20 sorbos para empaparse de R¨ªo
De Copacabana a Ipanema, de la confiter¨ªa Colombo a las escuelas de samba, de Santa Teresa a Lapa, una ruta sin fin
Pocas ciudades del mundo se enfundan sus estereotipos con tanta comodidad como R¨ªo de Janeiro. Sin¨®nimo de placer, de carnaval, de pasi¨®n futbol¨ªstica, de sensualidad. ?Y algo m¨¢s? El R¨ªo "de sol, de cielo, de mar" al que cantaba Tom Jobim ha cambiado poco o nada en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Y es que le hace falta poco ?playa, baile, seducci¨®n? para acariciar su cielo particular. La ciudad m¨¢s feliz del mundo entona comunalmente el "tristeza, por favor, vete" de Niltinho Tristeza. Y no se preocupa del qu¨¦ dir¨¢n ni de si su receta vital suena a t¨®pico de pa¨ªs tropical. R¨ªo, simplemente, vive. R¨ªe. Disfruta (y mucho). Pero la Ciudad Maravillosa es mucho m¨¢s que playas, caipiri?as y carnaval. Universo de Janeiro, que ha comenzado un t¨ªmido cambio de piel preol¨ªmpico, es una ciudad rica en matices. De la ra¨ªz popular del R¨ªo Norte a la sofisticaci¨®n del R¨ªo Sur, desde la todopoderosa naturaleza que cerca la ciudad hasta las urban¨ªsimas recetas de ocio nocturno, todo cabe en R¨ªo. El c¨®ctel de la Ciudad Maravillosa, degustado en estos 20 prolongados sorbos, no defraudar¨¢ a nadie.
01 Copacabana
101 manzanas, 79 calles, 6 avenidas, 7 traves¨ªas, 3 favelas. Y una playa de nombre gal¨¢ctico. Copacabana resume como ning¨²n otro barrio la esencia de todo Brasil. La princesinha do mar, como se conoce al barrio con cari?o, todav¨ªa conserva algo de la sofisticaci¨®n cultural de su era dorada. Pero Copacabana se convirti¨® a finales del siglo XX en un abigarrado microcosmos donde todo cabe: lujo y desenfado, glamour y ambiente populachero, champ¨¢n y zumos de frutas, marisco y salgadinhos (empanadas baratas). El documental Edificio Master, del genial Eduardo Coutinho, resume este barrio pa¨ªs donde muchos brasile?os sue?an con jubilarse. Vale la pena visitar la Igreja de Nossa Senhora de Copacabana, donde est¨¢ la r¨¦plica de la Virgen de Copacabana que marineros espa?oles trajeron de Bolivia. Pero, ante todo, Copacabana es empaparse en la media luna de su playa, en su bullicio. Imprescindible comprar queijo coalho y biscoito globo (un mito carioca) a los vendedores ambulantes. Y beberse un suco natural en cualquier establecimiento. No hay que perderse los bocadillos de solomillo con pi?a del bar Cervantes (Barata Ribeiro, 7, Lj. B. www.restaurantecervantes.com.br) ni los domingos de samba del Bip-Bip (Almirante Gon?alves, 50), donde los clientes aplauden clicando los dedos para no molestar a los vecinos. Los amantes de la m¨²sica deben visitar la Modern Sound (Barata Ribeiro, 502D, www.modernsound.com.br), megatienda de CD, DVD y libros. Tiene un bistr¨® agradable y conciertos diarios.
02 Ipanema
Pocos barrios del mundo est¨¢n tan fuertemente unidos a una canci¨®n como Ipanema. Y es que la Garota de Ipanema de "sensual balanceo camino del mar" que inspir¨® a Vinicius de Moraes y a Tom Jobim sigue alimentando la fama de este barrio selecto. El antiguo bar Veloso, donde Jobim y Vinicius vieron pasar a su garota, se llama actualmente bar Garota de Ipanema (Vinicius de Moraes, 49). Muy cerca, un rinc¨®n para los amantes de la bossa nova, la Toca de Vinicius (Vinicius de Moraes, 129), repleto de partituras, CD y conciertos de primera. Ipanema ofrece un buen abanico de restaurantes, del cl¨¢sico rodizio de carne del Porc?o (Bar?o da Torre, 218) a la Capricciosa Pizza (Vinicius de Moraes, 134), pasando por el excelente vegetariano New Natural (Bar?o da Torre, 173). La ¨²ltima moda, eso s¨ª, es la comida japonesa para llevar del Koni Store (Maria Quit¨¦ria 77, Loja E). Pero es a pie de playa donde reside el esp¨ªritu hedonista del barrio. Ipanema como sin¨®nimo del sensual tanga que naci¨® en el Posto 9; Ipanema tolerante, con su franja playera gay; Ipanema, la vive la vida, con los aplausos a la puesta de sol que se repiten desde que el periodista Carlos Leonam los pusiese de moda en 1968. Un rinc¨®n m¨¢gico: las rocas del Arpoador, vistas superlativas.
