Vigoroso y complejo retrato del FLN argelino
Ser¨ªa muy problem¨¢tico para la gente que no est¨¢ acreditada, aunque poseyeran los atributos del mago Houdini, colarse en las proyecciones y en las ruedas de prensa del Festival de Cannes. Los interminables controles que ejercen infinitos porteros y la inspecci¨®n con aparatos electr¨®nicos a la que someten tu ropa, bolsos, carpetas y ordenadores, desanimar¨ªan al m¨¢s osado que pretendiera transgredir la barrera. Ese celo se hab¨ªa multiplicado en la proyecci¨®n matinal de la pel¨ªcula francesa Fuera de la ley, dirigida por Rachid Bouchareb. No solo constatabas con mosqueo que hab¨ªa un enorme despliegue policial, sino que expertos en registros corporales recorr¨ªan toda tu temblorosa anatom¨ªa en busca de algo sospechoso. Hab¨ªa visto algo parecido cuando en 1988 se proyect¨® en la Mostra de Venecia La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo, ante la amenaza de los integristas cat¨®licos de que pod¨ªan colocar un artefacto en la sala para disuadir al festival de que exhibiera lo que consideraban un blasfemo retrato de Jesucristo.
Tal vez no sea 'La batalla de Argel', pero es un muy buen filme de acci¨®n
La condena contra Fuera de la ley, encabezada por el Frente Nacional, no tiene que ver en esta ocasi¨®n con el supuesto agravio a la religi¨®n, sino con razones patri¨®ticas. Seg¨²n los indignados manifestantes, ofrece una visi¨®n calumniosa de la actuaci¨®n de Francia durante la revoluci¨®n argelina contra sus colonizadores. Al parecer, la mayor¨ªa de los pol¨ªticos y de los mancillados salvapatrias que encabezan la protesta no han visto la pel¨ªcula pero seguro que se lo habr¨¢ contado alg¨²n colega fiable. El caso es rebuznar defendiendo el glorioso pasado de su amada naci¨®n.
Fuera de la ley tal vez no posea la profundidad anal¨ªtica ni el escalofriante tono documental de La batalla de Argel, pero es una muy buena pel¨ªcula de acci¨®n. Tambi¨¦n una visi¨®n realista, poderosa y compleja de las razones de los sublevados para jugarse la vida por la libertad de su pa¨ªs. Comienza con la represi¨®n a sangre y fuego que hace el Ej¨¦rcito franc¨¦s en la primera gran manifestaci¨®n de los argelinos pidiendo la independencia. Curiosamente, ocurre en 1945, poco despu¨¦s de que los franceses hayan celebrado en las calles de Par¨ªs la derrota de sus invasores nazis. La matanza servir¨¢ para legitimar entre la poblaci¨®n ¨¢rabe el terrorismo del FLN. Bouchareb sigue los pasos de una familia argelina, atrozmente diezmada por la represi¨®n, que emigra a Par¨ªs. Uno de los hijos es un militante del FLN que pretende extender la revuelta y los atentados a suelo franc¨¦s concienciando a los obreros argelinos; otro hermano ha vuelto desenga?ado de la guerra de Indochina y se apunta a la causa en el papel de sombr¨ªo verdugo; el tercero descubre que le interesa m¨¢s hacer negocios con el proxenetismo y el boxeo de Pigalle que ayudar a la salvaci¨®n de su oprimido pueblo.
Est¨¢n muy bien descritos los contrastes de personalidades en esa fraternidad tr¨¢gica, la fe ciega del militante que siempre est¨¢ dispuesto al sacrificio propio y ajeno, el sentido de culpa del ejecutor de ¨®rdenes sanguinarias, el pragmatismo c¨ªnico del que solo cree en la supervivencia propia a cualquier precio. Es una pel¨ªcula ¨¢spera y magn¨¦tica, minuciosa en la recreaci¨®n de la violencia activa y ambiental, en posesi¨®n de una atm¨®sfera veraz. Demasiado entretenida para que el jurado la respete y la premie.
De lo que no tengo dudas es de alg¨²n galard¨®n en el palmar¨¦s para el director tailand¨¦s Apichatpong Weerasethakul, autor de Lung boonmee raluek chat, otra colitis mental con el venerado y pl¨²mbeo estilo de la casa, algo na¨ªf con pretensiones l¨ªricas, complicada de ver (es voluntariamente oscura o estaba desenfocada la proyecci¨®n) y de o¨ªr, pero absolutamente imposible de contar o de entender. La ovaci¨®n con la que ha sido despedida por el p¨²blico, ¨¦xtasis habitual en los festivales ante todo lo que lleve la firma de este hombre, todav¨ªa sigue proporcion¨¢ndome perplejidad. Deduzco que su argumento gira en torno a un bosque m¨¢gico donde los muertos se reencarnan en animales, de ancianas que en el reflejo del agua perciben la imagen de su juventud, de fantasmas que se integran con naturalidad en el mundo de los vivos. Todo ello entrelazado gratuitamente, sin hilo narrativo, con di¨¢logos absurdos y ritmo extenuante, con desprecio po¨¦tico hacia esa tonter¨ªa llamada coherencia. Si logra estrenarse comercialmente, avalada por premios y cr¨ªticas entusiastas, el espectador podr¨¢ juzgar por s¨ª mismo el universo del nuevo genio del cine espiritual, seg¨²n dictamina el infalible criterio de los festivales de cine.
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