Alemania toma las riendas del euro
La estrategia de Merkel se impone en Europa y refuerza el papel del BCE - Las propuestas germanas son m¨¢s concisas y resolutivas que las de la Comisi¨®n
Despu¨¦s de m¨¢s de tres meses de haber estado arrastrando los pies con m¨²ltiples excusas para resolver la crisis griega, Alemania ha reaccionado finalmente y tomado el mando de la zona euro. Despu¨¦s del susto burs¨¢til del viernes 7 de mayo ahora todo son prisas. El pasado martes por la noche, Berl¨ªn anunci¨®, ante la sorpresa de sus socios, la prohibici¨®n de las ventas en descubierto a corto, una de las pr¨¢cticas especulativas que amplificaron la crisis financiera griega. Tres d¨ªas despu¨¦s, el ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, se present¨® en Bruselas a la reuni¨®n de la Task Force, dirigida por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con un escueto documento de cuatro hojas, con nueve resolutivas "propuestas clave" para superar las debilidades del euro.
Con la 'Task Force' el sistema es m¨¢s r¨¢pido y cuenta poco con la Comisi¨®n
Las cuentas p¨²blicas se someter¨¢n a un an¨¢lisis riguroso e independiente
Alemania y Francia han infringido cinco veces el Pacto y Espa?a solo dos
Berl¨ªn disfrut¨® de un trato excepcional para digerir la unificaci¨®n
La primera consecuencia es un reforzamiento del papel del Banco Central Europeo (BCE), cuyo presidente, Jean-Claude Trichet, forma parte de la Task Force, junto al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el comisario de Asuntos Econ¨®micos, Olli Rehn, y los 27 ministros de Econom¨ªa.
La trascendencia de las propuestas y el sistema de su aprobaci¨®n suponen un cambio radical en las ambiciones y el funcionamiento de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. Las propuestas de Berl¨ªn son mucho m¨¢s concisas y resolutivas que las planteadas por la Comisi¨®n Europea el pasado d¨ªa 10 sobre esta materia en su comunicaci¨®n El Refuerzo de la Coordinaci¨®n Econ¨®mica. Adem¨¢s el procedimiento para su aprobaci¨®n supone un cambio radical y m¨¢s acelerado del sistema tradicional. La Comisi¨®n, que tiene la exclusiva de iniciativa legislativa, presenta una propuesta, que es debatida por los embajadores y finalmente la aprueban los ministros en el Consejo.
Ahora con la Task Force, constituida por mandato del Consejo del pasado 26 de marzo para aumentar la disciplina presupuestaria y mejorar el sistema de resoluci¨®n de crisis, la mec¨¢nica es muy distinta. Van Rompuy convoca a los ministros que directamente pasan a estudiar las propuestas concretas presentadas por algunos de ellos como ocurri¨® el pasado viernes. Tras la explicaci¨®n inicial de Sch?uble, los dem¨¢s ministros dieron su opini¨®n. En junio el Consejo Europeo ver¨¢ un informe sobre el progreso del trabajo y en octubre se presentar¨¢ un informe con las medidas legislativas concretas. Es un sistema mucho m¨¢s acelerado que lamentablemente cuenta poco con la Comisi¨®n, cuya prudencia hist¨®rica ven¨ªa condicionada por el rechazo sistem¨¢tico de los Estados, muchas veces por la propia Alemania, de sus propuestas m¨¢s avanzadas. En cierta medida, Jos¨¦ Manuel Barroso, el presidente de la Comisi¨®n Europea, paga ahora su pol¨ªtica conciliadora y no haber tenido una posici¨®n m¨¢s distanciada y diferenciada de los Estados.
En esencia Berl¨ªn propone una valoraci¨®n "m¨¢s profunda de los problemas espec¨ªficos de cada pa¨ªs" en sus evaluaciones de los programas de estabilidad y convergencia que anualmente presentan los pa¨ªses para corregir sus cuentas p¨²blicas. Pero m¨¢s significativa es la propuesta de Sch?uble de someter los programas de estabilidad a un examen "m¨¢s riguroso e independiente por parte del BCE o de un grupo de instituciones de investigaci¨®n independientes especialmente nombradas" para ello.