03 Praia do Leme
Aunque forma parte de la misma curva de Copacabana, esta playa y este barrio pasan desapercibidos para muchos viajeros. La playa es m¨¢s tranquila, el agua, m¨¢s transparente. Y desde las rocas de Leme, entre pescadores y puestecillos, el viajero puede contemplar unade las puestas de sol m¨¢s espectaculares de R¨ªo. Imprescindible el restaurante Shirley (Gustavo Sampaio, 610), regentado por gallegos, que sirve el mejor marisco de la ciudad.
04 Jard¨ªn Bot¨¢nico
Sin lugar a dudas, uno de los m¨¢s bonitos del mundo. Cuando la familia real portuguesa huy¨® de Napole¨®n en 1808 convirti¨® R¨ªo de Janeiro en la capital del imperio. El Jard¨ªn Bot¨¢nico, fundado en 1808 por el pr¨ªncipe regente Dom Jo?o, pas¨® a ser el coraz¨®n bot¨¢nico del Portugal imperial. El Bot¨¢nico tiene m¨¢s de 6.500 especies, desde la Amazonia hasta el extremo Oriente. Su orquidiario es una delicia. Y el Espa?o Tom Jobim, dedicado al m¨²sico carioca, es uno de los secretos mejor guardados de R¨ªo.
? Rua Jardim Bot?nico, 1008.
05 Lagoa Rodrigo de Freitas (Lagoa)
Enclavada en una encrucijada de barrios nobles (Ipanema, Leblon, Copacabana, Humait¨¢, Jardim Bot¨¢nico), esta laguna de agua dulce con paisajismo del m¨ªtico Burle Marx es uno de los pulmones de la ciudad. Tiene 7,5 kil¨®metros de ciclo v¨ªas y acoge varios clubs de regatas. Los m¨¢s pudientes tienen una cita con el glamour del Jockey Club (www.jcb.com.br), el hip¨®dromo. Los bohemios no pueden perderse el espectacular Parque Lage, sede de la Escuela de Artes Visuais do Parque Lage (Jardim Bot¨¢nico, 414), donde Glauber Rocha film¨® Tierra en trance. Muy recomendable su cafeter¨ªa. Por la noche, la Lagoa ofrece un buen pu?ado de restaurantes al aire libre con vistas al Cristo Redentor. El sofisticado Palaphita Kitch (avenida de Epitacio Pessoa s/n. Quiosque 20) ofrece un apasionante viaje a la culinaria amaz¨®nica.
06 Cristo Redentor
S¨ªmbolo, emblema y orgullo de la ciudad. Desde lo alto del Morro do Corcovado, a los pies del Cristo, a 709 metros de altura, R¨ªo de Janeiro empapa la retina en 360?. Para quien suba en el curioso tren cremallera que sale del Cosme Velho hay tres paradas estrat¨¦gicas. La primera, el Museo Internacional de Arte Na?f do Brasil (Cosme Velho, 561). La segunda, el colonial y m¨¢gico Largo do Botic¨¢rio. La tercera: la estaci¨®n de Paineiras del tren cremallera, la puerta para disfrutar de algunas cascadas en medio de la exuberante Floresta da Tijuca.
07 P?o de A?¨²?ar
Otra de las marcas de R¨ªo de Janeiro. Subir en telef¨¦rico es, simplemente, espectacular. En el Morro da Urca, la primera parada, hay conciertos algunas noches (ver programaci¨®n en www.morrodaurca.com.br). Antes o despu¨¦s de subir al P?o de A?¨²?ar, el viajero puede aprovechar para recorrer el delicioso barrio de Urca, sembrado de mansiones y de barecitos como el Garota de Urca (Jo?o Luiz Alves, 56) donde apurar unos bolinhos de bacalhau. Al pie de P?o de A?¨²?ar yace la id¨ªlica Praia Vermelha (e lagua no siempre est¨¢ clara, pero la vista compensa).
