Pep Bou, domador de lo ef¨ªmero
"Un d¨ªa investigando en la cocina encontr¨¦ las burbujas", cuenta el domador de pompas de jab¨®n Pep Bou (Granollers, 1951). Y as¨ª sigui¨® durante 28 a?os. El hombre-burbuja vive en una mas¨ªa cerca de Las Franqueses del Vall¨¨s (Barcelona). Un estallido verde -con huerto incluido- donde desde hace siete a?os est¨¢ instalada la compa?¨ªa que lleva su nombre y tambi¨¦n su residencia, un caser¨®n rehabilitado de paredes blancas y decoraci¨®n minimalista. Su perra Salom¨¦, de 14 a?os, da vueltas alrededor de la casa. Tres gatos -que abandonaron en su puerta- duermen pl¨¢cidamente bajo el sol. "Yo crec¨ª en el campo, cerca de aqu¨ª, y ten¨ªa la necesidad de volver a mis ra¨ªces", explica el mago de las burbujas. Bou est¨¢ preparando el espect¨¢culo Berishit. La historia m¨¢s all¨¢ del cosmos -junto al cient¨ªfico Jorge Wagensberg- para llevarlo al Festival Grec y al Pabell¨®n Espa?ol en China, donde har¨¢ una gira en septiembre, as¨ª como en la recuperaci¨®n de Clave de Luna para representarlo en Quebec (Canad¨¢). Acaba de recibir el Premio Max de Nuevas Tendencias. "Lo agradezco porque nadie sabe d¨®nde ubicarme, pues soy el ¨²nico en mi profesi¨®n", explica el artista.
Suele ensayar en teatros locales, aunque el s¨®tano de casa le sirve para hacer pruebas. Hay objetos por todos lados. Sacos de paciencia. Jab¨®n, raquetas, tubos... Detergente en mano, Bou se prepara para entrar en acci¨®n. "Si el ambiente es h¨²medo, las pompas duran un minuto y medio, y si es seco, unos 20 segundos", aclara sobre sus delicadas criaturas. Son impredecibles. La segunda vez que actu¨® en directo no tuvo nada que ver con la primera (?y eso que fue el d¨ªa anterior!). "El ambiente se llen¨® de moscas, as¨ª que tuve que improvisar un espect¨¢culo en el que jugaba con ellas". Hoy sopla el viento. El ambiente es seco. Bou hunde un grueso cilindro de vidrio en agua y jab¨®n y sopla para dibujar una enorme burbuja. La mira con cari?o, enciende un cigarrillo, le da una calada y exhala el humo por un tubo m¨¢s estrecho para dar vida a una pompa m¨¢s peque?a dentro de la que acaba de crear. Ambas bailan hasta que se desvanecen. "Nunca he dejado de hacer geometr¨ªa", dice este ex aparejador, que antes de encontrar la pasi¨®n de su vida daba clases en Granollers. Lo dej¨® todo para buscar lo que quer¨ªa y lo encontr¨®. Y desde entonces sigue al pie de la letra el consejo que le dio el poeta Joan Brossa. "Tienes en tus manos la imagen po¨¦tica por excelencia, no la dejes". Hay quien cree que el suyo es un espect¨¢culo infantil. "Los ni?os lo que quieren es explotar las burbujas". Los adultos, en cambio, se quedan prendados del car¨¢cter ef¨ªmero de las pompas, como la vida misma.
!["Si el ambiente es h¨²medo, las pompas duran un minuto y medio, y si es seco, unos 20 segundos", explica Pep Bou.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XBRQQXF6IGY7GVUL74WT4SEXFA.jpg?auth=dff65c1755e1608b8bffb58764c105639f20433bd525ba6e7ddd0d6d862d860c&width=414)
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