El principal acusado del 'caso K¨¢rate' niega los abusos y afirma que se trata de un compl¨® para hundir su negocio
El principal acusado del caso K¨¢rate, Fernando Torres Baena, a quien se le imputan un total de 56 delitos por abusos sexuales y corrupci¨®n de menores, ha negado ante el juez Miguel ?ngel Parram¨®n haber abusado de los alumnos de la escuela de artes marciales que regentaba en Las Palmas de Gran Canaria y ha segurado que todo el caso es un compl¨® en su contra con el objetivo de hundir su negocio. El juez imputa a los tres procesados en este caso -Torres Baena y las monitoras Mar¨ªa Jos¨¦ Gonz¨¢lez Pe?a (su pareja) e Ivonne Gonz¨¢lez Herrera - 110 delitos de pederastia.
Seg¨²n ha indicado Alfonso Ram¨ªrez, el abogado del principal acusado, ¨¦ste ha explicado al juez durante la comparecencia celebrada en esta ma?ana que 10 d¨ªas antes de la denuncia y su posterior detenci¨®n, algunas de las presuntas v¨ªctimas montaron un gimnasio de similares caracter¨ªsticas quit¨¢ndole la totalidad de los alumnos al imputado.
Torres Baena ha llegado pasadas las diez de la ma?ana a los Juzgados de Las Palmas de Gran Canaria en un furg¨®n policial procedente del centro penitenciario Salto del Negro. Posteriormente, en un coche patrulla ha accedido al recinto judicial, Ivonne Gonz¨¢lez, otra de las imputadas por presunta corrupci¨®n de menores, quien en su comparecencia ante el juez ha negado los hechos que se le imputan.
El caso K¨¢rate va camino de convertirse en uno de los procesos por abusos de menores m¨¢s graves de Espa?a. Seg¨²n el auto judicial, Fernando Torres, junto con otros tres monitores, abusaron, presuntamente, de alumnos tanto en las dependencias del gimnasio ubicado en Las Palmas de Gran Canaria como el chal¨¦ propiedad de Baena en la localidad de Telde.
El juez que instruye la causa sostiene que los abusos respond¨ªan a una especie de "secta sexual" en la que, en el centro de la pir¨¢mide se encontraba el propietario del gimnasio.
En total se ha tomado declaraci¨®n a 177 alumnos de la escuela, de los que, al menos, 61 fueron obligados por el due?o del gimnasio y los monitores a practicar sexo. La mayor parte de las v¨ªctimas fueron objeto de abusos desde los 10 a?os, y en la mayor¨ªa de los casos las relaciones sexuales se perpetuaban hasta los 14 a?os.
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