08 Santa Teresa
Uno de los barrios m¨¢s encantadores de la ciudad. Santa Teresa, encaramado a una colina en el centro de R¨ªo, se ha convertido en un reducto de bohemios, actores, m¨²sicos y artistas. Pero al mismo tiempo respira un ritmo popular de vecinos de toda la vida. Este barrio, surcado por el bonde amarillo (el ¨²nico tranv¨ªa superviviente), alberga docenas de ateliers, tabernas con raigambre como el Bar do Gomes (?urea, 26), tascas venidas a m¨¢s como el Arnaldo (Almirante Alexandrino 316), restaurantes chics como el Apraz¨ªvel (Apraz¨ªvel, 62) o caf¨¦s gourmet como El Cafecito (Paschoal Carlos Magno, 121), de karma supremo. Adem¨¢s, Santa, como le conocen sus vecinos, esconde uno de los museos m¨¢s m¨¢gicos de Brasil, el Ch¨¢cara do C¨¦u (www.museuscastromaya.com.br), con una impresionante colecci¨®n del brasile?¨ªsimo C?ndido Portinari. Antes/despu¨¦s del museo, parada estrat¨¦gica en la terraza del Parque das Ruinas.
09 Escadaria de Selar¨®n
Bizarras, ecl¨¦cticas, tropicaloides. Las escaleras que suben desde la calle de Joaquim Silva (Lapa) hasta el convento de Santa Teresa se han convertido en uno de los s¨ªmbolos de R¨ªo de Janeiro. Jorge Selar¨®n, un artista chileno, autodidacta y fanfarr¨®n, las ha convertido en una obra de arte mutante de azulejos procedentes de todo el mundo que cambia constantemente. Esta escadaria de 125 metros y 215 pelda?os sirve de punto de encuentro para muchos noct¨¢mbulos. Y es el punto perfecto para explorar el barrio canalla de Lapa, alma de la madrugada carioca. Al final de la calle de Joaquim Silva se levantan los archifamosos Arcos da Lapa. La Lapa sin verg¨¹enza, aquella a la que cantaba Jo?o Nogueira, esa Lapa de "samba, sonrisa de mujer y conversaci¨®n de caf¨¦", sigue viva en las calles Riachuelo y Mem de S¨¢, en restaurantes como el Nova Capela (Mem de S¨¢, 96) o en los desenfadados billares Sinuca da Lapa (Riachuelo, 44). Pero Lapa est¨¢ maquillando su cara, abrazando la sofisticaci¨®n. El chic Estrela da Lapa (Mem de S¨¢, 69) es un buen rinc¨®n para escuchar m¨²sica.
10 Clube dos Democr¨¢ticos
Probablemente, el club de baile m¨¢s entra?able de la Ciudad Maravillosa. El Clube dos Democr¨¢ticos, fundado en 1867, fue sede de una sociedad carnavalesca. Y r¨¢pidamente se convirti¨®, en pleno Imperio, en epicentro de republicanos y abolicionistas (contrarios a la esclavitud). El Clube est¨¢ viviendo su segunda (o tercera) juventud. Cariocas de todas las edades, modernillos y cl¨¢sicos, bailan samba, chorinho o forr¨®. La m¨²sica corre a cargo de multitudinarias orquestas de gafieira en un clima retro. Los s¨¢bados act¨²a la popular Orquestra Republicana.
? Rua do Riachuelo, 91. www.clubedosdemocraticos.com.br
11 Rua do Lavradio
Con sus fachadas de color pastel y su retah¨ªla de anticuarios, la Rua do Lavradio es una de las calles legendarias del centro hist¨®rico. El primer s¨¢bado de cada mes se celebra una jugosa Feira Rio Antigo, donde se puede encontrar ropa, vinilos, revistas descoloridas y muebles retro de segunda mano con m¨²sica de fondo y comida a pie de calle. En los ¨²ltimos tiempos han abierto algunas tiendas m¨¢s refinadas, como Mob¨ªlia (Lavradio, 128) o el Mercado Moderno (Lavradio, 130). Rio Scenarium (Lavradio, 20; http://www.rioscenarium.com.br) resume el esp¨ªritu de esta calle con su receta de antig¨¹edades, gastronom¨ªa y m¨²sica en vivo.
