David LaChapelle y el mito pop inmortal
Una eterna cita fallida... ?o no? Durante a?os, el fot¨®grafo David LaChapelle (Connecticut, EE UU, 1963) persigui¨® a Michael Jackson. Sesiones concertadas, aplazadas, anuladas... El encuentro parec¨ªa prohibido y maldito para siempre. Y entonces ocurri¨®. LaChapelle se saca de la manga unos misteriosos retratos de un Jackson elevado a icono religioso. El fot¨®grafo otorga as¨ª a este Jackson post m¨®rtem la categor¨ªa que solo ¨¦l le pod¨ªa dar, la de inmortal. Finalmente, m¨¢s all¨¢ de la vida y de la muerte, se consigue una cita con la eternidad.
Estas intrigantes im¨¢genes salen a la luz en una ¨¦poca bisagra de la vida del fot¨®grafo y podr¨ªan incluso marcar la transici¨®n de un David a otro, ya que en 2010, LaChapelle se encuentra en plena mutaci¨®n. Recorre el planeta y, mientras echa ra¨ªces en museos y galer¨ªas de todo el mundo, a la vez que abandona las publicaciones, alimenta los rumores en torno a su retirada del mundo del glamour, del papel cuch¨¦ y de la jet-set. Instalado desde hace poco en una paradisiaca granja hawaiana, a tres horas de carretera de cualquier zona urbana, parece que LaChapelle utiliza este aislamiento para tomar perspectiva. Como si se apartara de la cr¨®nica de la artificialidad ef¨ªmera que le encumbr¨® para embarcarse en el desarrollo art¨ªstico sostenible. El fot¨®grafo ve las cosas de manera diferente y habla de "libertad recobrada" y de toma de distancia con la primera parte de su carrera, pero sin renegar de ella en absoluto.
"Michael era un profeta, su vida fue muy dif¨ªcil, sufri¨® mucho. Es una de las vidas m¨¢s ¨¦picas que se hayan dado jam¨¢s"
"Lo visual es un idioma. Debemos hablar al mundo. Ser pop. Pop como en vox p¨®puli, la voz del pueblo y para el pueblo"
"Trabaj¨¦ para revistas que contribu¨ªan al exceso de consumo y al deterioro del medio ambiente, a la vez que cuestionaba eso en mis fotos"
Posiblemente dan fe de ello sus extra?os trabajos jacksonianos y el fresco en homenaje a un ?frica exang¨¹e que ilustran estas p¨¢ginas. El tratamiento sigue siendo id¨¦ntico: gusto por el color, glamour, kitsch y composici¨®n extrema de la imagen. Todo est¨¢ ah¨ª. El esp¨ªritu de provocaci¨®n tambi¨¦n permanece, pero con una profundidad adicional, relacionada con la espiritualidad. Extra?o LaChapelle, que juega desde hace a?os con los c¨®digos y los tab¨²es de un entorno que le forma y le fascina a partes iguales, que denuncia lo que parece alabar, o lo contrario. ?l mismo lo comenta.
Este a?o expone usted en numerosos museos y galer¨ªas, y cada vez con un contenido distinto.
Dispongo de tanta obra, que puedo ense?ar cosas totalmente diferentes en cada museo para adaptarme al lugar y al pa¨ªs. Me gusta utilizar un idioma universal, o m¨¢s bien hablar el idioma de todo el mundo para que se me entienda en todos los sitios.
En 2007, la serie 'D¨¦luge' (Diluvio) se basaba en Miguel ?ngel. Ahora se ha inspirado en 'Venus y Marte' de Botticelli.
Tiene que estar justificado. En el caso de Botticelli era adecuado, se trataba del ciclo eterno en torno al ansia y al amor, la guerra y la paz...Tiene realmente sentido en el mundo actual. Es una historia provocadora en la que el uso de la belleza representa m¨¢s bien un desaf¨ªo. Utilizo todo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera, en la moda, la belleza y el maquillaje, para hacer otra cosa. Eso me gusta. Estos distintos niveles de lectura siempre han existido en mi trabajo, pero ahora que me he liberado de las obligaciones del comercio, algunos salen a relucir m¨¢s f¨¢cilmente.
?Ha pasado p¨¢gina en relaci¨®n con su 'vida anterior', es decir, la moda, la belleza, el lujo, la gente famosa?
En absoluto. Sigo en ella, pero tambi¨¦n escribo un nuevo cap¨ªtulo. Soy lo que mi coraz¨®n y mi intuici¨®n me dictan. Simplemente he elegido las cosas que me hacen m¨¢s feliz y he dejado el resto. Durante mucho tiempo he realizado todos los trabajos que se me presentaban. No se me pasaba por la cabeza rechazarlos. Y un d¨ªa dije no. Y en ese momento me sent¨ª libre. Al dejar la fotograf¨ªa comercial y las revistas pens¨¦ que se hab¨ªa acabado. Pero el mundo ha cambiado, es mucho m¨¢s ¨¢gil, m¨¢s flexible, los artistas transitan m¨¢s f¨¢cilmente de un campo a otro. Cuando me propusieron exponer en los museos y en las galer¨ªas me?choc¨®. Decid¨ª hacer cosas nuevas. Es una manera distinta de trabajar, m¨¢s libre, m¨¢s estimulante, en la que se puede dedicar m¨¢s tiempo a cada foto. He liberado mi esp¨ªritu.