Alemania propone draconianas sanciones para asegurar el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que limita el d¨¦ficit p¨²blico y la deuda p¨²blica al 3% y 60% del PIB, respectivamente. Si los Estados de la zona euro no cumplen los requerimientos de reducci¨®n de d¨¦ficit "se suspender¨¢n las autorizaciones para recibir nuevos fondos estructurales". En casos extremos las retiradas de fondos pueden ser permanentes. El dinero de la UE estar¨ªa as¨ª condicionado a una s¨®lida pol¨ªtica fiscal. Igualmente se propone que los pa¨ªses del euro incorporen en su legislaci¨®n nacional las reglas del Pacto de Estabilidad "de forma obligatoria y cre¨ªble".
M¨¢s inquietante es la pretensi¨®n de "suspender el derecho de voto al menos por un a?o a los pa¨ªses que infrinjan seriamente las reglas de la Uni¨®n Monetaria". Berl¨ªn quiere que, para el futuro, la UE cuente con un instrumento permanente de resoluci¨®n de crisis, dejando claro que el actual paquete de rescate de 750.000 millones es temporal. Por ello propone "un procedimiento ordenado para las insolvencias de los Estados", que podr¨ªa inspirarse en el mecanismo existente para los bancos. Aunque nadie se pronunci¨® sobre este punto el pasado viernes, la intenci¨®n de Alemania es que cuando un pa¨ªs no pueda pagar, no sea expulsado del euro sino que exista un procedimiento para reestructurar su deuda con sus acreedores.
El documento de Sch?uble sintoniza en gran medida con las ideas de Van Rompuy, quien plantea la posibilidad de que parte de la deuda de un Estado que cumple las reglas del pacto pueda ser emitida como deuda comunitaria o bonos europeos como prefieren denominarlos otros. Tambi¨¦n sugiere que se puedan modular las exigencias de capital de los bancos que tengan deuda soberana de un pa¨ªs.
El giro repentino de Alemania tiene mucho que ver con el susto de la tarde del pasado 7 de mayo provocado por el brutal desplome de las Bolsas, y tambi¨¦n que la canciller alemana, Angela Merkel, ya no est¨¢ pendiente de sus problemas electorales. La se?al de alarma la dio el tipo m¨¢s prudente y comedido del escenario europeo, el presidente del Banco Central Europeo, (BCE), Jean-Claude Trichet, cuando dijo que la situaci¨®n estaba fuera de control, "similar" a la producida tras la ca¨ªda de Lehmann Brothers en septiembre de 2008. Horas despu¨¦s el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y el presidente del Gobierno Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, hablar¨ªan de la posibilidad de riesgo sist¨¦mico.
La dureza de las exigencias de Alemania tiene poco que ver con su comportamiento con las normas del Pacto, que con el acuerdo de Francia y Portugal, logr¨® suavizar sus exigencias entre 2003 y 2005. Tambi¨¦n olvida que desde 2001, Alemania y Francia han infringido el pacto cinco veces y Espa?a s¨®lo dos. O que Alemania viola la regla de la deuda, con una tasa del 73%, mientras que Espa?a se encuentra en el 53%.
Ahora Merkel dice que la flexibilizaci¨®n del pacto "fue un error del canciller Gerhard Schr?der y el presidente Jacques Chirac". Lo cierto es que Berl¨ªn disfrut¨® de un comprensible trato excepcional para digerir su unificaci¨®n, y Espa?a debe apa?¨¢rselas para afrontar los efectos del boom inmobiliario, al que Alemania no es ajena. La realidad es que durante las ¨²ltimas semanas en Alemania se han reavivado los miedos de la crisis monetaria de los a?os veinte.
Los meses de indecisi¨®n que han agravado la crisis griega tienen tambi¨¦n su justificaci¨®n. El ministro del Interior, Thomas de Maizi¨¨re, justificaba el pasado mi¨¦rcoles en Berl¨ªn en un encuentro con corresponsales europeos, el retraso de su pa¨ªs en conceder las ayudas a Atenas en no crear malos h¨¢bitos, haciendo un paralelismo con el trato a los ni?os. "Con los ni?os siempre es as¨ª, si cedemos demasiado pronto, en la mayor parte de los casos, acabamos pagando m¨¢s caro que si pagamos m¨¢s tarde".
Maizi¨¨re recuerda que "la filosof¨ªa de Europa es que no hay que confiar en la ayuda de los otros sino que cada pa¨ªs debe hacer sus deberes". Lo cierto es que en Alemania se est¨¢n despertando los fantasmas del pasado. En el entorno de Merkel se comenta el riesgo a un auge de la extrema derecha, a la posibilidad de un Le Pen alem¨¢n" si se deteriora la moneda y los ciudadanos pierden la confianza en sus instituciones.
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