12 'Roda de chorinho'de Laranjeiras
La excusa perfecta para conocer el bohemio barrio de Laranjeiras es la roda de choro (m¨²sica en directo) que todos los s¨¢bados se instala en la Rua General Glic¨¦rio. El grupo Choro na Feira pone la banda sonora de una tradicional feria de verduras y frutas. El ambiente es fant¨¢stico. Luizinho Drinks, con sus caipiri?as ex¨®ticas y sus CD brasile?os pata negra, es otro imprescindible. Una vez en Laranjeiras, basta dejarse caer hasta los botecos (tabernas) de la Rua Alice o al Largo do Machado (dise?ado por Burle Marx) para palpar el esp¨ªritu del barrio. Aviso para navegantes hambrientos: Rotisseria S¨ªrio Libanesa, dentro de la galer¨ªa C¨®ndor (Largo do Machado), comida ¨¢rabe de alto nivel y bajo precio.
13 Cinel?ndia (Pra?a Floriano)
Cuando el Convento da Ajuda fue demolido en 1911, el empresario espa?ol Francisco Serrador tuvo un capricho: convertir la c¨¦ntrica plaza en un Broadway tropical. Cinel?ndia empez¨® a albergar las mejores salas de cine de R¨ªo. De la ¨¦poca sobrevive el remozado cine Odeon (maratones cin¨¦filos nocturnos el primer viernes de cada mes y muy recomendable cafeter¨ªa). Por otro lado, en Cinel?ndia se encuentran la Biblioteca Nacional y el Theatro Municipal (m¨²sica cl¨¢sica casi gratis los domingos). Pero Cinel?ndia es sin¨®nimo, principalmente, de diversi¨®n. Muchos cariocas hacen su after work bebiendo chopp (ca?as) en la terraza del bar Amarelinho. Y despu¨¦s, a deambular sin br¨²jula ni prisa por los barecitos de las callejuelas que van hasta el m¨ªtico teatro Rival (?lvaro Alvim, 33).
14 Aterro do Flamengo
Otra de las huellas de Burle Marx en la Ciudad Maravillosa. Este inmenso parque acariciado por la bah¨ªa de Guanabara es un para¨ªso para los aficionados al deporte: hay carril bici, campos de f¨²tbol, de voleibol... La Praia de Flamengo, con el P?o de A?¨²car al alcance de la mano, bien vale una visita. A un extremo del Aterro se encuentra el Museu de Arte Moderna (MAM), que acogi¨® en 1967 la c¨¦lebre muestra Tropicalismo, de H¨¦lio Oticica.
15 Est¨¢dio Jornalista
M¨¢rio Filho (Maracan?) Term¨®metro del cuerpo y el esp¨ªritu carioca. El magn¨¢nimo estadio Maracan? es la verdadera catedral de R¨ªo de Janeiro. Su dimensi¨®n impresiona: aunque su capacidad oficial actual es de 87.101 espectadores, el Maracan? ha llegado a albergar a 183.341 personas. El ambientazo de cualquier partido del Flamengo (el equipo m¨¢s popular de R¨ªo y de Brasil) no deja indiferente a nadie.
? Rua Professor Eurico Rabelo, s/n, port?o 18.
http://www.suderj.rj.gov.br/maracana.asp
16 Jazz en la favela
Hace unos a?os, el ingl¨¦s Bob Nadkarn, un ex corresponsal de la BBC, se instal¨® en la favela Tavares Bastos. Comenz¨® alquilando habitaciones a artistas y a hacer jam sessions de jazz para los amigos. Se hizo tan popular, que acab¨® abriendo una posada, The Maze, e institucionalizando las jam sessions todos los viernes. El ambiente es fresco, divertido e informal. Y las vistas quitan el hipo. Basta llegar a lo alto de la Rua Tavares Bastos (Catete) y preguntar a cualquier vecino por la casa de Bob.
? The Maze. Rua Tavares Bastos, 414. Catete.
Favela Tavares Bastos.
17 Confeitaria Colombo
Simplemente, espectacular. La arquitectura art noveau de esta pasteler¨ªa sobrecoge. A finales del siglo XIX, la Confeitaria fue uno de los epicentros bohemios de la belle ¨¦poque de R¨ªo. Conserva su aroma y toda su sofisticaci¨®n. Vale la pena sentarse y disfrutar de una merienda completa con piano de fondo.
