Pulso por el libro en la Red
Editores, agentes y autores internacionales se posicionan ante los nuevos soportes electr¨®nicos - Los escritores de ¨¦xito no se conforman ya con el 25% de las ventas
La m¨ªtica distancia entre autor y lector se acorta cada vez m¨¢s. En el terreno simb¨®lico, porque las nuevas tecnolog¨ªas hacen posible que un novelista conozca la opini¨®n de sus seguidores a los pocos d¨ªas de publicar una novela. En el terreno econ¨®mico, porque el libro electr¨®nico es una m¨¢quina de eliminar intermediarios. Bien lo saben los impresores y los distribuidores, pero tambi¨¦n los libreros y los editores. Entre la pantalla del autor y la del lector hay cada vez menos peaje. Los escritores y sus agentes son conscientes de ello y muchos empiezan a pedir ya que el peso de cada cual se traduzca en dinero.
En la tarta de un libro, el 10% del bocado, o el 12% si son grandes firmas, se lo lleva el autor. El resto va para libreros -el 30%-, distribuidores y editores. Con las descargas en Internet todo va a cambiar. De hecho, ya est¨¢ cambiando. Los autores no est¨¢n dispuestos a conformarse con el 25% que actualmente negocian como cifra est¨¢ndar en todo el mundo. Hay agentes y grandes firmas que empiezan a jugar fuerte en los nuevos tiempos. En algunos casos quieren la mitad. Muchos editores temen que la tendencia vaya a m¨¢s. Que los autores m¨¢s poderosos cuelguen sus obras en una p¨¢gina propia, se lo lleven todo a casa y les dejen a ellos una propina del 10% por las traducciones. Es decir, den la vuelta total a la tortilla.
Los contratos digitales que se negocian se hacen a corto plazo
Hay editores que temen que los autores cuelguen sus textos y se queden con todo
El sector vive con el miedo de que la pirater¨ªa aparezca
Lorenzo Silva pide que se bloqueen los servidores que den descargas gratis
Todo han sido interrogantes hasta hace muy poco. Se est¨¢ en un mundo cambiante. Por eso, en los ¨²ltimos tiempos, los contratos digitales que se han negociado se han hecho por cl¨¢usulas y por corto espacio de tiempo. Dos a?os, como m¨¢ximo. "Dos a?os y hablamos", era la consigna de los agentes. Eso en cuanto a los negocios en Espa?a. Se trabaja con muchos nervios y demasiada incertidumbre por parte de los agentes. As¨ª lo apuntan editores de grandes grupos e independientes, consultados para esta informaci¨®n.
Pero la baraja empieza a romperse. La tendencia, sobre todo en Estados Unidos, es negociar al alta los derechos de los autores. El mercado todav¨ªa es peque?o. Las descargas para libros electr¨®nicos no superan el 4% all¨ª y en Espa?a el 1%. Pero las cosas en ese campo vienen como un tsunami. En enero de 2010 hab¨ªan aumentado las ventas un 258%. Amazon, de la ¨²ltima entrega del Millenium de Stieg Larsson vendi¨® nada m¨¢s salir 2.400 ejemplares y 6.000 descargas. Por no hablar de que los inventos de libro electr¨®nico m¨¢s recientes seducen a los m¨¢s reacios. El 22% de las nuevas descargas electr¨®nicas han sido para el Ipad.
Andrew Wylie, El Chacal, ha empezado a jugar fuerte con los autores que representa. Pide el 25% para las novedades y 50% para las ediciones posteriores. As¨ª lo ha hecho con los derechos digitales de Philip K. Dick, autor de Blade runner y otros t¨ªtulos legendarios de ciencia-ficci¨®n. Se los ha arrebatado a los editores actuales en Estados Unidos -Random-House- para pas¨¢rselos a Jane Friedman.
Los agentes en Espa?a, vistos los movimientos, avisan: "Los gastos que requiere un ejemplar de papel se reducen dr¨¢sticamente. No hay almacenaje, ni distribuci¨®n, no nos vamos a conformar en el futuro con un 25%", asegura Maru Montserrat, de Adal, la asociaci¨®n que abarca a los representantes espa?oles.
Hasta ahora, las negociaciones entre editores, libreros y agentes han sido de guante blanco. Las expectativas y el miedo a que la pirater¨ªa destrozara el mercado, como pas¨® con los discos y el cine, les ha llevado a acuerdos curiosos como la nueva Libranda, gran plataforma digital para ventas en espa?ol. "Ha reinado la buena voluntad por parte de todos", comenta Montserrat.
La iniciativa ha sido impulsada por tres grandes grupos editoriales -Planeta, Santillana y Random-House Mondadori-, en acuerdo con libreros y varios autores. Antes de finales de a?o habr¨¢ en el mercado 10.000 t¨ªtulos. Muchos de ellos ser¨¢n novedades. Seg¨²n los vendedores de dispositivos de lectura, su escasez supon¨ªa un gran lastre para la anunciada revoluci¨®n del libro electr¨®nico en Espa?a, cuyo peso en el mercado no pasa todav¨ªa del 1%. El a?o pasado, no obstante, su implantaci¨®n creci¨® un 48% y se estima que en un lustro supondr¨¢ ya el 5%, cerca de las cifras que ha alcanzado EE UU. Por si acaso la carrera se vuelve de v¨¦rtigo, todos quieren estar bien colocados en la parrilla de salida para evitar as¨ª estragos similares a los que sufri¨® la industria de la m¨²sica.
