Sin justicia

La siembra de muerte provocada en 1984 en Bhopal, en India, por una emanaci¨®n masiva de gas procedente de una f¨¢brica de pesticidas, inaugur¨® el periodo moderno de las grandes cat¨¢strofes ambientales causadas por una producci¨®n industrial incontrolada. Al poco tiempo de Bhopal vino Chern¨®bil, y 26 a?os despu¨¦s, precisamente mientras la justicia india emit¨ªa sentencia, millones de litros de crudo est¨¢n siendo derramados en el golfo de M¨¦xico.

Como cuentan Dominique Lapierre y Javier Moro en su libro sobre la tragedia de Bhopal, Union Carbide aterriz¨® en India prometiendo revolucionar la agricultura tradicional libr¨¢ndola de las plagas de insectos. El sue?o se convirti¨® en una pesadilla de la que todav¨ªa no han despertado. En la actualidad siguen naciendo ni?os con malformaciones f¨ªsicas y secuelas ps¨ªquicas. El solar de la que fue la planta de la Union Carbide contin¨²a manteniendo toneladas de productos qu¨ªmicos t¨®xicos que se han filtrado hacia los acu¨ªferos subterr¨¢neos.

Durante a?os, los afectados de Bhopal han sido v¨ªctimas maltratadas tanto por la empresa, cuyo m¨¢ximo responsable fue declarado pr¨®fugo, si bien se sabe que habita en Nueva York, como por las autoridades indias. Lejos estas de garantizar ayuda y justicia a los supervivientes, fueron incapaces de suministrar la asistencia sanitaria imprescindible para los afectados, proporcionar informaci¨®n clara y veraz sobre los efectos a largo plazo del gas t¨®xico vertido, y de reforzar las medidas de seguridad medioambientales. Con esta condena irrisoria la justicia india pr¨¢cticamente exculpa a los responsables de la cat¨¢strofe, todo ello mientras tiene lugar un debate sobre la normativa que ha de garantizar responsabilidades en caso de accidentes durante el uso de la energ¨ªa nuclear civil.

Frente a la d¨¦bil resoluci¨®n del Estado, la sociedad civil india est¨¢ reaccionando con vigor y dinamismo. Durante los ¨²ltimos 25 a?os, han surgido numerosas asociaciones que, como Chingari Trust, constituida por dos mujeres de extracto social humilde bajo el lema "Mujeres de Bhopal, somos llamas, no flores", se han movilizado para defender los derechos de las v¨ªctimas y sus familias. Otro campo de intervenci¨®n del activismo social, que en el caso de India con frecuencia es abordado desde perspectivas de g¨¦nero y medioambiente, es el de las empresas de semillas transg¨¦nicas que se est¨¢n implantando en el pa¨ªs. Es en este ¨¢mbito donde depositan sus ¨²nicas esperanzas los afectados.

Eva Borreguero es profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Complutense de Madrid y experta en India.