"Lo m¨¢s grande que he hecho es cuidar del maestro Casals"
Dej¨® de tocar el violonchelo hace m¨¢s de 50 a?os y asegura que nunca se ha arrepentido. "Es muy diferente ser buena y ser excepcional", se?ala Marta Casals (Humacao, Puerto Rico, 1936) sin asomo de nostalgia. Ella, que conoci¨® a Pau Casals a los 14 a?os, fue alumna suya y se cas¨® con ¨¦l en 1957, cuando ten¨ªa 20 a?os y ¨¦l 80, sabe bien de lo que habla y se da por satisfecha con haber tocado en 1958 bajo su direcci¨®n. "Esos tres conciertos con la Sinf¨®nica de Puerto Rico fueron la cumbre de mi carrera", afirma con orgullo y aunque Casals, asegura, le insisti¨® en que continuara est¨¢ convencida de que ha hecho cosas mucho m¨¢s importantes y provechosas que tocar el violonchelo. "La principal, cuidar del maestro", asevera.
La ex violonchelista y viuda del m¨²sico vela por sus ideales y su legado
"Maestro" es el sustantivo que Marta Casals, de soltera Marta Mont¨¢?ez, usa siempre cuando se refiere al c¨¦lebre violonchelista. "En privado le llamaba Lindo", confiesa con una sonrisa p¨ªcara mientras sorbe un poco de cava y da cuenta del jam¨®n del aperitivo cortes¨ªa del restaurante con el que el ma?tre ha querido agasajarla.
El restaurante es una sugerencia del director de la Fundaci¨®n Pau Casals, de la que ella es vicepresidenta, porque est¨¢ cerca de la editorial Boileau, donde la viuda del gran violonchelista tiene cita tras el almuerzo para supervisar la edici¨®n de la integral de las composiciones del m¨²sico que dirige y que han empezado a publicarse. "Es una faceta del maestro todav¨ªa por conocer", explica mientras selecciona la suprema de merluza. "Aqu¨ª el pescado sabe mucho mejor que en Estados Unidos", advierte y se excusa por elegir s¨®lo un plato: "Estoy acostumbrada a almorzar poco".
Marta Casals vive desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas en Estados Unidos, donde, desde su nombramiento en 1980 como directora art¨ªstica del Kennedy Center de Washington, ha desarrollado una intensa carrera como gestora musical en diversas instituciones americanas, adem¨¢s de haber sido, entre 1991 y 1997, miembro del Consejo Nacional de las Artes por designaci¨®n del presidente George Bush padre. Pero la ni?a de sus ojos es la fundaci¨®n que el violonchelista y ella crearon en 1972, un a?o antes de la muerte del m¨²sico a los 96 a?os, para ceder a Catalu?a su legado y su casa de Sant Salvador, en El Vendrell (Tarragona), poblaci¨®n natal de Casals a la que tras la guerra civil ya no volvi¨® en vida.
"Diciendo que no volver¨ªa a Espa?a mientras Franco mandara y que no tocar¨ªa el violonchelo mientras ¨¦l estuviera en el poder sab¨ªa que se cerraba puertas. Pero pese a la gran pena que sent¨ªa por no poder volver a su querida Catalu?a, era consciente de lo que hac¨ªa. Y para defender sus ideales de paz, libertad y democracia y para difundir la cultura y la m¨²sica cre¨® la fundaci¨®n. Es peque?a, pero los ideales son grandes", observa tono grave tras pedir un caf¨¦.
Explica que quiere crear una fundaci¨®n de apoyo en Estados Unidos para recaudar fondos, pero advierte de que antes debe ser la sociedad catalana la que haga suya la Fundaci¨®n Casals. "En Estados Unidos la gente da dinero, se implica en proyectos culturales y se responsabiliza. Pero en Catalu?a ni siquiera los responsables pol¨ªticos de cultura acuden a la inauguraci¨®n de nuestras exposiciones, porque la fundaci¨®n no est¨¢ en Barcelona", se lamenta.
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