? Rua Gon?alves Dias, 32; http://www.confeitariacolombo.com.br
18 Escuelas de samba
Entre la infinidad de opciones, hay dos apuestas que no fallan: Portela y Mangueira. La rivalidad (y cari?o) entre ambas es legendaria. Y es que de las dos han salido al mundo algunos de los mejores m¨²sicos de Brasil. Portela, fundada en 1923, fue la cuna de Z¨¦ Keti, Candeia o Paulinho da Viola. Esta??o Primeira da Mangueira, fundada en 1928, fue el hogar de Cartola, Nelson Sargento o Jamel?o. Conocer la cuadra de la Portela (www.gresportela.com.br), en el bullanguero barrio de Madureira (R¨ªo Norte), es una experiencia ¨²nica. Muchos domingos organizan una divina feijoada. La cuadra de Mangueira (www.mangueira.com.br), en el borde de la favela hom¨®nima, es recomendable siempre que no se vaya antes del carnaval (saturado de turistas). En los ¨²ltimos a?os, Beija Flor (http://beija-flor.com.br), Unidos da Vila Isabel (www.gresunidosdevilaisabel.com.br) y Unidos da Tijuca son las escuelas mandamases (http://unidosdatijuca.com.br). Quien quiera ver samba en un ambiente casi familiar y popular, al margen de las escuelas, no puede perderse el Cacique de Ramos (www.caciquederamos.com.br), en Ramos.
19 Centro Cultural Banco do Brasil
Sin lugar a dudas, el mejor y m¨¢s completo centro cultural de R¨ªo de Janeiro. En sus 17.000 metros cuadrados se cuece lo mejor del teatro, la m¨²sica y el cine de la ciudad. Librer¨ªa estupenda y restaurante chic. Desde el CCBB (como lo conoce todo el mundo) se puede descubrir el coraz¨®n imperial de R¨ªo: la entra?able y animada Rua do Mercado, la monumental Pra?a XV y el Pa?o Imperial. El pr¨®ximo Centro Cultural dos Correios (Visconde de Itabora¨ª, 20) es otro rinc¨®n cultureta de la urbe. Parada obligada: ?dega Tim?o (Visconde de Itaboari, 10), cervezas, aperitivos y decoraci¨®n marinera.
? Centro Cultural Banco do Brasil. Rua Primeiro de Mar?o, 66.
20 Morro da Concei??o
Uno de los pocos rincones ignorados por el turismo de masas. Este cerro a?ejo del centro esconde algunos posos hist¨®ricos como el antiguo palacio episcopal. Pero su encanto reside en la sencillez de sus habitantes y en las entra?ables tabernas de la Rua do Jogo de Bola. En la base del Morro se encuentra el Largo de S?o Francisco da Prainha, minado de bares, epicentro del popular bloco carnavalesco Escravos da Mau¨¢ (http://www.circuitos-do-rio.com.br/escravos.htm). Vale la pena comprobar si el grupo tiene ensayo callejero. Concurrido, espont¨¢neo y divertid¨ªsimo.

GU?A
Vuelos
? Iberia (www.iberia.com; 902 40 05 00) vuela directo a R¨ªo de Janeiro desde Madrid, ida y vuelta, desde 682 euros, tasas y gastos incluidos.
? Tap (www.flytap.com; 901 11 67 18). Vuelos a R¨ªo, con escala en Lisboa, desde 728 euros.
Dormir
? En la web de la oficina de turismo de R¨ªo (www.riodejaneiro-turismo.com.br) se encuentra un listado online de hoteles, bed & breakfast y otros alojamientos en la ciudad.
? Cama e Caf¨¦ (www.camaecafe.com.br) ofrece alojamiento en casas particulares de la zona de Santa Teresa.
? Copacabana Holiday (www.copacabanaholiday.com.br), apartamentos en las playas de Copacabana, Ipanema y Lebl¨®n.
Comer
? 'Comer & Beber Veja R¨ªo', el suplemento anual de restaurantes y bares de la revista Veja R¨ªo, es una gu¨ªa muy utilizada por los propios cariocas. La tienen en todos los quioscos. Precio de la ¨²ltima edici¨®n: 10 reales (4,4 euros). http://vejabrasil.abril.com.br/rio-de-janeiro.
Datos b¨¢sicos
? Poblaci¨®n: R¨ªo de Janeiro tiene casi 6 millones de habitantes (todo Brasil tiene casi 200 millones).
? Moneda: reales (0,45 euros).
Informaci¨®n
? Oficina de turismo de R¨ªo de Janeiro (www.riodejaneiro-turismo.com.br; www.rioguiaoficial.com.br; 0055 21 25 42 80 80). En la web se puede descargar un folleto actualizado (64 p¨¢ginas) de la ciudad con agenda cultural, eventos, museos, paseos, tiendas, restaurantes, alojamientos, mapa del metro y otros datos de inter¨¦s para el turista.
? Oficina de turismo de Brasil en Madrid (www.braziltour.com y 915 03 06 87).
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