La muerte de un liberal

No es casual que el ¨²ltimo art¨ªculo escrito por Guillermo Luca de Tena, hace tan s¨®lo unos d¨ªas, fuese sobre uno de los iconos intelectuales y period¨ªsticos de este diario que me cede liberalmente un espacio para rendir el homenaje m¨¢s sentido a su adversario period¨ªstico. Luca de Tena y Pep¨ªn Vidal [Beneyto] formaban parte de esa saga de personas, tan escasas en estos tiempos de trifulca, que pensando de forma distinta, incluso de manera radicalmente distinta, siempre mantuvieron la amistad y, sobre todo, el respeto mutuo. Guillermo me cont¨® en muy diversas ocasiones la buena relaci¨®n que le un¨ªa, adem¨¢s, a Jes¨²s de Polanco quien, junto a Cebri¨¢n, fue, durante tantos a?os, el eje vertebrador del diario opuesto en ideas al que dirigi¨®, presidi¨® y del que era su "patr¨®n" Guillermo Luca de Tena: el Abc.

El periodismo espa?ol puede presentar a Guillermo Luca de Tena y Brunet, ya para la historia del periodismo espa?ol, como un buen ejemplo de lo que debe ser una profesi¨®n rigurosa, respetuosa e informativa, a la vez que constructora de opini¨®n, liberal siempre. Le conoc¨ª hace 32 a?os, en una cena en Casa Ciriaco, y desde entonces ya no me separ¨¦ de ¨¦l y con ¨¦l viv¨ª muchas de las m¨¢s azarosas experiencias de su vida. Gracias a Guillermo existe hoy el Abc centenario, pues supo caminar con acierto, resistiendo a los embates de la derecha m¨¢s intransigente, la transici¨®n de un periodismo intervenido a otro comprometido con la libertad y la democracia, respetando siempre su fuerte componente conservador.

Fueron tantos, y tan importantes, los servicios que prest¨® a Espa?a y a la Corona que el Rey ennobleci¨® su apellido con el t¨ªtulo de Marqu¨¦s del Valle de Tena con Grandeza de Espa?a. Recuerdo el d¨ªa que recibi¨® la noticia. Su modestia, cercan¨ªa y caballerosidad fueron siempre proverbiales. Y ese d¨ªa lo comprob¨¦ con claridad meridiana. Luca de Tena, adem¨¢s, ten¨ªa esa inteligencia que adquieren los supervivientes de las resistencias -y lo suyo en Abc fue una verdadera resistencia- que le llev¨®, incluso, a dejar la trinchera a su debido tiempo, en lugar de aferrase a la silla de los que se creen insustituibles. Guillermo amaba la vida, y de eso puedo dar fe, pues a¨²n llev¨¢ndonos m¨¢s de 20 a?os, fueron tantas las horas, los viajes, los recuerdos que en estas horas tristes se me agolpan en la mente, que la cercan¨ªa del personaje me impide ver su importancia. Ha muerto un periodista como la copa de un pino, eso seguro. Pero su trayectoria y su obra en Abc, y en el periodismo espa?ol, le sobrevivir¨¢n.

Jorge Tr¨ªas es abogado, pol¨ªtico y periodista.