Benedicto XVI emprende la renovaci¨®n de la curia de Wojtyla

Sus partidarios dicen que la reforma benedictina ha empezado ya y que ser¨¢ una revoluci¨®n ferozmente amable. Los cr¨ªticos piensan que la operaci¨®n limpieza y transparencia anunciada por Benedicto XVI tiene m¨¢s de cosm¨¦tica y de manual anticrisis que de intenci¨®n real. El caso es que Joseph Ratzinger sigue recordando cada d¨ªa que el pecado est¨¢ dentro y no fuera de la Iglesia. En las ¨²ltimas horas, el Papa, de 83 a?os, ha criticado a los curas que buscan enriquecerse, ha admitido "errores" en la inmobiliaria Propaganda Fide y ha filtrado que la reforma de las estructuras financieras del Vaticano es inminente.

Ayer, Joseph Ratzinger provoc¨® un peque?o terremoto en la curia al sustituir a importantes cargos del n¨²cleo de poder wojtyliano por hombres de su confianza ajenos al encubrimiento de los esc¨¢ndalos sexuales y financieros.

La siguiente reforma afectar¨¢ a las finanzas de la Santa Sede

El gran damnificado de la crisis es Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregaci¨®n para los Obispos, encargado de recomendar al Papa los prelados que deben ser nombrados en el mundo. Re, principal aliado de Camillo Ruini, ex l¨ªder de la Iglesia italiana y art¨ªfice de ambiciosas alianzas econ¨®micas y pol¨ªticas, paga los palmarios errores cometidos en la selecci¨®n de prelados que han gestionado las denuncias de abusos a menores. En los ¨²ltimos meses, el Papa ha destituido a una decena de obispos, y el goteo promete continuar.

En lugar de Re, Ratzinger elige al cardenal canadiense Marc Ouellet, de Quebec, un firme defensor de las tesis tradicionalistas trentinas: rigor en el rito, austeridad en las formas, ortodoxia teol¨®gica y rechazo de los comportamientos inmorales.

Hoy se anunciar¨¢ otro cambio importante: el obispo de Basilea, Kurt Koch, sustituir¨¢ al cardenal Walter Kasper como presidente del Consejo Pontificio para la Unidad Cristiana y las Relaciones Religiosas con los Jud¨ªos. Kasper ha sido el responsable ecum¨¦nico del Vaticano durante casi dos d¨¦cadas, y su salida se debe a motivos de edad.

Elegir un obispo para sustituir a un cardenal no es muy frecuente, pero Koch y Ouellet tienen mucho en com¨²n; ambos son te¨®logos, no diplom¨¢ticos, y cercanos a la revista Communio, cofundada por Ratzinger. Como ¨¦l, militan contra la teolog¨ªa cr¨ªtica (alemana y protestante) y defienden que el Concilio Vaticano II supuso una "continuidad hermen¨¦utica" antes que un rechazo de las tradiciones.

El movimiento m¨¢s extra?o es la creaci¨®n de un nuevo dicasterio, la Comisi¨®n Pontificia para la Promoci¨®n de la Nueva Evangelizaci¨®n. Se sabe que el arzobispo italiano Rino Fisichella ser¨¢ el presidente y que su objetivo ser¨¢ casi una misi¨®n imposible: luchar contra la secularizaci¨®n de Occidente en los pa¨ªses donde, en palabras del Papa, se ha producido un "eclipse del sentido de Dios".

Medi¨¢tico y ambicioso, Fisichella es conocido en Roma como el brazo clerical de la derecha italiana, y era hasta ahora responsable de la Pontificia Academia por la Vida, gran f¨¢brica de propaganda contra el aborto y la eutanasia. El nuevo ministerio, ha dicho el portavoz vaticano, tardar¨¢ todav¨ªa en entrar en acci¨®n. "Es una caja vac¨ªa", afirma el vaticanista Filippo di Giacomo. "Y ser¨¢ dif¨ªcil que funcione porque los obispos ya realizan esa tarea en las di¨®cesis".

Un an¨®nimo miembro de la prelatura del Opus Dei, el espa?ol Ignacio Carrasco, ocupar¨¢ el puesto de Fisichella en la academia. Carrasco era hasta ahora el canciller, es decir, el secretario, y su ascenso "significa que Ratzinger renuncia a convertir los espermatozoides y los ¨®vulos en el argumento central del pontificado", ironiza Di Giacomo. "Hasta ahora, las grandes broncas del Vaticano con el mundo exterior se originaban en la academia, basti¨®n del poder clerical romano y fuente de incomprensiones entre los propios cat¨®licos".

Fisichella era tambi¨¦n rector de la Universidad Lateranense; el Papa le releva un a?o antes de agotar su mandato y pone en su lugar al salesiano Enrico dal Covolo, sacerdote ajeno a la ¨²nica universidad que financia la Santa Sede.

Para el historiador Giancarlo Zizola, la crisis dentro de la crisis tiene un sentido simb¨®lico: "El t¨ªmido intelectual que encabeza desde hace cinco a?os la Iglesia cat¨®lica ha bajado del tabern¨¢culo de marfil y muestra al tim¨®n una determinaci¨®n que solo puede sorprender a los extra?os". Marco Politi cree, en cambio, que el Papa peca de soberbia: "Sin la apertura de un debate transparente y colectivo sobre los errores del pasado y las decisiones del futuro, la crisis de la Iglesia est¨¢ destinada a agravarse".

La pr¨®xima renovaci¨®n, en preparaci¨®n, ser¨¢ la de las estructuras financieras vaticanas. Ratzinger quiere acabar con las cuentas secretas, los esc¨¢ndalos y los negocios turbios de Vaticalia. Si lo logra o no, lo dir¨¢n el tiempo, la salud y la curia.