Seductora Dinesen
Isak Dinesen fue calificada por Truman Capote como una "seductora por conversaci¨®n". Lo que se constata leyendo sus relatos es que se trata de una seductora por narraci¨®n. Hay algo en su manera de contar que la hace ¨²nica; tanto da si lo hace al modo cl¨¢sico del estilo alto como si se adentra en lo g¨®tico o en lo maravilloso. La baronesa Karen Blixen naci¨® en Dinamarca, se cas¨® con un primo con el que se traslad¨® a una plantaci¨®n en Sud¨¢frica, donde encontr¨® los dos alicientes de su vida: al cazador Denys Finch-Hatton y la propia ?frica, como cuenta en su hermos¨ªsimo y mundialmente c¨¦lebre libro Memorias de ?frica (llevado al cine) y en Sombras en la hierba. Al cine han pasado tambi¨¦n dos piezas suyas convertidas en obras maestras del s¨¦ptimo arte: Una historia inmortal, de Orson Welles, y El fest¨ªn de Babette, de Gabriel Axel.
Carnaval y otros cuentos
Isak Dinesen
Traducci¨®n de Jaime Silva
N¨®rdica, Madrid, 2010
336 p¨¢gs. 20,95 euros
Carnaval re¨²ne un conjunto de relatos de diversas ¨¦pocas que fueron publicados despu¨¦s de su muerte. Los relatos de Dinesen ejercen todos ellos una fascinaci¨®n especial en el lector. Hay en ellos una mezcla de poes¨ªa, misterio y leyenda tan singular que los hace ¨²nicos y que hacen pensar en una escritora fuera de las modas y modos establecidos. Ella cuenta c¨®mo relataba historias a los nativos de su plantaci¨®n y es muy posible que su pureza narrativa provenga de esa experiencia; porque son narraciones en el sentido m¨¢s estricto de la palabra, que recogen al lector en una especie de clima creado y protegido por una dicci¨®n elegante, cuidada, afectuosa e inteligente a la vez, pero no ajena a la eficiencia del relato oral, y lo llevan por el camino de la fascinaci¨®n (lo "seducen") a trav¨¦s de historias contadas con una muy elevada sensibilidad.
En Carnaval encontraremos una muestra excelente de su quehacer. Desde el relato titulado 'Anna', una historia de enredo muy bien narrada, con un final abrupto y colgado, lo que hace pensar en un cuento sin terminar; pero en su estilo est¨¢ un modo de construir que es el de tomar un camino para abandonarlo por otro aunque dejando una estela sutil que los une, como sucede con el excelente 'T¨ªo S¨¦neca'. La sutileza se muestra tambi¨¦n en relatos como 'Caballos fantasmas', cuyo tratamiento de la relaci¨®n entre pasado y presente a trav¨¦s de unas joyas desaparecidas tiene las calidades de las mejores historias de fantasmas. 'La dama orgullosa' es un prodigio de construcci¨®n a favor de un final al que lo hace admirable no s¨®lo el expectante transcurso de la situaci¨®n sino, sobre todo, el minucioso ordenamiento del relato, que es lo que paso a paso carga de sentido tal final; por no hablar de la prodigiosa atm¨®sfera del que da t¨ªtulo al libro y que cuenta una velada de carnaval de un grupo de j¨®venes disfrazados, un complejo y brillante juego de figurines que cruzan sus sentimientos por debajo de sus disfraces. En fin, ninguno de los cuentos desmerece de su gran estilo. En cierto modo, cabe pensar que en todos o casi todos los cuentos de Isak Dinesen hay un componente m¨ªtico, una especie de ba?o intemporal que los eleva a esa categor¨ªa sin dejar de posar, sin embargo, sus pies en la tierra. Probablemente ese sea su mayor encanto, que se refleja admirablemente en libros tales como An¨¦cdotas del destino o Cuentos de invierno y que aqu¨ª, en Carnaval, podemos reconocer igualmente.
En 1931, la muerte de su Finch-Hatton en accidente a¨¦reo y el fin de su plantaci¨®n de caf¨¦ debida a la ca¨ªda del mercado la obligan a regresar a su casa natal en Dinamarca. All¨ª empezar¨ªa su aventura literaria, casi con cincuenta a?os de edad. Su primer libro fue Siete cuentos g¨®ticos, varias veces rechazado hasta que logra publicarlo en 1934. A partir de ah¨ª, la celebridad y el elogio un¨¢nime de todos sus contempor¨¢neos.
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