedarme fijo, pero me pidieron que dejara la banda, y eso no, porque es como mi segunda familia".
Suena el m¨®vil con algo parecido a gorgoritos de beb¨¦. "Lo de siempre. Cuando el hijo se deshace del m¨®vil se lo pasa al padre, as¨ª que el sonido ser¨¢ de uno de mis nietos". Madrid tambi¨¦n le dio a Lillo una novia. "Un vecino m¨²sico ten¨ªa una hija que trabajaba en las oficinas de Simago y un d¨ªa me present¨® a una amiga". Era Carmen, con la que se cas¨® y tiene dos hijos.
Si de algo se arrepiente Lillo es de no haber compuesto desde el principio. "El tiempo perdido en el piano en salas de fiestas lo ten¨ªa que haber dedicado a la composici¨®n, pero necesitaba ese dinero". En la SGAE tiene registradas casi 600 obras como compositor. "?Tantas? ?D¨®nde lo ha visto?", pregunta. "?Ah!, en mi web", exclama. ?sas son cosas de su hijo, ingeniero de telecomunicaciones, que le ha creado una web (www.manuel-lillo.com.es) porque ¨¦l de eso no tiene mucha idea.
Su energ¨ªa (y velocidad) la encauz¨® en la composici¨®n. Una de sus m¨¢s famosas obras, Plaza de las Ventas, la empez¨® a las cinco de la tarde y a las once de la ma?ana (despu¨¦s de una noche en vela) ya se grababa en la versi¨®n de disco. Antonio Molina est¨¢ entre quienes han grabado canciones suyas. Y Luis Cobos le ha encargado muchas obras. Lillo viaj¨® por Latinoam¨¦rica y Europa con Jes¨²s Villarrojo, director del grupo LIM (Laboratorio de Interpretaci¨®n Musical). Entre sus muchos reconocimientos est¨¢ la Medalla de Oro al M¨¦rito Cultural, en 1975.
Al preguntarle por los problemas actuales de la Banda Municipal, Lillo contesta que m¨¢s que laborales son producto de la econom¨ªa que (otra vez) est¨¢ dif¨ªcil. "No hay dinero ni para ca?as para el clarinete". Muy seguro dice que no se va de la banda con pena. "Dejo 90 amigos que forman la banda; hombre, unos m¨¢s que otros, pero nunca he tenido enemigos". ?Y qu¨¦ va a hacer ahora? "Seguir levant¨¢ndome a las seis de la ma?ana para componer, que para m¨ª es como un tranquilizante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.