Muchos autores hisp¨¢nicos han depositado confianza en sus editores. Pero no m¨¢s all¨¢ de a?o y medio. "Me sonr¨ªo cuando leo que un agente consigui¨® el 75% de regal¨ªas, y cosas as¨ª. No sabemos todav¨ªa,ni siquiera en Estados Unidos, pa¨ªs que nos lleva unos a?os de ventaja, qu¨¦ m¨¢rgenes dejar¨¢ el libro electr¨®nico. En mi caso participo de un amplio acuerdo entre el 90% de las agencias literarias de Espa?a con los integrantes de Libranda, pagar al autor el 25% del precio neto de venta. Esto durante un a?o y medio, luego todos sabremos m¨¢s y nos sentaremos a negociar", asegura el representante Guillermo Schavelzon.
Los agentes internacionales van a emprender una guerra en ese sentido pero tambi¨¦n habr¨¢ autores con marca internacional que lo har¨¢n por su cuenta. El temor de los editores a que todo se vuelva del rev¨¦s a ese respecto es real. ?Qui¨¦n les asegura a los responsables de publicar a J. K. Rowling en todo el mundo que no gestionar¨¢ ella por libre las descargas de Harry Potter en una web propia? Nadie. De hecho, el silencio de la autora brit¨¢nica y otros como Dan Brown les hace temer que tomen el camino de Stephen King y ellos se tengan que conformar con un 10% por las traducciones a sus respectivas lenguas.
Schavelzon es algo esc¨¦ptico. "Seguro que es posible, pero ese autor necesitar¨¢ quien haga la edici¨®n electr¨®nica, quien maneje los aspectos t¨¦cnicos, quien sepa promoverlo y manejar el negocio, quien negocie con la plataforma que lo distribuya, quien administre las ventas y las cobre, y eso... ?suena muy parecido a lo que hoy le ofrece un buen editor!".
Pero en Espa?a hay autores que empiezan a acariciar la idea, con precauci¨®n. Lorenzo Silva es uno. Sobre todo para sus obras antiguas. "Mis libros de hace 15 a?os ya est¨¢n m¨¢s que amortizados en papel: ?por qu¨¦ no voy a llevarme yo, pongamos, el 70% del precio? ?O qu¨¦ me impide ofrecerle por 15 euros el resto de mi obra a alguien que ha comprado un t¨ªtulo nuevo? ?Que me llevo poco? Menos saco si se sigue dejando que nos pirateen".
Silva ha cedido a sus editores los derechos de autor de algunos de sus libros por un a?o. Tiene tanta confianza sobre el presente como dudas sobre el futuro: "Por ahora hay que cuidar la cadena tradicional, sobre todo a los libreros. Pero el modelo al que vamos ser¨¢ diferente, sin duda. Y la industria no va a la velocidad adecuada. Mientras no se controle la pirater¨ªa no sabremos si hay mercado o no. Entretanto, en Espa?a los derechos de autor son papel mojado porque no se pone l¨ªmites a la pirater¨ªa", comenta el autor.
No es cuesti¨®n de perseguir a particulares, comenta Silva. "S¨ª que se bloqueen los servidores que se lucran con la publicidad a base de ofrecer descargas gratis de libros, cine y m¨²sica. T¨¦cnicamente, eso puede hacerse".
Julia Navarro, cuyo ¨²ltimo libro, Dime qui¨¦n soy, estar¨¢ disponible en Libranda, a?ade el IVA como otra "invitaci¨®n a la pirater¨ªa". Todos los miembros de las plataformas digitales insisten en que un IVA del 18% a partir de julio (frente a un 4% del papel) no ayuda a poner los precios a la altura de las expectativas de los internautas, cercanas siempre en Espa?a al gratis total.
Lorenzo Silva cree que en el mundo digital las librer¨ªas que hagan los deberes sobrevivir¨¢n, pero piensa tambi¨¦n que el "tr¨¢fico masivo" se lo llevar¨¢n operadoras como Apple. "Yo creo que la soluci¨®n futura ser¨¢ que un autor establezca un v¨ªnculo con un proveedor, sea Apple, una cadena de librer¨ªas o la librer¨ªa de su pueblo si lo hace bien. Todos los canales son compatibles".
Para el escritor madrile?o, adem¨¢s, el nuevo porcentaje para el autor es una "cifra arcana", ya que no se calcula sobre el precio de venta al p¨²blico sin IVA como en el caso del papel sino respecto a los ingresos netos del editor. De ah¨ª tambi¨¦n el voto de confianza. Aunque sea temporal.
Babelia
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