Una goleada v¨ªa transistor
Un Madrid ap¨¢tico s¨®lo golea al final, tras los dos goles del Sevilla, a un Athletic con uno menos desde el minuto 20
El Bernab¨¦u asisti¨® al ¨²ltimo partido de la temporada con la mirada apagada por la decepci¨®n. La campa?a, que comenz¨® con los fastos de las presentaciones multitudinarias, a ritmo de consignas publicitarias y llamadas a la subversi¨®n, acab¨® sin sorpresas. La pretemporada ya anunci¨® m¨¢s goles que juego. La primera jornada del campeonato abund¨® en esta impresi¨®n cuando contra el Depor se revelaron problemas estructurales en la plantilla y en el equipo. Ocho meses despu¨¦s, las pruebas est¨¢n contrastadas. El Madrid es un buen equipo en construcci¨®n. S¨®lido en defensa y goleador, pero sin grandes alternativas para el ¨²ltimo pase, abocado al juego directo. Qued¨® en evidencia ante el Athletic, que jug¨® mermado desde el arranque del primer tiempo por la expulsi¨®n de Amorebieta. Con todas sus limitaciones, el Athletic consigui¨® ofrecer resistencia. Consigui¨® empatar ante la perplejidad general mientras los transistores anunciaban que Bojan hab¨ªa metido el 0-2 en Sevilla.
REAL MADRID 5 - ATHLETIC 1
Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Albiol, Marcelo; Granero (Benzema, m. 66), Xabi Alonso, Gago (Kak¨¢, m. 46), Guti; Higua¨ªn (Diarra, m. 82) y Cristiano. No utilizados: Dudek; Garay, Metzelder y Lass.
Athletic: Iraizoz; Iraola, San Jos¨¦, Amorebieta, Koikili; Gurpegi, Iturraspe, J. Mart¨ªnez, Yeste (Gabilondo, m. 65); De Marcos (Susaeta, m. 53) y Toquero (Llorente, m. 73). No utilizados: Armando; Ustaritz, Etxberria y Muniain.
Goles: 1-0. M. 21. Cristiano, de penalti. 1-1. M. 40. Yeste. 2-1. M. 72. Higua¨ªn. 3-1. M. 79. Ramos. 4-1. M. 80. Benzema. 5-1. M. 88. Marcelo.
?rbitro: Mu?iz Fern¨¢ndez. Amonest¨® a Iraola, Gago, Arbeloa, Guti e Iraizoz. Expuls¨® a Amorebieta (m. 20) de roja directa y a I?aki Mor¨¢n, delegado del Athletic, por protestar.
Unos 80.000 espectadores en el Bernab¨¦u.
Si el conjunto de Pellegrini no aplast¨® antes a su rival fue por falta de convicci¨®n
El ¨¢rbitro, C¨¦sar Mu?iz, expuls¨® a Amorebieta en el minuto 20 despu¨¦s de que interceptara un tiro de Higua¨ªn con la mano. Pareci¨® un gesto involuntario. El central estaba de espaldas. Pero vio la roja directa y todo anunci¨® que el Athletic presentar¨ªa la rendici¨®n. Cristiano ejecut¨® el penalti y el Madrid emprendi¨® un triste asedio. El gol de Messi ya era vox populi en todo el campo. Caparr¨®s reorganiz¨® a su equipo retrasando a Gurpegui al eje de la defensa, junto a San Jos¨¦, y repleg¨® a De Marcos para que ayudara en el medio campo. Arriba flot¨® Yeste, sin muchas obligaciones y, sobre todo, sin una posici¨®n fija. No le vio aparecer la defensa del Madrid cuando se cambi¨® de banda, se tir¨® a la derecha, y empez¨® a encadenar recortes con la pierna izquierda. Primero le gan¨® la posici¨®n a Sergio, despu¨¦s le hizo un recorte a Marcelo, y otro a Gago, y otro a Xabi, y otro a Albiol... Superados todos sus obst¨¢culos, se plant¨® ante Casillas y eligi¨® el palo que m¨¢s le gustaba. El derecho del portero. Por ah¨ª meti¨® el gol del empate, ante el asombro de la hinchada, que observaba el espect¨¢culo con una mezcla de incredulidad y fatalismo.
La presencia de Gago por delante de los centrales careci¨® de sentido a partir de la expulsi¨®n de Amorebieta. Con el 1-1, Pellegrini decidi¨® cambiar al argentino por Kak¨¢. La suplencia del brasile?o, que empez¨® el partido sentado en el banquillo, fue la met¨¢fora de una pol¨ªtica de fichajes que no ha salido como esperaban los dirigentes. Cuando entr¨® al campo no fue para tocar y moverse. Fue para recibir y arrancar. Ard¨ªan los fogones cuando Pellegrini resolvi¨® echar m¨¢s le?a. Acuciado por la necesidad de levantar el resultado, y ante la necesidad de un poco m¨¢s de pausa, el t¨¦cnico quit¨® a Granero y meti¨® a Benzema.
Si el Madrid no aplast¨® al Athletic unos minutos antes fue por falta de convicci¨®n. Los jugadores, y el p¨²blico, se dejaron llevar por el des¨¢nimo hasta que el Sevilla empez¨® a retorcer el marcador en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Las emociones empujaron a todos. Ayer el madridismo ten¨ªa el coraz¨®n en el valle del Guadalquivir y el equipo no se meti¨® en el partido mientras no tuvo esperanzas. Cuando el Sevilla se acerc¨® al empate con el 2-3, el Madrid recibi¨® una descarga el¨¦ctrica por la v¨ªa del transistor. Las gradas rugieron y los jugadores, atentos a las pulsaciones de la multitud, se lanzaron a la carga.
Una falta lateral de Guti que casi enchufa Benzema anunci¨® la demolici¨®n. Le sigui¨® un c¨®rner. Lo bot¨® Xabi, que lo puso al cogollo del ¨¢rea. Ah¨ª lo volvi¨® a peinar Benzema al segundo palo, y por ah¨ª apareci¨® Higua¨ªn. Desde hace a?os el argentino ha sido el catalizador de los sentimientos de la hinchada. Ayer fue el primero en devolver el golpe a Yeste. Lo hizo con un cabezazo pleno. Le siguieron Benzema, Sergio Ramos despu¨¦s de una arrancada emotiva, y Marcelo a pase de Guti. Fue todo lo que pod¨ªan hacer ayer los jugadores y lo hicieron. La gente agradeci¨® el tributo con un aplauso.
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