Se ha instalado en una granja en Hawai, ?ha sido para volver a algo m¨¢s 'aut¨¦ntico'?
Me cri¨¦ en el campo, a tres horas de Nueva York. Cuando muri¨® mi padre, en 2002, fui a la casa donde me cri¨¦ y me di cuenta de que en la soledad pod¨ªa encontrar m¨¢s f¨¢cilmente las grandes orientaciones de mi vida, la inspiraci¨®n. Parad¨®jicamente, trabaj¨¦ durante muchos a?os para unas revistas que contribu¨ªan al exceso de consumo y a la decadencia del medio ambiente, a la vez que cuestionaba ese planteamiento en mis fotograf¨ªas. Cuidado: yo condenaba todo eso, pero me encantaba la belleza, el glamour, la moda... Pero este mundo, como el del propio arte, es demasiado estrecho. Quiero tocar a la gente y comunicarme con ella, y los museos me resultan tan ¨²tiles para ello como las revistas. Lo visual es un idioma; me niego a que mi trabajo dependa de lo escrito y se tenga que explicar. Debemos hablar al mundo. Ser pop. Pop como en vox p¨®puli, la voz del pueblo y para el pueblo. Pop como Michael Jackson. Nunca estuve en el mundo de la moda, siempre estuve en el exterior.
?C¨®mo encaja su trabajo con Lady Gaga en esta visi¨®n de su relaci¨®n con el mundo?
Fuimos amigos antes de trabajar juntos. Me gusta su compa?¨ªa, es dulce, amable. No hay normas, para m¨ª no hay nada planificado. Si un d¨ªa me apetece fotografiarla, lo hago, eso es todo. Ahora me tengo que concentrar en lo que me interesa, ya no tengo tiempo. Debo ser capaz de responder a las exigencias de galeristas y museos, de crear cosas fuertes, provocadoras, hermosas...
Hablemos de su serie sobre Michael Jackson.
Fue una colaboraci¨®n muy inspirada, una oportunidad incre¨ªble, algo muy excitante.
Habla de ella como si se tratara realmente de Michael Jackson. ?No es un sosias?
No me apetece hablar de ello. Esas cosas se hicieron y... ya est¨¢.
Hablemos de las tres im¨¢genes que publicamos. ?Qu¨¦ puede decirnos de esa en la que el personaje de Michael Jackson se presenta como un arc¨¢ngel?
Se trata de un arc¨¢ngel que reza por el diablo despu¨¦s de vencerlo y tirar su espada.
En otra imagen, Michael Jackson se encuentra de pie junto a una figura virginal.
Es una evocaci¨®n de la Virgen de Guadalupe, es decir, de la Virgen Mar¨ªa. Michael era un profeta, su vida fue muy dif¨ªcil, sufri¨® mucho. Ve¨ªa a Dios en el rostro de cada ni?o y se ha intentado hacer de ¨¦l un demonio. Era negro y se convirti¨® en blanco por una enfermedad, y se quiso creer que se hizo cirug¨ªa est¨¦tica. ?Por qu¨¦ la gente se alegra de la ca¨ªda de quienes han alcanzado la cima? Esta historia casi b¨ªblica se desarroll¨® en nuestra ¨¦poca, ah¨ª mismo, ante nuestros ojos. Es una de las vidas m¨¢s ¨¦picas que se hayan dado jam¨¢s.
?Es una manera de afirmar la 'pureza' de Michael Jackson?
S¨ª. Michael era puro.
Tercera imagen: el personaje de Michael Jackson est¨¢ inconsciente y lo lleva Cristo en persona.
Es mi piet¨¢.
?La muerte le obsesiona, le asusta?
No, en absoluto. ?C¨®mo podr¨ªamos saber si nacer es tan incre¨ªble como morir? Creo que es lo mismo. No quiero morir, pero no me asusta.
?Y la foto con Naomi Campbell en el papel de Venus, rodeada de ni?os que juegan con armas? ?Qu¨¦ quer¨ªa expresar con esta obra?
?frica es la cuna de las civilizaciones y de la humanidad. A lo largo de estos a?os, la extracci¨®n de oro ha conocido all¨ª un desarrollo exponencial. Desde el espacio, se pueden ver los cr¨¢teres causados por esta nueva fiebre del oro y la destrucci¨®n de ?frica. ?frica es la madre tierra que devastamos. La avidez nos lleva a destruir a nuestra madre. Lo que Botticelli expresaba en su cuadro, la asociaci¨®n de Venus y de Marte, de la belleza, de nuestra tecnolog¨ªa y de la guerra, sigue siendo v¨¢lido para nosotros.
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