"Torres Baena organizaba los turnos para ver qui¨¦n ten¨ªa sexo con qui¨¦n"
Un informe describe el control absoluto del l¨ªder sobre estudiantes y profesores
A las dos primeras denuncias de presuntos abusos sexuales que recibi¨® la polic¨ªa se unieron cuatro nuevos testimonios de v¨ªctimas del karateka Fernando Torres Baena y su grupo. La Brigada Provincial de Polic¨ªa Judicial de Las Palmas de Gran Canaria pidi¨® la entrada y registro en su chal¨¦ de Playa de Vargas, en el que parec¨ªa que se comet¨ªan la mayor parte de los abusos. La chica que destap¨® el caso pidi¨® a los agentes que tuvieran cuidado con la informaci¨®n que trascend¨ªa porque muchos ni?os ten¨ªan lavado el cerebro y, si se enteraban de la denuncia, se lo contar¨ªan a Torres Baena y ¨¦ste har¨ªa desaparecer cualquier rastro de la casa.
El Juzgado n¨²mero 7 de Las Palmas de Gran Canaria, que instruye el caso, autoriz¨® el registro. Las casas contiguas de Playa de Vargas, en la urbanizaci¨®n El Ed¨¦n, eran exactamente como las hab¨ªan descrito los denunciantes: dos chal¨¦s comunicados entre s¨ª por la parte trasera del jard¨ªn, rodeados de plantas y palmeras, en un pueblo de Ag¨¹imes. En el m¨¢s alto, de nueva construcci¨®n, viv¨ªa ahora Torres Baena. El otro, m¨¢s bajo, se llama Villa Edith (nombre de su primera esposa). La gente de la zona estaba acostumbrada a ver a los ni?os. "Los ve¨ªamos entrenar en el parque y limpiando y arreglando el terreno", dice una vecina. "Pensaba que era un campamento un poco raro. La pareja de ¨¦l llevaba a los chavales a la playa, y caminaba por aqu¨ª, en tanga y topless. Pero ?c¨®mo te vas a imaginar algo as¨ª?".
Los agentes encontraron en Vargas una caja con papel de liar y hach¨ªs; una pistola sin licencia; algunos juguetes sexuales -un pene de goma de gran tama?o y otros dos consoladores-; fotos de menores en actitudes provocativas (algunos de ellos, v¨ªctimas que ya hab¨ªan denunciado); preservativos en varias habitaciones; dos tubos agotados de vaselina; y dos cintas pornogr¨¢ficas (una de sexo con animales) en un cuarto con literas y con "apariencia de estar destinado a los ni?os cuando iban a las concentraciones", seg¨²n el escrito policial.
El Servicio de Atenci¨®n a la Familia de la Polic¨ªa de Las Palmas hizo p¨²blico el caso por si aparec¨ªan m¨¢s v¨ªctimas. Y aparecieron. Recibieron decenas de llamadas de menores y mayores que hab¨ªan pasado por la escuela de k¨¢rate. Tras recoger el testimonio de m¨¢s de 30, se elabor¨® un informe final con las siguientes conclusiones:
- Promesa de ¨¦xito. "Fernando Torres Baena, Mar¨ªa Jos¨¦ Gonz¨¢lez, Ivonne Gonz¨¢lez, Juan Luis Ben¨ªtez y Jos¨¦ Agust¨ªn Gonz¨¢lez constituyen un grupo organizado de pederastas (asimilable a una secta en la que el primero ejerce de l¨ªder carism¨¢tico) que aprovechaban su vinculaci¨®n e influencia en el mundo del k¨¢rate para atraer a los menores y ganarse su confianza y admiraci¨®n, tanto de los mismos como de sus padres, con la promesa de convertir a sus hijos en figuras del deporte".
- Total promiscuidad. "A trav¨¦s de la Escuela de K¨¢rate Torres Baena, una vez conseguida esta confianza, los seleccionaban (...) y una vez comprobado que los menores eran influenciables, se los llevaban a los chal¨¦s contiguos que Fernando Torres Baena tiene en Playa de Vargas, donde eran sometidos a pr¨¢cticas sexuales de todo tipo: sexo heterosexual, homosexual, tr¨ªos, camas redondas... en un ambiente de total promiscuidad en el cual los profesores detenidos incentivaban a los ni?os para que se acostasen entre ellos y con los propios profesores".
- El cabecilla: Fernando Torres Baena. "Se trata de una persona con una gran capacidad de manipulaci¨®n de menores, aprovechando la situaci¨®n de superioridad que tiene sobre los ni?os como maestro de k¨¢rate internacionalmente conocido y la admiraci¨®n que le profesan, usando diversas t¨¦cnicas para vencer la l¨®gica resistencia de un ni?o a mantener relaciones sexuales de todo tipo (...). Convenc¨ªa a los ni?os dici¨¦ndoles que mantener abundantes relaciones sexuales era muy bueno para su formaci¨®n y que para ser un aut¨¦ntico campe¨®n de k¨¢rate, como ¨¦l y como los dem¨¢s profesores implicados, era necesario que accediesen a lo que ¨¦l les ped¨ªa. Cuando esto no funcionaba, recurr¨ªa a otros tipos de presi¨®n, como echarles broncas interminables o humillarlos delante de los dem¨¢s alumnos para despu¨¦s mostrarse muy cari?oso con el ni?o o muy abatido y dolido por la negativa a acceder a sus pretensiones sexuales".
- Normalidad del sexo. "Una vez creado el grupo de concentrados en el chal¨¦ de Vargas, cuando un nuevo ni?o se incorporaba al grupo se encontraba con que las conductas sexuales que all¨ª acontec¨ªan eran consideradas en todo grado normales por todos los que all¨ª se encontraban, tanto por sus compa?eros de entrenamiento mayores que ¨¦l como por sus propios profesores".
- P¨¦rdida de la virginidad. "En las declaraciones figuran la realizaci¨®n de sexo con ni?os muy peque?os de ambos sexos, con penetraciones por todas las v¨ªas, haci¨¦ndoles perder la virginidad personalmente en varias ocasiones, tr¨ªos, uso de consoladores, el convencer a los ni?os de mantener relaciones sexuales con otros ni?os del mismo sexo, (...) Fernando Torres Baena lleg¨® a organizar los turnos de los menores y los profesores para ver qui¨¦n ten¨ªa sexo con qui¨¦n. Adem¨¢s, mostraba a los menores pel¨ªculas pornogr¨¢ficas y est¨¢ implicado en un caso de facilitaci¨®n de p¨ªldoras abortivas a una menor".
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