Una Michael Moore a la italiana contra Il Cavaliere
El documental 'Draquila', de Sabina Guzzanti, denuncia el uso pol¨ªtico que se hizo del terremoto de L'Aquila
Que Sabina Guzzanti pase por ser la Michael Moore de Italia no es una etiqueta gratuita. Su pel¨ªcula Draquila-La Italia que tiembla toma del cineasta estadounidense algo m¨¢s que ese estilo inconfundible de veloz panfleto-documento. Guzzanti (Roma, 1963) present¨® ayer en una sesi¨®n especial del Festival de Cannes su proclama anti-Berlusconi, en la que denuncia la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica del terremoto de L'Aquila y la corrupci¨®n que sigui¨® al terrible temblor de tierra que acab¨® con la vida de 308 habitantes de esa localidad de los Apeninos centrales. Draquila llegaba ayer precedido de un beneficioso boicoteo: el ministro de Cultura italiano, Sandro Bondi, declin¨® asistir al festival por estrenar un documental que, en sus palabras, "representa una caricatura de Berlusconi como si fuera un emperador en el fin de su reino". Como era de esperar, ayer las ventas internacionales de la pel¨ªcula se dispararon.
El ministro de Cultura del pa¨ªs transalpino no ha asistido al certamen
La directora afirma: "Berlusconi busca un estado de excepci¨®n perpetuo"
Mientras 370 directores y guionistas italianos firmaban un manifiesto de apoyo a Guzzanti, la humorista-cineasta asum¨ªa su papel de estrella medi¨¢tica por un d¨ªa y atend¨ªa a los periodistas bajo una carpa situada en la playa. En un perfecto castellano, Guzzanti (conocida en Espa?a por su anterior filme, ?Viva Zapatero!) insist¨ªa en las tesis de una pel¨ªcula que dispuesta a disparar quiz¨¢ dispara demasiado lejos y viene a decir que hasta el mism¨ªsimo terremoto pudo haberse evitado y no se evit¨® por falta de previsi¨®n, que la actividad de la mafia (involucrada en la operaci¨®n inmobiliaria que sigui¨® al temblor) supone el 11% del producto interior bruto italiano, y que los campamentos de L'Aquila parec¨ªan m¨¢s un campo de concentraci¨®n que de desahuciados . "El terremoto de L'Aquila fue tomado por el Gobierno de Berlusconi como un s¨ªmbolo de su eficacia cuando en realidad es un s¨ªmbolo de todo lo contrario. Italia no es una democracia, ha tomado el camino del autoritarismo", afirma rotunda la italiana. "Berlusconi lo que quiere es el estado de excepci¨®n perpetuo, y eso es un hecho, que le permitan seguir gobernando a golpe de decretos antidemocr¨¢ticos".
"No creo que censurar este filme sea beneficioso para su repercusi¨®n", a?ade la directora. "Es el juego que a ellos les conviene, es lo que siempre hacen y lo hacen por algo: logran su fin, que es desactivar el discurso al demonizarme a m¨ª y a todo el que vaya a ver la pel¨ªcula. Al final ir¨¢n los de siempre, los que saben a lo que van, pero sus votantes ya no acudir¨¢n, saben que ser¨ªa algo inaceptable". Para Guzzanti, Italia es un pa¨ªs aplastado por la censura. "Y las principales v¨ªctimas de esa censura son los que est¨¢n al lado de Berlusconi, porque no se est¨¢n enterando de nada. Hice esta pel¨ªcula para contar lo que pasa en mi pa¨ªs y para explic¨¢rmelo sobre todo a m¨ª misma. No es una pel¨ªcula de propaganda". Draquila presenta a un Berlusconi populista, marrullero y provocador, y Guzzanti no admite ni siquiera su proverbial carisma: "Es un arrogante y un violento y cuando se r¨ªe no lo hace para divertir sino para provocar".
La jornada de la secci¨®n oficial se dividi¨® entre el filme del actor Mathieu Amalric Tourn¨¦e y el del chino Wang Xiaoshuai Rizhao Chongging. Si Amalric (claramente decepcionado con la respuesta a su tercera pel¨ªcula) se pone al frente, como actor y como director, de una compa?¨ªa de burlesque en la que sus fondonas integrantes dejan exhaustos a los espectadores con sus grotescos malabarismos sexuales, Xiaoshuai narra el viaje de un hombre en busca del hijo que abandon¨® de ni?o y que ahora ha muerto a tiros en un supermercado. "?Qui¨¦n le mat¨®?", se preguntaba ayer el cineasta chino. "?El polic¨ªa que le dispar¨® o el padre que le abandon¨® de ni?o?". Sin juzgar a ninguno, el estupendo filme nos pone frente a todos.
Babelia
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