30 a?os del Parlamento vasco
Dec¨ªa un reconocido juez estadounidense, Louis Brandeis, hace casi un siglo, que los Parlamentos son como "laboratorios de democracia", aut¨¦nticos experimentos donde se ensayan distintas f¨®rmulas pol¨ªticas, y cuyos resultados -sean estos errores o aciertos- siempre enriquecen al conjunto. Si es as¨ª, creo que pese a todos sus problemas el Parlamento vasco ha sido un triunfo de este pueblo, un caso ejemplar que hoy cumple treinta a?os muy intensos. Y es que aqu¨ª nos hemos puesto a prueba en las m¨¢s cr¨ªticas circunstancias posibles, porque somos un universo social muy complejo, a veces enigm¨¢tico, en ocasiones parad¨®jico, pero siempre interesante. Quiz¨¢s en este experimento estemos por fin cerca de descubrir la f¨®rmula exacta de la anhelada paz, y por ello nosotros, aqu¨ª y ahora, debemos esforzarnos m¨¢s y mejor.
Hemos logrado descontaminar cualquier atisbo de apoyo a ETA
Hace tres d¨¦cadas decidimos probar suerte en una empresa pol¨ªtica sin paralelo hist¨®rico. A la sombra del roble de Gernika, creamos un paradigma de gobierno innovador, indagamos f¨®rmulas propias de expresi¨®n social, de descentralizaci¨®n pol¨ªtica, de b¨²squeda de prosperidad y equidad social. Nuestro r¨¦gimen auton¨®mico fue resultado de una original mezcla de tradici¨®n y esp¨ªritu creativo, necesaria herramienta de entendimiento y convivencia, el fruto maduro del consenso. Acordamos hace treinta a?os tambi¨¦n que las cuestiones m¨¢s importantes sobre nuestro futuro com¨²n ser¨ªan debatidas en un medio institucional pr¨®ximo a nosotros, los ciudadanos, e instauramos para ello el Parlamento vasco. Nueve legislaturas despu¨¦s, y con m¨¢s de trescientas treinta leyes aprobadas, ¨¦sta, nuestra casa, sigue m¨¢s firme que nunca.
Hay mucho que celebrar. Hemos logrado por fin descontaminar esta C¨¢mara de cualquier atisbo de apoyo a los asesinos de ETA. Podemos seguir teniendo hondas diferencias los que componemos la casa de la democracia vasca, pero sabemos al menos que todos compartimos un n¨²cleo esencial de valores sin el cual no es posible la convivencia. Defendemos que la vida humana constituye una frontera infranqueable, un valor absoluto, y quien no suscriba esta m¨¢xima fundamental no tiene lugar en nuestro esquema de gobierno. El triunfo de la democracia en Euskadi se inspira adem¨¢s en el recuerdo de las v¨ªctimas del terrorismo, imprescindible referente de nuestra labor. Hoy, los 75 parlamentarios vascos honramos de manera un¨¢nime la memoria de los que ya no est¨¢n por culpa de la intolerancia, y condenamos radicalmente cualquier amago de ese totalitarismo ideol¨®gico que tanto da?o ha hecho en nuestra sociedad.
No nos han faltado tampoco crisis o problemas. Esta Instituci¨®n ha aguantado tiempos dif¨ªciles. Para muchos est¨¢ todav¨ªa presente el recuerdo de un duro proceso de reconversi¨®n industrial que trastoc¨® nuestro tejido social. Fueron ¨¦pocas duras en las que nos tuvimos que adaptar a la realidad econ¨®mica mundial. Y ahora nuevamente nos ponemos a prueba, y otra vez estamos tratando de salir adelante superando los obst¨¢culos que nos ha tra¨ªdo una de las tormentas econ¨®micas m¨¢s cr¨ªticas de la historia. Otros recordar¨¢n en cambio las diversas y amargas disputas pol¨ªticas, traum¨¢ticos cismas de partidos y fugaces alianzas. Est¨¢ claro que no siempre la clase pol¨ªtica ha sabido escuchar las aut¨¦nticas inquietudes de los ciudadanos, pero tambi¨¦n es cierto que en estos 30 a?os la C¨¢mara vasca ha avanzado sobremanera en el modo y la manera de hacerse m¨¢s presente en la sociedad vasca.
Nuestro Parlamento ha acercado la pol¨ªtica al ciudadano, cumpliendo as¨ª con unos de los imperativos jur¨ªdicos y ¨¦ticos b¨¢sicos del andamiaje institucional europeo: el principio de subsidiariedad. Esto nos permite y obliga a estar siempre cerca de la realidad, m¨¢s cerca de nuestras calles, pr¨®ximos a las inquietudes diarias de las personas que han confiado en nosotros. Creo esencial por tanto lograr que este sea un laboratorio del que salgan soluciones eficaces a problemas reales, y no nos trasformemos-como en ocasiones lo hemos hecho-en un foro bizantino de entelequias ideol¨®gicas y disputas de poder, divorciadas de las necesidades concretas de nuestros representados. Y no es que estemos obligados a tener todas las respuestas, pero s¨ª es nuestro deber primario buscarlas de forma ¨¢gil, dejando atr¨¢s todas nuestras diferencias cuando ello sea preciso para avanzar juntos.
Podemos estar orgullosos. Todos debemos estarlo. Porque los verdaderos responsables del ¨¦xito son cada uno de los miembros de una sociedad civil que ha dado la cara a los m¨¢s dram¨¢ticos retos concebibles, todas esas personas que se ha esforzado por salir adelante, mediante un esfuerzo diario, minucioso, heroico en muchas ocasiones. No cabe duda de que la actual solidez del Parlamento vasco es el fiel reflejo del estoicismo y solidaridad de una casta de hombres y mujeres inigualables. Por todo esto, no podemos m¨¢s que agradecer infinitamente a todos y cada uno de esos ciudadanos de Euskadi, verdaderos protagonistas an¨®nimos que han sabido estar a la altura de las circunstancias, incluso cuando los pol¨ªticos no hemos sabido hacerlo. Gracias, sois vosotros los responsables. Y felicidades, porque hoy nuestra casa, el Parlamento vasco, cumple treinta a?os.
Arantza Quiroga es Presidenta del Parlamento Vasco.
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