El Papa arma su defensa ante la amenaza de juicios por abusos

El Vaticano prepara la defensa del Papa en Estados Unidos, en un caso en el que tres ciudadanos de Kentucky quieren sentarle en el banquillo de los acusados por negligencia y encubrimiento de abusos sexuales por parte de curas pederastas, cuando era prefecto para la Congregaci¨®n de la Doctrina y de la Fe. Sus abogados defender¨¢n que Benedicto XVI disfruta de inmunidad como jefe de Estado, seg¨²n documentos consultados por Associated Press, un argumento que ya fue asumido por el Departamento de Justicia de EE UU para defender al pont¨ªfice de una demanda en Tejas en 2005.

El abogado que representa a las tres v¨ªctimas, William McMurry, niega que sea un argumento v¨¢lido. "Este caso ya ha pasado por un juzgado federal que ha desestimado que el pont¨ªfice tenga inmunidad", explica en conversaci¨®n telef¨®nica. "En el caso de Tejas se acus¨® al Papa directamente de los abusos. Esto es otra cosa: se acusa a una persona, Joseph Ratzinger, de haber encubierto abusos y protegido a abusadores cuando era cardenal y encargado de supervisar a los obispos".

"La Iglesia no es una tabacalera, los curas no son empleados", dicen los letrados

McMurry quiere, adem¨¢s, que este caso se convierta en una demanda civil colectiva en representaci¨®n de todas las v¨ªctimas de abuso en EE UU. Ayer, una abogada de Florida, Jessica Arbour, que representa a una de ellas, difundi¨® una carta enviada por la Santa Sede a la Archidi¨®cesis de Miami en 1968 en la que se aprobaba la acogida del padre Ernesto Garc¨ªa-Rubio, huido de Cuba por "serias dificultades de naturaleza moral (homosexualidad)". Seg¨²n Arbour, en la ¨¦poca, ese t¨¦rmino se usaba para referirse a pederastas.

En el caso que representa McMurry, el Vaticano argumentar¨¢, adem¨¢s, que los integrantes de la Conferencia Episcopal norteamericana no son asalariados del Vaticano y que, por lo tanto, no se puede considerar a ¨¦ste responsable ¨²ltimo de sus decisiones. El abogado ha incluido en sus pruebas para la acusaci¨®n el documento conocido como Crimen Sollicitationis, emitido por Roma en 1962, en el que se asegura que los abusos pederastas est¨¢n protegidos por el "secreto del Santo Oficio". Los abogados del Papa defender¨¢n que, en el lenguaje de la curia, ese texto no recomienda expresamente a los obispos que no avisen a la polic¨ªa de los abusos.

Este caso es el primero en que la Justicia de EE UU intenta establecer si las v¨ªctimas pueden llevar a juicio directamente al Vaticano. "Es una idiotez", comenta Filippo di Giacomo, sacerdote y experto en derecho can¨®nico. "La Iglesia no es una multinacional tabacalera. No se puede acusar al Santo Padre por delitos de algunos curas. Nosotros no somos sus empleados y ¨¦l no puede ser responsable en cargos particulares. Cada obispo controla su di¨®cesis".

"Si la jurisprudencia norteamericana considera al Santo Padre responsable por unos curas que abusaron de ni?os en 1962, entonces el Tribunal Vaticano podr¨ªa llamar a juicio a la Casa Blanca por el asesinado del arzobispo de San Salvador, ?scar Romero, asesinado en 1980 por su lucha en contra de la dictadura que EE UU impuso en aquel pa¨ªs. A ver si viene Obama a declarar aqu¨ª".